Sique
En el diario chileno El Mercurio del día 13 del presente aparece una nota sobre el presidente Lula en el que dice que "con la edad se ha vuelto menos de izquierda". Y después agrega: "Las cosas evolucionan de acuerdo con la cantidad de cabellos blancos y la responsabilidad que uno tiene"...
Esto de que los viejos tienden más a la derecha y los jóvenes a la izquierda lo he escuchado muchas veces. Independientemente de que suele ser verdad creo que los cambios de los de izquierda hacia "menos de izquierda" no obedecen a una evolución del pensamiento sino a otros factores que vienen con la edad.
Vayamos primero al origen de qué es ser de izquierda y qué es ser de derecha, y luego como fueron evolucionando de manera general para llegar a una noción que integre los valores de la izquierda y los de la derecha, porque el equívoco de tales posturas políticas está relacionado con la definición que cada quien tiene de ellas que por lo general viene de una preconcepción de acuerdo con el entorno en que ha vivido la persona y es útil revisar esos conceptos.
En el contexto de la Revolución Francesa, la Asamblea Nacional estaba conformada por varios grupos; uno de los que tuvo mayor influencia fue el de los jacobinos, entre quienes estaba Robespierre. Casualmente los jacobinos se sentaban en la tribuna de la izquierda. La postura de éstos era republicana, estaban en contra de la monarquía y tenían opiniones revolucionarias extremas para esa época; mientras que los que se sentaban a la derecha apoyaban la monarquía y el antiguo régimen, reaccionaban (de ahí que se les llame reaccionarios) a la Revolución Francesa. Es decir, los conceptos de izquierda política y derecha política provienen de los lugares que ocupaban en la tribuna los distintos grupos en la Asamblea Nacional y luego se tradujo en la posición que guardaban políticamente los que se sentaban en uno y otro lado.
En sus antecedentes estarían Francis Bacon y Tomás Moro que establecieron las bases del humanismo utópico al que se le fueron implementando reformas sociales para derivar en el socialismo utópico. Después de la Revolución Francesa fueron Marx y Engels quienes establecieron las bases de la concepción clásica de la "izquierda" que se centra en los derechos de los obreros. Y así se fueron agregando conceptos según se va reflexionando sobre la equidad, la solidaridad y la diversidad relacionadas con el humanismo, el liberalismo y el progreso. Es decir, la izquierda está identificada con la igualdad, la libertad, la fraternidad, la separación de poderes y el rechazo a una sociedad dividida. Tiene que ver con reformas sociales que permitan que no haya desigualdad económica y social, con los derechos humanos, con los derechos laborales, con lo revolucionario, con los cambios y con el progreso hacia un mundo mejor para todos. Evidentemente tiene un amplio espectro que va desde los más radicales hasta los ahora llamados socialdemócratas. Pero todos ellos son de izquierda, en lo que difieren es en la forma de lograr esos objetivos. Si no fuera por los movimientos hacia la izquierda seguiríamos en una sociedad de tipo medieval. Mientras que la derecha está identificada con mantener el orden social establecido, en contra de los cambios, enfatiza el libre mercado por encima del igualitarismo y busca potenciar valores y derechos individuales. Está en contra de la diversidad y promueve la intolerancia con quienes son diferentes, discrimina, divide a los seres humanos en clases inferiores y superiores, tiende a aceptar a la iglesia como autoridad no sólo religiosa sino civil y a conservar el status quo. Ahí también hay una gama que va de derecha-centro a ultraderecha.
Volviendo al comentario de Lula de que "las cosas evolucionan de acuerdo con la cantidad de cabellos blancos y la responsabilidad que uno tiene", lo que realmente está diciendo es que ya no tiene la fuerza necesaria para hacer cambios ni para echarse esa responsabilidad porque está viejo y cansado; o quizás que la edad lo ha hecho más prudente o más temeroso. Entonces: las cosas no "evolucionan", se detienen o bien avanzan más lentamente porque ya no hay fuerza para luchar por los cambios, porque se opta por la prudencia con su dosis de miedo justificado o no, sin embargo cuando se tienen principios y convicciones firmes que están fuera de una situación personal y egoísta, si ya no se puede luchar con la energía de antes, se aplaude la lucha que libran los otros para que haya justicia económica y social en beneficio de todos, que es precisamente el eje de las ideas de la izquierda.
Lula agrega: "Una persona muy anciana que es de izquierda tiene problemas, así como un joven que es de derecha tiene problemas"...
Insisto: una persona muy anciana que es de izquierda tiene el problema de que no tiene la fuerza necesaria para luchar y más problemas si vive en condiciones de miseria. Sin embargo, hemos visto una sustancial cantidad de ancianas y ancianos que van a las manifestaciones y marchan gritando consignas en apoyo a López Obrador. A la mejor el anciano que vive en la opulencia o en una situación holgada no tiene necesidad de luchar como por ejemplo el propio Lula, pero eso es distinto a cambiar de convicciones o de principios, si es así es que no había una verdadera convicción sino que era una cuestión personal, pero el egoísmo no es nada que deba presumirse por más cabellos blancos que uno peine. El que un anciano de izquierda tenga problemas porque su pensamiento y su moral no hayan evolucionado, no es cierto, nada más grato que un anciano o una anciana de izquierda, los hay incluso de la extrema izquierda.
Respecto a "un joven que es de derecha tiene problemas"... sí claro que tiene problemas de ética y falta de humanismo pero esos los puede tener una persona a cualquier edad. No creo que el peinar canas justifique que se sea de derecha, porque los principios de la derecha se alejan de la justicia lo cual afortunadamente y hasta el momento no es el caso de Lula.
Y otro de los comentarios: "lo ideal es el camino del medio"... Es decir ¿qué haya igualdad pero no mucha, que haya libertad pero no mucha, que haya fraternidad pero no mucha, que haya separación de poderes pero que a veces se mezclen, y que haya una sociedad un poco dividida? La justicia, la libertad y el respeto son valores absolutos y universales y no van en gradientes o hay justicia o no la hay, no es cuestión la hay a medias. ¿Radicalismo? "¡Nooo!", las cosas son o no son, se está embarazada o no se está embarazada para usar un ejemplo recurrente. Los principios y los valores son o no son. El que cada vez la conducta de los seres humanos se acerque más al ejercicio de dichos valores y principios o el que haya limitaciones para implementarlos es otra cosa pero el camino debe ser siempre hacia el ideal, después viene el "como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda".
A López Obrador lo llaman radical porque no "negocia", es decir, ¿hay que ser honesto pero no tanto? Una cosa es que los cambios no se puedan lograr de la noche a la mañana y otra muy distinta es aceptar que los valores que uno tiene se rebajen a la mitad. No se puede pensar en que hay que decir medias verdades porque son mentiras, ni tener unas libertades pero no otras, ni una democracia a medias, la hay o no la hay.
Lula ha sido un buen gobernante y por algo lo eligieron los brasileños con el 61% de la votación, durante su gobierno se han implementado cuestiones que sin duda han beneficiado al pueblo brasileño pero aun falta mucho más. Entre él y Chávez hay diferencias sobre el modelo de la integración sudamericana y sobre la forma en que gobiernan las izquierdas pero apuntan al mismo fin, como hay diferencias entre López Obrador y Marcos (aunque para éste último AMLO sea la "derecha moderada"); las divisiones de la izquierda, que si tú eres menos y yo más o que si yo sé como y tú no, es lo que en varias ocasiones ha impedido un mayor avance. De momento no es que tan a la izquierda se esté sino que se esté dentro de la izquierda para marchar juntos, primero los qué y después los cómo.
Actualmente Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Haití, Venezuela y Cuba tienen gobiernos de izquierda en sus distintos matices y sus diferencias de cómo ejercerla. México debiera tenerlo constitucionalmente porque el pueblo optó por esa propuesta, así que América Latina está enfilada a implementar cada vez más la justicia, el progreso, la libertad, la igualdad, la fraternidad, el humanismo y el bienestar de todos. Son buenas noticias.