domingo, mayo 10, 2009

Trágicomix


Recuento de los daños - Hernández

Pese a trampas, el voto aún es la vía para cambiar la vida pública: López Obrador

Hay que remar contra corriente para enfrentar la mafia política y sus medios de comunicación

Si no hay perseverancia dejaremos el paso libre a la oligarquía que reprime al pueblo, dice en Tabasco

Andrés Manuel López Obrador en Cárdenas, Tabasco. Foto La Jornada

Ciro Pérez Silva

Nacajuca, Tab., 9 de mayo. Aunque los dados estén cargados, las cartas marcadas y se tenga que padecer traiciones, la vía para cambiar la vida pública del país sigue siendo el voto, advirtió aquí Andrés Manuel López Obrador.

El ex candidato presidencial enfatizó que ese camino no es para nada una vía fácil; hay que remar contra corriente para enfrentar el poder, el dinero y la mafia de la política, con todo y sus medios de comunicación; es una lucha por la dignidad.

Al continuar en este municipio su gira de apoyo a los candidatos del PRD a la Cámara de Diputados, López Obrador destacó que si no hay perseverancia y terquedad de nuestra parte, entonces sí se va a terminar de arruinar el país; dejaríamos el paso libre para que la mafia de la política, esa oligarquía que oprime al pueblo, termine con México.

En el quiosco de la plaza principal recordó cómo en 1977 empezó su trabajo en las comunidades como responsable del Instituto Nacional Indigenista en esta región, y que en 1988 los perredistas de Nacajuca fueron a las urnas sin candidato, luego de que –cinco días antes de la elección– el actual secretario general de Gobierno y quien ocupa el mismo cargo en esta administración, el priísta Humberto Mayans Canabal, compró al abanderado del PRD.

¿Se acuerdan de eso? –interrogó el tabasqueño, y la respuesta fue un prolongado ¡sííí!. “Por eso –insistió López Obrador– es que no tenemos que estarnos precupando con las traiciones. ¿Qué no las hubo cuando Hidalgo y Morelos empezaron el movimiento de Independencia? ¿No hubo traiciones a Juárez en la Reforma? Y ni hablar de la Revolución; siempre ha habido traiciones en la historia del país, pero no van a evitar que sigamos caminando”, arengó.

Bajo el sofocante sol –desde el inicio de su recorrido por el estado la temperatura ha rebasado los 40 grados– aseguró a sus paisanos que no están solos en este movimiento: hay millones en todo el país; algunos despiertan antes, otros después, pero en la historia de México nunca hubo tanta gente consciente de la necesidad de un cambio. ¿O quién puede decir que no necesitamos un cambio? –interrogó.

Mencionó como ejemplo el tema de la economía y la ineptitud del gobierno usurpador para actuar de manera adecuada ante un fenómeno que se anunció en 2007 y que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, “apenas identificó como una recesión, luego de asegurar que no tendríamos más que ‘un catarrito’”. Todo ello –dijo– ha acarreado a los mexicanos más pobreza, desempleo e inseguridad.

Tengo fe en que vamos a cambiar la vida pública de México sin caer en la provocación de la violencia, sino por la vía de las urnas. Esta lucha continúa a escala nacional, porque en este movimiento están fincadas las esperanzas de la gente. Ahora nos están pegando todas las calamidades habidas y por haber, y esto no va a terminar hasta que haya un cambio, el cual se va a dar con esta lucha, que está llena de humanismo, de amor y de sentimientos hacia el prójimo.

Apuntó que la gente no puede estar esperando que el cambio se dé de arriba para abajo, y que es importante insistir para que se logre una verdadera democracia, porque en México no hay democracia, que es el gobierno del pueblo y para el pueblo, sino una oligarquía, que es el gobierno para unos cuantos, y eso se tiene que acabar; más temprano que tarde va a llegar la democracia al país.

Asimismo, condenó que el gobernador inepto y corrupto de Tabasco, Andrés Granier, siga traficando con la pobreza de la gente y entregue bicicletas o materiales de construcción para acercar votos a los candidatos del PRI. Como decíamos antes, desde 1988, hay que tomarles la carnada, pero no morder el anzuelo.

Luego de reconocer a fundadores del PRD en algunos de los municipios que visitó ayer, López Obrador señaló que han pasado muchos años, pero yo estoy cada día más joven, porque la juventud es un estado de ánimo. Hay jóvenes viejos, todo depende de cómo está la conciencia de cada uno de nosotros, dijo.

¿Discriminación?

Editorial

En días recientes, ha sido evidente la molestia del gobierno mexicano ante algunas de las acciones de prevención adoptadas por autoridades de otras naciones en el contexto de la alerta sanitaria mundial por el brote de influenza A. Además del roce diplomático que desataron las medidas de aislamiento decretadas por China para decenas de ciudadanos mexicanos, destacan las notas de protesta enviadas por la cancillería mexicana a sus homólogas de Ecuador, Perú, Argentina y Cuba por las restricciones establecidas a vuelos de y hacia nuestro país, disposiciones que, a decir del titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, no tienen fundamento técnico suficiente y constituyen en cambio acciones de discriminación en contra de mexicanos.

Ciertamente, las decisiones adoptadas por los gobiernos de otros países pueden ser vistas como unilaterales y hasta desmedidas, y es insoslayable que han generado molestias al alterar los traslados de pasajeros de distintas nacionalidades que viajan a o salen de nuestro país. Sin embargo, el calderonismo pareciera empeñado en atribuir a otros la responsabilidad por la incómoda situación que se vive en el ámbito internacional y ha soslayado, con ello, que ésta ha tenido su origen en la imagen que las autoridades nacionales proyectaron al extranjero: un país con tapabocas, una población hundida en la zozobra y la desinformación y una estrategia gubernamental de contención tardía y errática, circunstancias que, a lo que puede verse, indujeron la alarma y el temor tanto dentro como fuera del país.

En este contexto, las reacciones de gobiernos como el de China –país que cuenta con un largo historial de epidemias por enfermedades respiratorias– o el de Argentina –nación que en los últimos meses ha sufrido el repunte de la epidemia del dengue–, desmesuradas o no, han tenido como principal objeto la prevención y el cuidado de la salud de sus respectivas poblaciones, y resulta por tanto inadecuado acusarlas de discriminatorias. En el caso concreto de Cuba, nación que ha realizado invaluables aportes en materia de salud a otros países –México incluido, como lo prueba la brigada médica enviada por el gobierno de la isla a Tabasco en el contexto de las inundaciones que esa entidad sufrió en 2007–, el temor al contagio del virus de la influenza se explica por dos factores fundamentales, ligados a la política hostil y criminal que Washington ha practicado hacia La Habana en las últimas décadas.

El primero de ellos es el bloqueo inhumano e ilegal que Estados Unidos mantiene hacia la isla desde hace casi medio siglo y que se ha mantenido hasta ahora no obstante las medidas de relajación emprendidas por la administración que encabeza Barack Obama. Entre muchas otras afectaciones, este castigo impide la compra de medicamentos, patentes, equipos sanitarios, y coloca, por tanto, a la población cubana en una circunstancia de vulnerabilidad adicional ante la amenaza de una pandemia como la que hoy se enfrenta.

A lo anterior debe añadirse el hecho de que, de acuerdo con información existente y documentada en distintos medios, Cuba ha sido víctima de agresiones químicas y bacteriológicas, emprendidas por Estados Unidos con el objeto de abonar así al empobrecimiento de la población de ese país, y sembrar animadversión popular hacia las autoridades de la isla. Algunos ejemplos: de acuerdo con informes desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia estadunidense (CIA, por sus siglas en inglés), entre 1961 y 1962 Washington fraguó un plan, la denominada Operación Mangosta, cuyo objetivo era provocar fracasos en las cosechas alimentarias en Cuba, para lo cual se pretendía, entre otras cosas, emplear químicos para dañar a los trabajadores. En mayo de 1971, una epidemia de fiebre porcina africana que apareció en territorio cubano –el primer brote de ese virus en el hemisferio occidental– forzó al gobierno de La Habana a sacrificar por completo su población porcina –más de medio millón de cerdos–. A pesar de que Washington negó su participación en la propagación del brote, seis años después el diario neoyorquino Newsday publicó declaraciones de una fuente de la inteligencia estadunidense en las que ésta confiesa que había recibido el virus en un contenedor sellado y sin etiqueta en una base militar de Estados Unidos en Panamá con instrucciones de entregarlo a un grupo anticastrista (CIA link to Cuban pig virus reported, Newsday, 10/1/1977). Una década más tarde, en 1981, la nación caribeña se vio afectada por una variedad del dengue particularmente virulenta que afectó a 273 mil personas y provocó la muerte de 158; la propagación del virus pudo haber sido una operación norteamericana encubierta (Cover Action, verano de 1982).

Ante estas consideraciones, es claro que, más que muestras de hostilidad y de xenofobia antimexicana, las disposiciones del gobierno de La Habana constituyen medidas de obvia sensatez y pertinencia ante una amenaza sanitaria que, en la circunstancia presente, sería más devastadora para la isla de lo que sería en otras partes. El gobierno de México, en suma, debe cobrar conciencia de esta situación y, en lugar de abrazar un discurso patriotero y hasta chauvinista, corregir los errores propios –de los cuales la opinión pública internacional ha tomado nota– y rectificar el pésimo manejo que ha hecho en general con respecto a la todavía vigente emergencia sanitaria.

La era de la democracia directa

Barómetro Internacional

Darío Botero Pérez

Celebración de los primeros cien días con Obama y nuestra Nueva Era, la de la Democracia Directa comprometida con los Objetivos del Milenio para 20015, o antes.

Las instituciones políticas y sociales son resultado de la lucha milenaria de la humanidad por una convivencia que garantice la supervivencia y las mejores condiciones de vida posibles para los miembros del conglomerado sometido a ellas.

Se ha partido de las más espontáneas y primitivas -altamente autocráticas-, como el matriarcado y el patriarcado, surgidos alrededor del núcleo familiar, célula social por excelencia.

Llegar a la constitución de repúblicas de democracia representativa significó un salto cualitativo gigante, en la medida en que se rompió con el presunto origen divino de la autoridad, aducido por las monarquías (y similares expresiones autocráticas de gobierno) para justificar las enormes diferencias sociales entre reyes, dictadores, señores, vasallos, esclavos y hombres libres.

En esas circunstancias históricas de precariedad productiva pero exaltación ideológica exacerbada por los abusos del absolutismo, la conquista de la soberanía por el pueblo mediante la sangrienta y radical Revolución Francesa, pronto se la enajenaron los capitalistas, a través de militares, políticos y gobernantes, tanto clérigos como laicos, siempre al servicio de los potentados.

Para tamaña expropiación de derecho tan sagrado, se valieron de su enorme apropiación privada de la riqueza social, tanto como del monopolio de las armas por los Estados diseñados para protegerlos de la canalla o populacho, como suelen llamarnos a los demás ciudadanos.

Ambas circunstancias obligan a los desposeídos a sometérseles, si no quieren morir de inanición o torturados.

De todos modos, el reconocimiento de que la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, es un avance importantísimo -producto de una larga y tormentosa lucha y de una difícil pero inevitable evolución social y antropológica- que tenemos la oportunidad histórica de consolidar, como ninguna generación precedente la tuvo.

Ahora es posible para los ciudadanos ejercer su derecho a gobernar directamente, pues las condiciones materiales lo permiten. Con Internet, está al alcance de todos, por ignorantes o preparados que se sientan, por tímidos, cobardes, valientes o arrojados que sean.

En contraste, bajo el imperio del capitalismo depredador, las limitaciones objetivas al ejercicio de la democracia plena y, por tanto, auténtica; o sea, al gobierno directamente por el pueblo, sin exclusiones ni privilegios, obligaron a establecer la figura de los “representantes”, elegidos por los ciudadanos para “representar” los intereses de los electores.

Pero es obvio que la naturaleza humana, por la prevalía del instinto de conservación que exige privilegiar la propia vida y el bienestar personal sobre cualquier cosa, obliga a los elegidos a defender, en primer lugar y sobre los de los demás, sus propios intereses.

Tal realidad se ha pretendido enfrentar y superar, o, al menos, matizar, exigiéndoles (y atribuyéndoles cándidamente, como lo anotó Voltaire), unas cualidades especiales a los líderes, políticos, gobernantes y funcionarios, aunque sabemos de sobra que ningún humano las posee, a pesar de Ghandi y otros seres ejemplares y sumamente escasos, las llamadas excepciones a la regla

Pero, para no retroceder a épocas de mayor arbitrariedad, asumimos que, efectivamente, son gentes de una honorabilidad y una pulcritud excepcionales. Se les ha dado carta blanca para actuar, y la han aprovechado. Ocasionalmente, algunos abusivos son sancionados, pero eso también es excepcional.

No obstante, para tranquilidad de la ciudadanía que no es tan insulsa, se supone que la división de poderes y la existencia de leyes y sanciones, impiden que los “representantes” se desborden.

Ha sido una ficción necesaria para que la república de la democracia representativa pueda funcionar, a pesar de las enormes desigualdades que consagra, perpetúa y profundiza, y de la evidente corrupción que incuba, en todas partes, no sólo en las republiquetas bananeras convertidas en Estados fallidos a causa de las nefastas políticas neoliberales y de la corrupción y vileza de sus gobernantes.

Afortunadamente, la dinámica social ha traído impresionantes avances técnico-científicos que irradian a toda la humanidad y exigen que -para alcanzar las instancias superiores para las que estamos preparados como especie-, toda ella se beneficie como consecuencia de la gran productividad característica de la automatización.

Ésta remplaza al humano productor directo, liberándolo de la esclavitud del trabajo, de modo que pueda desarrollar plenamente su potencial creativo, tan indispensable para enfrentar los asombrosos retos impuestos por la necesidad de sobrevivir y reparar los daños causados por el irresponsable capitalismo.

Pero, lo que los más atrasados (o tarados) interpretan, es que el pobre ciudadano se queda sin empleo y sin ingresos. O sea, sin capacidad de consumo, pues eso es lo que nos muestra la “realidad” que conocemos y vivimos (la misma convicción de nuestros abuelos primitivos que niegan que hayamos llegado a la Luna).

Tal interpretación se alimenta de las experiencias con el capitalismo, expropiador de las mayorías a nombre del “sagrado” derecho a la propiedad privada.

Sin embargo, en ese sistema, ésta sólo está al alcance de unos pocos, sobre todo si pensamos en la gran propiedad, aunque el espectáculo de los USAnos expropiados de sus casas, viéndose obligados a habitar en carpas, también corrobora la aseveración (si creemos que sus viviendas y enseres son su “capital”).

Las grandes promesas de libertad, igualdad y fraternidad que se apropió, fueron el sustento ideológico de las revoluciones burguesas que les permitieron a los capitalistas “capitalizar” los anhelos ciudadanos en su beneficio, enajenando no sólo a la nobleza sino también al pueblo del monopolio del poder.

Pero esos nobles sueños de los plebeyos jamás se han cumplido para las mayorías. Los ciudadanos han sido estafados. Los frutos de la Revolución Francesa no han llegado a quienes levantaron las consignas reivindicando la dignidad de todos. Se los arrebataron los potentados.

Para acabar de ajustar, las funciones que el capitalismo clásico admitió como esenciales para la existencia social -de modo que se las asignó al Estado como monopolios públicos sustraídos a las feroces leyes del mercado y ajenos al lucro egoísta y letal de los potentados-, durante el decadente imperio del neoliberalismo fueron privatizadas.

Su inmenso mercado cautivo no dejó de atraer la codicia de los potentados, quienes aprovecharon su intimidad con el actor Ronald Reagan para materializar otra de las criminales recetas de la Escuela de Chicago, la “desregulación”.

Para sólo mencionar el aberrante, detestable e inadmisible caso del agua, que merece un escrito aparte, dada su extrema gravedad; entre otros desastres, la desregulación le permitió al sistema financiero aumentar sus tasas de ganancia geométricamente.

Apelaron a un “ingenioso” diseño de toda clase de estafas. Para atrapar incautos codiciosos, ansiosos de enriquecimiento rápido y fácil, les pusieron nombres cautivantes bajo la denominación genérica de “productos financieros”.

Pretendieron hacerle creer a la humanidad que habían “evolucionado” de servidores de la sociedad -privilegiados con el manejo del monopolio público del ahorro y el crédito bajo un estricto control del Estado- a industriales creativos, cuya materia prima es el dinero, del que sacan toda clase de “derivados” aprovechando que nadie les estorba ni vigila.

De hecho, lo que realmente han explotado es la confianza del público, víctima de estafas asombrosas por su codicia y gracias al desamparo por parte de las autoridades, que debieron protegerlos si sus amores no fuesen con los potentados neoliberales.

Por fortuna, la crisis actual nos ha cogido en una etapa de la humanidad cuando se volvió real y cotidiano ese sueño del “ágora” donde se reunían, porque cabían y se respetaban mutuamente, los escasos humanos que ostentaban la condición de “ciudadanos” en la esclavista sociedad griega.

Ésta fue la inventora del concepto “democracia”, bastante avanzado y civilizador, sustento y guía de la lucha de la humanidad por recuperar el ejerció de la soberanía por los pueblos, por todos y cada uno de los “ciudadanos”, arrebatándosela a quienes nos la expropiaron para mantenernos sometidos y llevarnos al borde del abismo de la extinción, junto con muchas especies más.

Desde la Revolución Francesa, esa condición de “ciudadanos iguales” se nos reconoce teóricamente a todos, aunque en la práctica siempre se nos ha negado a las mayorías.

Pero, por fin, ahora disponemos del “ágora virtual” que permite que todos y cada uno participemos y nos expresemos directamente, en una clara defensa de nuestros verdaderos intereses, valores y principios, no de lo que los “representantes”, en su mayestática y anacrónica grandeza, consideran que son.

Podemos ejercer nuestra ciudadanía soberana sin recurrir a representantes, delegados o intermediarios; sin necesidad de acudientes ni apoderados ni tutores; sin estafadores de por medio, interesados en su propio beneficio.

Estos son los asombrosos escenarios de nuestra “modernidad”.

A pesar del cálculo mezquino de los potentados, que causa dolorosas y absurdas crisis y frena el progreso, éste no deja de ser vertiginoso. Tampoco deja de exigir que le quiten las ataduras del interés egoísta de unos seres anacrónicos que demandan sepultura para que la vida no se extinga.

A pesar de todo, hoy disponemos de las herramientas para materializar los mejores sueños y construir la gran confraternidad universal.

Será el más exquisito fruto de la “globalización” puesta al servicio de los intereses estratégicos de la especie y de la vida, en vez de al de los potentados que amenazan su supervivencia y han convertido los países en grandes sucursales de sus empresas, en desiertos y basureros.

Muchos no lo entienden, ni sospechan su significado para la especie, la vida y la Pacha Mama o Madre Tierra, exaltada por Evo Morales ante todas las naciones, en una reivindicación oportuna de las sabidurías milenarias que la patanería capitalista desprecia.

Por eso, la crisis del sistema es irreversible. No sólo la del capitalismo, que es su agobiante y letal expresión económica y social, sino la de todas las instituciones diseñadas al amparo de la democracia “representativa”, lo mismo que la de los regímenes totalitarios ajenos a cualquier noción de democracia, que perpetúan las desigualdades tras la jerarquía todopoderosa.

Para lograr ese luminoso futuro, es ineludible castigar a los potentados corruptos y a todos sus cómplices, porque nos han sumido en esta espantosa miseria, convirtiendo el mundo en un basurero.

Acompañando a Madoff deben estar Bush y todas las miserias humanas, llenas de plata, odio y poder, que representan. Son la encarnación de la hidra mítica que intenta ser el capitalismo, enemigo de su merecido destino mortecino, como lo demuestra su pataleo desesperado por evitarlo.

Se les acabó su imperio capitalista que les permitía engañar, estafar y suplantar al soberano, acaparando la riqueza social que le pertenece a la humanidad para que pueda cumplir su glorioso destino, envilecido por los “grandes” hombres de la política, la milicia y el culto a “dios”.

Los últimos cumplen la función de explotadores abusivos de la noción universal de Dios, para poner a los creyentes al servicio de los potentados que degradan la dignidad humana, pisoteando nuestra condición divina.

Aunque el capitalismo dice garantizar las oportunidades, la igualdad y las libertades, en verdad, fomenta, aunque desesperado por ocultarlas y embellecerlas, demasiadas injusticia, desigualdad, mezquindad, iniquidad, opresión y miseria.

La caricatura mortal para la dignidad y el progreso universales que ha demostrado ser el capitalismo, como sistema o “modo” de producción, seguirá sacrificando generaciones para que los potentados no pierdan sus privilegios, en caso de que seamos inferiores a nuestra obligación histórica de darle sepultura.

En tal caso, no será posible resolver el milenario conflicto del medio oriente. Y veremos como sigue el exterminio sionista de palestinos para arrebatarles sus tierras. Tampoco terminarán las invasiones a Afganistán e Irak ni el acoso a Irán. Cuba no recuperará el territorio de Guantánamo y el gobierno colombiano confirmará su vileza despreciable ofreciendo los aeropuertos de la patria para que los USAnos multipliquen la base militar de Malta que el gobierno soberano del Ecuador les exigió que le devolvieran a su digno y erguido país.

Mucho menos podremos, antes de 2015:

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2. Lograr la enseñanza primaria universal
3. Promover la igualdad entre los sexos y el ‘empoderamiento’ de la mujer
4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades
7. Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente
8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo

O sea, los Objetivos del Milenio no pasarán de ser un engaño colectivo más, propiciado por los potentados para adormecer nuestra sensibilidad hasta admitir la miseria, la enfermedad, la ignorancia, la discriminación, el aislamiento y la desigualdad como el estado natural del ser humano, mientras ellos aumentan exorbitantemente sus fortunas y destruyen el planeta.

Eso sucederá si nos negamos a reclamar y ejercer nuestra soberanía, y si no castigamos a todos los criminales que tanto mal le han hecho a Pacha Mama y a todo su contenido, del cual nosotros somos parte afectada capaz de reaccionar, si dejamos de ser tan indiferentes, pendejos y cobardes, si tenemos dignidad.

Depende de cada uno establecer los síes con los cuales se identifica, si es que le da la gana de pellizcarse y participar en los asuntos públicos que a todos nos competen y que nadie tiene el derecho de apropiarse, aunque es lo que ha venido sucediendo aprovechando la indiferencia de los escépticos.

dario.botero.p@gmail.com

¿Bioterrorismo y Psy Op fracasado?

Escrito por José Alberto Villasana

Uno se pregunta si lo que vivimos en México no fue un experimento de “Operación Psicológica” (en Inglés Psy Op) inducido desde el extranjero.
Si lo que denuncia el congresista estadounidense Ron Paul es real, en el sentido de que el virus porcino fue creado en laboratorio y sembrado en México para provocar una involución autoritaria que justificara “en espejo” la Ley Marcial en los EE.UU., y si las epidemias son parte del diseño para precipitar la creación de la Unión de América del Norte, como lo señala el documento de la SPP de agosto de 2007, entonces podemos decir que la influenza porcina fue una operación fracasada, pues no se logró que el virus contagiara y matara a cientos y miles de personas como debió haberlo hecho.
A juicio de varios epidemiólogos, la propagación tuvo todas las características de un ataque bioterrorista, por ser fuera de temporada de influenza y, sobre todo, por ser muy focalizado. Tal propósito, como ha sido denunciado abiertamente, tendría el efecto, aparte del control político-social arriba mencionado, de crear una masacre humana y otorgar millonarios beneficios a quienes diseñaron el contagio, mismos que ahora venden a la Organización Mundial para la Salud (OMS) y a los gobiernos, la vacuna contra el virus que ellos crearon.
El gobierno mexicano hizo bien su trabajo, pues logró contener la “epidemia”, pero tiene ahora el deber de investigar y denunciar los datos tendenciosos que se le presentaron.
En primer lugar, se tiene que reconocer públicamente que no se trató de un virus nuevo, como se dijo, hay al menos tres precedentes de contagio de virus porcino. Uno de ellos, el de 1976, es muy significativo, pues resultó ser un virus creado en el laboratorio militar estadounidense de Fort Dix, en New Jersey. En esa ocasión cientos de soldados fueron infectados y el gobierno lanzó un programa de vacunación masiva para 40 millones de personas. Esa campaña se tuvo que suspender, y esto es muy importante, pues 30 personas resultaron muertas por la vacuna, y en otras provocó parálisis nerviosa.
En segundo lugar, no es un virus que procede del cerdo y de forma natural. En los mismo días que la Secretaría de Salud lanzaba su campaña sanitaria, el Centro de Control de Enfermedades (CDC), del gobierno de los Estados Unidos, informaba que el virus era una anormal combinación de cuatro virus : porcino, aviario y dos de influenza humana.
Una mezcla de ese tipo sólo se logra en cultivos de laboratorio e inoculación intencional. ¿Quién se encargó de hacerlo? ¿Por qué?
El Dr. Leonard Horowitz, experto en Salud Pública, denunció que el “nuevo” virus tiene origen en una red anglo-americana de ingenieros genéticos en que está implicado el laboratorio Novavax Inc. y cómplices del CDC y de la Organización Mundial para la Salud OMS, con el objetivo de cometer un genocidio económicamente beneficioso bajo el doble esquema de diseminar la enfermedad y vender a los gobiernos la vacuna y el antiviral.
Horowitz acusó concretamente al Dr. James Robertson (bio ingeniero y promotor de fondos para contratos de bio defensa) y a colaboradores del CDC, de haber ayudado a Novavax, en Bethesda, Maryland, a producir recombinantes modificados genéticamente, a partir de un virus de gripe aviar española, y porcina H5N1 y H1N1. También denunció que Novavax obtiene biosimilares a través del director de la sucursal de gripes del CDC, Dr. Ruben Donis, y del Dr. Rick Bright, hoy vicepresidente de los programas de Gripes Globales de Novavax.
“Recogieron pollos infectados con el virus H5N1 de gripe asiática, los llevaron a Europa, extrajeron su ADN, combinaron sus proteínas con virus H1N1 de cepas obtenidas de la gripe española de 1918, los mezclaron con genes de gripe porcina, e hicieron ingeniería inversa para que pudiera afectar a humanos”, explica Horowitz. “Luego, añade, lo trajeron a México, vía el Reino Unido y los EE.UU., a través del CDC. Ruben Donis tuvo que haberlos enviado a Novavax, donde el equipo de Rick Bright esta implicado en un plan para cometer genocidio y obtener grandes beneficios”.
¿Hay prueba de ello? Sí, dice Horowitz. El informe preliminar de Novavax en la Revista de Virología, con co-autores del CDC radicados en Atlanta, fue publicado on line en el mismo momento en que la Secretaría de Salud de México empezaba a informar de la nueva cepa, y Novavax preparó rápidamente la vacuna con aprobación fast track por parte del CDC.
Además, Robertson tiene influencia sobre la Agencia Europea de Medicinas (EMEA) y es investigador principal de la División de Virología en el Instituto Nacional de Estándares y Control Biológico (NIBSC) del Reino Unido. Durante una reunión, en abril de 2006, debatiendo sobre la estandarización de vacunas para gripe fue denunciado que el NIBSC estaba implicado en pruebas serológicas de ensayos clínicos sobre diseminación de virus de gripe a fabricantes de vacunas. Algunos de los participantes revelaron que el EMEA convence a fabricantes de vacunas para que “cuenten con las pandemias” en la introducción de “modelos de documento”, que no son sino nuevas cepas de virus de gripe diseñados biológicamente y denominados “biosimilares”.
Robertson es el titular de los derechos de propiedad intelectual en la tecnología genética utilizada para producir los “modelos de documento” de los virus H5N1 y H1N1 que fueron usados para desarrollar la vacuna de Novavax. ¿Conflicto de intereses? No. Robertson renunció a sus derechos de propiedad “temporalmente” durante la fase de investigación de la empresa, no sin haber acordado una recompensa garantizada cuando la vacuna estuviera comercializada y vendiéndose a los gobiernos.
En resumen, el virus propagado en México viene de Novavax y de cómplices del CDC, la OMS, o el NIBSC, con incentivos de millones de dólares para cometer duplicidad comercial a partir de la masacre humana, el gobierno estadounidense se hizo copartícipe por el interés de activar ya su Ley Marcial.
Pero ¿es la reducción de la población mundial en sí misma un propósito de grupos en el gobierno de los EE.UU? Sin duda lo es, y como política oficial a partir del Memorándum NSS 200 , elaborado por Herny Kissinger en 1974 bajo financiamiento de la familia Rockefeller, en el que se estableció que el crecimiento de la población mundial representa una amenaza para la seguridad nacional y los intereses de los EE.UU. Allí se nombran trece países (Parte 2, Sección B), entre ellos México, y se proponen las medidas agresivas que se han de imponer para reducir su crecimiento poblacional.
Aparte, existen casos emblemáticos de ataques bioterroristas comprobados. La bacteria de carbunco conocida como Ántrax, enviada a diversos senadores de los EE.UU. y que mató a cinco personas en octubre de 2001, resultó hacer sido creada en el Instituto Médico Militar estadounidense (USAMRIID), con sede en Maryland.
Cuando se propagó la fiebre aviar en Asia, el ministro de salud de Indonesia señaló abiertamente al gobierno de los Estados Unidos de haber sido el causante, y lo acusó de estar llevando a cabo actos de bioterrorismo .
Otro escándalo es que Donald Rumsfeld, secretario de Defensa con George Bush, es accionista de la Gilead Sciences (al igual que George Shultz y otros funcionarios del aparato militar estadounidense). Es la empresa que posee los derechos intelectuales del Tamiflu fabricado por Roche, y se encarga de venderlo a los gobiernos como antiviral contra la fiebre aviar y ahora contra la fiebre porcina. El martes 5 de mayo la OMS anunció que distribuirá 2,400,000 tratamientos de Tamiflu a 72 países, incluido México . Rumsfeld fue presidente de Gilead desde 1997 y renunció cuando entró al gabinete de Bush, pero siguió conservando su participación accionaria. El gobierno de los EE.UU., incluido el Pentágono, ha sido uno de los principales clientes del Tamiflu.
En los últimos años, a las vacunas contra la influenza que importamos de los EE.UU. se les han venido agregando agentes que traen como efecto secundario neumonía, cáncer, hepatitis, diabetes e impotencia, así como autismo en los bebés.
Por eso volvemos a preguntarnos ¿si la reducción intencional y selectiva de la población mundial, con grandes beneficios económicos, una fantasía de la teoría de la conspiración? Parece que no. Cada vez hay más declaraciones en el sentido de que esa demencia está siendo propuesta como una necesidad para solucionar los problemas ambientales. De suyo, también se está reduciendo a la población mediante terrorismo de estado encubierto que justifica exterminios masivos.
Por último, es también grave y sospechoso que se nos imponga el inyectarnos Tamiflu o Relenza, y no se nos informe sobre los antídotos naturales que existen para prevenir la influenza, como es la ingesta de antioxidantes que están al alcance popular, o la aplicación del aceite Aceite de Rateros, que es un potente antiviral comprobado en laboratorio, o los hidrosoles de plata antimicrobiana (Oxysilver). Tampoco nos dicen que si se adquiere el contagio, existe el remedio natural de la plata coloidal. Por eso uno se pregunta si no habrá algún tipo de connivencia con los grandes laboratorios.
Hay que investigar y hay que informar. Un pueblo informado y educado es un pueblo sano. Ignorancia no es salud.
avillasa@yahoo.com

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Un pueblo con tapabocas

Jesús Peraza Menéndez

Enfermedad, neoliberalismo y resistencia social

Fidel Castro señaló directamente a los terroristas, éstos que mantienen controladas las organizaciones mundiales económicas y de la salud a las que se ha inclinado sin chistar Felipe Calderón, como siervo incondicional. Fidel Castro, por experiencia propia pues, no sólo trataron de asesinarlo varias veces con estos recursos biológicos, sino que fue testigo cuando indujeron plagas, por ejemplo, para acabar con las cosechas de trigo y avena en la ex Unión Soviética, poco antes de la Perestroika de Gorvachov. Contaminar con enfermedades a la resistencia vietnamita, como algunas formas de herpes-genital, primero violaban a las mujeres y éstas, que no eran vulnerables a ese tipo de herpes, se los trasmitían sin saber a sus compañeros, algo parecido al cáncer cervicouterino de forma inversa, pues los hombres parecen ser los portadores sin ser vulnerables y se los trasmiten a las mujeres sin saberlo, aunque hay que tomar conciencia y revisarse con Sandra Peniche y las camaradas de la UNASSE o Judy Ortega Canto, de Medicina Social de la UADY. Las agencias de inteligencia militar manipulan bacterias y virus como recursos de guerra, lo hicieron en Colombia, pagaron investigaciones a Universidades Públicas, sobre una especie de mosca, cuya peculiaridad es reproducirse en cantidades extraordinarias en poco tiempo, la usaron para hacer “guerra bacteriológica” en las selvas indoasiáticas. (ver La Jornada 05/05/09).
Señala el controvertido Marcos Rascón (La Jornada 05/05/09), lo único que han exhibido los medios: “es un pueblo con tapabocas”, que se disciplina concientemente, accediendo al llamado, para enfrentar el brote de influenza. Claro, el sujeto-crítico-de masas, no podía fijar un sitio geográfico único del que brota la epidemia o un grupo, nación, comunidad, clase social, etnia que la produjera. La reunión misma representa peligro de contaminación: ¿cómo entonces controlar el foco de infección? Sumado a esto está la tormentosa campaña de la industria cultural, de cine-TV, que cada vez proponen - en sus no tan fantásticas series y películas- estos nuevos terrores imparables, a menos que la humanidad se someta al mando con obediencia de los poseedores de la tecnociencia y las armas o espere superhéroes que saldrán de las naciones desarrolladas con una renovada visión conservadora para “los buenos”.
La sutileza de un lenguaje-mediático-múltiple que se traduce en que “la salvación” reside en la obediencia-al-mando autoritario, la-verdad-soy-yo o el Estado-soy-yo, como en los viejos tiempos del infierno, usando algunos datos “objetivos” a los que se le dan interpretaciones subjetivas que le transfieren la culpa al ser humano común y no la organización inhumana de sus empresas agropecuarias-maquiladoras, el desorden e incapacidad de los servicios de salud, menguados y reducidos por órdenes de esos organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Entre otras observaciones objetivas están las de la reducción de los presupuestos de salud, investigación, educación y en general la reducción de presupuesto a las universidades públicas, pues las privadas investigan poco y forman narcojuniors o magnates gerenciales para empresas fraudulentas como la Bolsa de Valores, los bancos, la producción chatarra de alimentos, ropa, cultura, televisión, son la “gente de bien”. Es injustificable el cierre -durante el gobierno de Ernesto de Zedillo- del Instituto de Investigaciones Virales y los laboratorios para la producción de vacunas. Cuestiones que las Cámaras de Senadores y Diputados deberán tomar como prioridad para echar abajo las políticas de reducción presupuestal en áreas estratégicas para el desarrollo humano y social, para que no nos sorprendan las pandemias, los desfalcos, las crisis económicas y los fraudes electorales. (Continuará).

Filosofía cancelada o lo que es lo mismo: Chafeando a modo de tango

“Roma se hizo en un día”. Considero que 20 años (“no es nada”) de Tecnologías de Información y Comunicación-digitales, son apenas el despertar a un sueño soñado por todos en momentos de comunión con la otredad, que usualmente ocurren en los procesos creativos (artísticos o científicos o filosóficos), en la contemplación de expresiones estéticas, en la compasión, que es otra forma de la pasión amorosa: placer y goce en el dar-nos y no existir sino en el otro, por instantes que duran la única eternidad que nos es dada. Puedo se pesimista u optimista al respecto, pero el entorno global me inclina al pesimismo en el corto plazo. La globalización llegó antes de nuestra madurez, no hemos conseguido construir sujetos colectivos conscientes de las limitaciones a las que el universo -que tiende al caos- nos tiene sujetos. Somos sujetos sujetados, persistimos antientrópicos, egoístas, individualistas, consumistas: somos el ombligo del universo. Tener mejor que ser, entre rudos y cursis terminamos invariablemente despojados. Deseamos creer que estar conectados e informados sobre temas que son significativos y relevantes, nos aporta beneficios colectivos que siempre están por llegar: ya mero somos una democracia. ¡Ya se fue Bush: el cretino! Algún día los genocidios, la miseria, el hambre y el sufrimiento de millones de otros yos… desaparecerán. La mercadotecnia mediática es ahora la democracia y no hay lugar para la verdad, porque ¡ya no existen!, La verdad, ni La realidad. Las perdimos antes de darnos cuenta de su monstruosidad. Para que exista el bienestar de unos cuantos, se necesita control, censura, no saber (decrecer la sabiduría) y mantenernos servidumbre de las elites. Los discursos a favor de la tolerancia a las diferencias son irrelevantes cuando en el “hacer” la narrativa es contraria. No ha concluido la Revolución Francesa, seguimos en el terror desatado por la consciencia de la responsabilidad que impone ser liberes porque “Dios ha muerto”.