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Discurso de AMLO en la Asamblea Extraordinaria en el Hemiciclo a Juàrez
Durante la asamblea informativa extraordinaria del Movimiento Nacional en
Defensa del Petróleo, en el Hemiciclo a Juárez
Amigas y amigos:
Les agradezco su presencia en esta asamblea informativa que convocamos con
apenas dos días de anticipación, porque así lo ameritan las
circunstancias.
Como todos sabemos, estamos viviendo tiempos de crisis económica,
inseguridad e incertidumbre. Esta decadencia, como lo hemos dicho en otras
ocasiones, no es producto ni de la fatalidad, ni del destino, sino el
resultado de la política de pillaje que han venido imponiendo los
potentados.
No olvidemos que desde hace 25 años, un grupo de delincuentes de cuello
blanco se apoderó del gobierno, se ha venido apropiando de los bienes del
pueblo y de la Nación, y ha destinado el presupuesto público para el
beneficio de unos cuantos.
Es evidente, también, que este grupo ha sido el principal obstáculo para
la democratización de nuestro país. Ellos fueron los autores intelectuales
del fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2006. No
olvidemos que esta mafia integrada por banqueros, especuladores,
traficantes de influencia y políticos corruptos, que cada vez están más
identificados, echó a andar una campaña sucia en contra nuestra, con la
complicidad de la mayoría de los medios de comunicación. Y cuando
advirtieron que ni así nos ganarían, apostaron al fraude electoral y de
plano nos robaron la presidencia de la República.
Por nuestra parte, a pesar de la tristeza de millones de mexicanos que
tenían fincadas sus esperanzas en un verdadero cambio, decidimos poner por
delante nuestras convicciones y continuar luchando por la dignidad, la
justicia, la soberanía, la libertad y la auténtica democracia.
De manera sencilla, pero profunda, desde hace dos años definimos que
nuestro movimiento iba a defender al pueblo, al patrimonio nacional y que
íbamos a trabajar, desde abajo y con la gente, en la construcción de una
nueva República para establecer una nueva economía, una nueva forma de
hacer política y una nueva convivencia social, más justa, más humana y más
igualitaria.
También definimos con mucha claridad que no caeríamos en la trampa de la
violencia, que nuestro movimiento es pacifico y que así vamos a
transformar la vida pública del país, porque tenemos la razón y contamos
con la participación y el respaldo, como nunca se había visto en la
historia de de México, de millones de mujeres y hombres libres y
concientes.
En nuestra actuación política siempre hemos sido responsables, poniendo
incluso por encima de nuestros legítimos intereses personales o de grupo,
el interés del pueblo y de la Nación. Una prueba de ello, es que desde
hace 14 meses advertimos sobre los efectos que tendría la crisis económica
de Estados Unidos en nuestro país. Hoy, desgraciadamente, se están
cumpliendo esas predicciones. El 22 de agosto de 2007, en una carta a la
opinión pública, además de explicar puntualmente cómo se estaba gestando
la crisis en Estados Unidos, hicimos recomendaciones y exhortamos a los
encargados del manejo de la política económica, a que tomaran medidas para
proteger al pueblo y a los sectores productivos del país.
No obstante, se desatendieron nuestras advertencias. Al grado que Calderón
hace apenas 20 días, expresaba, de manera vulgar, que si en Estados Unidos
les daba pulmonía, aquí apenas nos provocaría una gripe.
El domingo 28 de septiembre, en el zócalo de la ciudad de México, propuse
un plan anticrisis destinado a fortalecer nuestra producción interna,
reducir el déficit comercial, evitar el desempleo y un mayor
empobrecimiento.
Concretamente, recomendé al Congreso que, entre otras medidas, se debían
cancelar los aumentos de precios de la gasolina, el diesel y la
electricidad; aumentar el presupuesto destinado al campo, estableciendo
precios de garantía y subsidios a los fertilizantes y a otros insumos;
construir tres refinerías para dejar de comprar las gasolinas en el
extranjero; llevar a cabo un programa de construcción de obras públicas,
para reactivar la economía y generar empleos; así mismo propuse que se
otorgaran becas a todos los estudiantes de preparatoria del país; que se
aumentara el presupuesto a todas la universidades públicas, que se
entregaran pensiones alimentarias a todos los adultos mayores del país; y
sus ahorros a los exbraceros y que se cancelara la llamada Alianza
Educativa, que agrede al sector magisterial.
Diez días después, el miércoles 8 de octubre por la mañana, volvimos a
insistir en el plan anticrisis, inclusive, di a conocer cómo podrían
ahorrarse 200 mil millones de pesos del presupuesto, si se suprimían o se
reducían partidas destinadas a mantener los privilegios de los altos
funcionarios públicos. Y que ese dinero se destinara a impulsar
actividades productivas y en auxilio del pueblo pobre y desposeído.
Fue hasta ese día, por la noche que Calderón por fin reaccionó y dio a
conocer un programa para el crecimiento y el empleo, al mismo tiempo que
tomaban la decisión de utilizar las reservas del Banco de México para,
supuestamente, detener la devaluación del peso, lo cuál no fue mas que un
rescate encubierto a los potentados de siempre, que mediante la
especulación, auspiciada y tolerada desde arriba, se han devorado, en un
abrir y cerrar de ojos, 9 mil millones de dólares, que significan más del
10 por ciento de nuestras reservas.
Ante ello, exigimos que se investigue y castigue a los responsables, no
sólo a los especuladores sino a los funcionarios que tomaron esta
decisión. Desde ahora les puedo asegurar que en todo este enjuague están
metidos los mismos que le dieron dinero y ayudaron a Calderón para hacer
el fraude electoral.
En cuanto al plan de crecimiento y empleo, convendría hacer la pregunta:
¿por qué hasta ahora?, ¿qué estuvo haciendo Calderón en todo este tiempo?
Lo cierto es que se han perdido casi dos años. No se ha rescatado el campo
para lograr la autosuficiencia alimentaria y aumentó la importación de
gasolinas y otros petrolíferos que deberíamos estar produciendo en el
país; y mientras es público y notorio el inmovilismo del gobierno
usurpador, están quebrando pequeñas y medianas empresas, la industria de
la construcción está paralizada, las ventas del comercio siguen cayendo y
crece el desempleo y la pobreza. Y lo peor es que se dejó pasar la
oportunidad de aprovechar los precios altos del petróleo, que difícilmente
se volverá a presentar y la mayor parte de los excedentes se ha derrochado
para mantener los privilegios de la alta burocracia.
Sin embargo, en el programa de Calderón hay un anuncio significativo: dio
a conocer que se construirá una nueva refinería; es decir, después de que
envió sus iniciativas para privatizar la refinación del petróleo y luego
de tanto engaño en el sentido de que no había dinero y que hasta lo
prohibía el actual marco legal, como se decía en un comercial del gobierno
en la televisión. Ahora de pronto apareció el dinero y quedó demostrado
que no la construía por el compromiso con empresarios nacionales y
extranjeros para entregarles el jugoso negocio de la refinación del
petróleo.
Pero en fin, este anuncio, amigas y amigos, significa que ya no se podrá
privatizar cuando menos la refinación del petróleo. Y eso es un triunfo de
este movimiento, de todas y todos ustedes, defensores del petróleo.
Aunque todavía está por verse si construye la refinería, porque Calderón
no ha sido capaz ni de pegar un ladrillo, y han demostrado ser una bola de
inútiles. Recordemos que hace cuatro años, Fox hizo un anuncio similar: se
comprometió ante mandatarios de Centroamérica de construir una refinería y
todavía lo están esperando.
Amigas y amigos:
Convocamos a esta asamblea porque están elaborándose los dictámenes en el
Senado para la llamada reforma energética y necesitamos estar informados y
atentos. Como aquí lo ha explicado el senador Pablo Gómez, legisladores
del Frente Amplio Progresista están defendiendo nuestra postura que se
resume en tres criterios básicos: No aceptar nada que viole la
Constitución, no permitir la privatización en ninguna de sus modalidades,
y no ser cómplices de la corrupción en Pemex.
Hemos tomado la decisión de impulsar, sobre todo, la propuesta elaborada
por técnicos, expertos e intelectuales para fortalecer a Pemex sin
entregar la renta petrolera a particulares, nacionales y extranjeros.
De manera específica nos oponemos a lo siguiente:
1. No aceptamos la creación de filiales de Pemex, como lo propone la
cúpula del PRI. Ello significaría reafirmar la política de Salinas que,
para privatizarla, en 1992 la dividió en cuatro empresas, cuando en
realidad lo que se necesita es integrar a Pemex para utilizar toda su
cadena de valor y convertirla en palanca del desarrollo nacional. La
propuesta de filiales es una especie de reparto del botín para consolidar
los acuerdos entre el PRI y el PAN.
2. No permitiremos los contratos-riesgo, ni abiertos ni con disfraces. Es
decir, los contratos incentivados propuestos por el PAN, ni los llamados
contratos de éxito que pretende el PRI.
3. No estamos de acuerdo en que en el nuevo régimen de excepción
administrativo que proponen el PRI y el PAN, se dé manga ancha para la
asignación de obras, adquisiciones y servicios, mediante el procedimiento
de invitación restringida o asignación directa de contratos. Sería
grotesco que, con toda la corrupción que opera en Pemex, todavía se
siguiera fomentando el contratismo en beneficio de empresas y de
funcionarios deshonestos.
4. No aceptaremos que se asignen a compañías nacionales o extranjeras,
bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la
exploración y perforación de pozos petroleros.
5. Estamos en contra, como lo proponen el PRI y el PAN, de que Pemex
compre fianzas y seguros para darle impunidad a los consejeros y a su
director, por los daños que causen a la empresa o al patrimonio de la
Nación. Con ello se estaría legalizando descaradamente la corrupción y la
impunidad.
6. Rechazamos tajantemente que Pemex se someta a la decisión de
tribunales internacionales, porque se estaría permitiendo la violación
de nuestra soberanía.
Hay desde luego otros temas que tenemos que cuidar, sin embargo, estos son
los que considero fundamentales.
Amigas y amigos:
Estamos a punto de resolver esta controversia tan importante para el
presente y el futuro de la Nación. Sé muy bien de que no es un asunto
fácil, son muchos y muy poderosos los intereses en juego. Conozco el
tamaño de la ambición de quienes buscan desesperadamente la privatización
del petróleo.
Por ejemplo, tengo información de que Claudio X. González, presidente del
Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, estrechamente vinculado a Carlos
Salinas, y quien fue uno de los principales promotores de la guerra sucia
durante la campaña y del fraude electoral, está actuando y convenciendo a
Manlio Fabio Beltrones, a Enrique Peña Nieto, a Francisco Labastida, a
Emilio Gamboa y a Beatriz Paredes, para terminar de amarrar la alianza con
Calderón y llevar a cabo la privatización del petróleo.
¿Y por qué creen ustedes que Claudio X. González está haciendo esta labor
de cabildeo? ¿Es que realmente le interesa fortalecer y modernizar a
Pemex? ¿O acaso es sólo su ideología de derecha?
No, es por su voracidad y codicia. Este personaje tiene intereses en el
sector energético, concretamente está haciendo jugosos negocios en la
Comisión Federal de Electricidad, a la que él, junto con otros salinistas
y empresas extranjeras, han llevado a la ruina, y ahora pretenden hacer lo
mismo con la industria petrolera que también es del pueblo y de la
Nación.
Pero también estoy convencido de que estos intereses creados no pueden
estar por encima del interés nacional y que afortunadamente existe este
movimiento que representa el decoro y la dignidad de nuestro pueblo.
Amigas y amigos:
Estemos atentos porque en cualquier momento iniciaremos las acciones de
resistencia civil pacífica en defensa del petróleo.
Desde aquí les pido respetuosamente a los legisladores de los tres
partidos del Frente Amplio Progresista, que una vez que se conozca el
contenido en definitiva de los dictámenes en materia energética, y si van
orientados a privatizar la industria petrolera, que de inmediato ellos
comiencen las protestas al interior de las cámaras, que nosotros los
apoyaremos, al mismo tiempo, llamando a la movilización ciudadana.
Por eso, he decidido suspender mis giras por los municipios del país. Voy
a permanecer al pendiente en la Ciudad de México. Además, voy a estar
informando diariamente al pueblo de México no sólo sobre este asunto, sino
de las acciones que deben tomarse para atender con urgencia los problemas
causados por la crisis financiera, la devaluación, el desempleo, la
carestía, y orientando y ayudando, en la medida de nuestras posibilidades,
a la gente que padece por todas estas calamidades.
De manera particular, les pido a los brigadistas de todo el país que
informen y organicen a sus grupos, y que estén atentos a cualquier llamado
para movilizarnos y llevar a cabo acciones de resistencia civil pacífica.
Ahora más que nunca es indispensable defender el petróleo. Si antes lo
hicimos, con más razón en estos momentos de crisis, tengamos presente que
con nuestro pueblo y con el petróleo bajo dominio de la Nación podemos
salvar a México.
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva la dignidad del pueblo!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!