martes, agosto 08, 2006

¿Qué trinchera me corresponde?

¿Qué trinchera me corresponde?
Diego Luna
Reforma

Después de tres meses de trabajar fuera de México ayer llegué a mi casa, finalmente dormí donde mejor se duerme, desperté donde más me gusta: mi cama.Llegué muy ansioso, con ganas de estar aquí y ver lo que está pasando con mis propios ojos. Con muchísima curiosidad de ver y vivir lo que a la distancia y por internet parecía un sueño hecho realidad, un país vivo, una sociedad participativa, un lugar donde la discusión y el debate son una constante, un pueblo que no acepta más mentiras y lo más emocionante y esperanzador de todo, una juventud politizada que se cuestiona las cosas.

A la distancia empecé a leer cuanto artículo pude al respecto y noté, con sorpresa, que pertenezco a un comité ciudadano de resistencia pacífica. Aclaré ya con los miembros de éste que esto no es cierto, pero también leí ciertas notas periodísticas sobre mi postura que me inspiraron a aclarar mi sentir con respecto a lo que en mi país está sucediendo y me pareció un buen ejercicio escribir esta carta.

Al llegar encontré que sí está pasando mucho, sí, mis amigos tenían razón, me perdí algo que debí haber vivido, ¿por qué se toma uno el trabajo tan en serio?, ¿cómo pude en mi lista de prioridades poner primero el rodaje de una película que estar en la elección más importante que ha vivido México desde que yo existo?, la más cerrada, ésa donde el partido que nos gobernó 70 años fue sólo un espectador, ésa donde mis amigos se dividieron y hasta el último día mucha gente no había tomado una decisión, ésa donde 41 millones 700 mil mexicanos salieron a votar... No me lo voy a perdonar.

Con muchas ganas de tomar partido y unirme a alguien empecé a hablar con la gente que quiero y respeto, encontré justo lo que no quería y lo que más miedo me daba. Los amigos estaban divididos y la tolerancia se estaba perdiendo.Yo esperaba volver a un país distinto, soy un idiota, me imaginé un país donde las descalificaciones y los golpes bajos serían cosa del pasado, donde habría una sensación de que las cosas pueden cambiar y no esta sensación de hartazgo, esta sociedad polarizada en donde cada vez hay menos espacios para los matices, para cuestionarse, hoy hay dos trincheras y metidas en ellas está mucha gente, mucha gente que quiero y admiro, mucha gente que necesito cerca.

Hoy o estás con Calderón y no sólo estás en contra de un recuento voto por voto, si no te ofende la simple idea de que alguien pueda dudar de una instancia como el IFE, o estás con Obrador y la plena seguridad de que hubo un fraude, que todos están en tu contra si no vienen de amarillo.

Cada vez da más miedo decir lo que uno piensa, dependiendo del círculo de personas con las que estés, en cuestión de minutos eres un reaccionario o un simple revoltoso y caprichoso. ¿De verdad las cosas son tan blanco y negro? ¿Qué pasa con los que creemos que en esta elección no había un solo candidato que representara una solución?, ¿qué pasa con los que después de los últimos 6 años quedamos asqueados con la idea de un voto útil? ¿Con los que soñamos con algo mejor para México?¿Hay lugar en alguna de las trincheras para decir esto? ¿Cuál me corresponde?.

Yo quiero un recuento, sí, creo que el país se lo merece, hay millones de mexicanos que lo están exigiendo y eso debería ser suficiente.Existe una desconfianza enorme en nuestras instituciones y la culpa la tiene quien a su cargo ha estado, cómo vamos a confiar en el IFE, la misma institución que no paró a Fox ni logró callar su campaña mediática contra López, no hubo sanciones ni pasó nada cuando todos nos enteramos de la compra de publicidad que compañías privadas hicieron para apoyar de manera directa o indirecta la campaña de Calderón, una institución que permitió todo tipo de irregularidades a todos los partidos, el comportamiento de los consejeros que sembró tantas dudas, una institución que hoy nos dice que nos olvidemos del 88, una institución que cuestiona a quien tiene que servir, a la gente, a esa gente que hoy se está manifestando.

Por favor, señores, si hay un error en las boletas que están por abrirse, uno solo, recontemos todos los votos, inviertan ese tiempo y esfuerzo por el bien del IFE, por el bien de todos, para que podamos creer que en México hay democracia, para dejarle al futuro presidente de la República un país gobernable y mañana pensemos ya en lo que tenemos que pensar, cómo hacer para poco a poco construir un país más justo en todos sentidos, con menos contrastes, donde la crítica sea aceptada y los políticos escuchen a la gente, donde los mexicanos no salgan corriendo por falta de oportunidades, donde la cultura sea prioridad, un país que lea los periódicos, que exija medios de comunicación objetivos e imparciales, una sociedad que participe; en fin, un mejor país.

Pero primero y antes que nada, un país sin dudas, para que podamos de una vez por todas darle carpetazo a los frustrantes recuerdos que dejó en nosotros la elección del 88.Ésta debería ser hoy prioridad de todos, los que simpatizan con algún partido, los que no, los que tienen trinchera, los que van solos, los que ya vienen de regreso, los huérfanos, los que están afuera, todos.Paremos esto que nos desgasta y aleja... Por ahí leí que en momentos de crisis no hay matices... Espero que eso no sea cierto, suena muy peligroso.

Libre paso

Foto: Mónica González/Milenio


PASO LIBRE A LA DEMOCRACIA

Las 10 razones de AMLO

Carlos Ramos Mamahua/La Jornada

Amigas y amigos:

Como es del conocimiento de ustedes, luego del 2 de julio iniciamos acciones de resistencia civil pacífica para hacer valer el voto ciudadano y la democracia, ante la intención de nuestros adversarios de imponer al candidato del PAN en la Presidencia de la República.

Estas acciones han provocado molestias a mucha gente, sobre todo, a quienes pierden más tiempo en sus traslados por la instalación de campamentos en el Zócalo y en las calles de Madero, Juárez y el Paseo de la Reforma.

Así como ofrecemos sinceras disculpas a quienes se ven afectados, también decimos que nuestros adversarios han echado a andar en los medios de comunicación una campaña de desinformación y de linchamiento, dejando de lado, de manera hipócrita, la verdadera causa del problema. Se han dedicado, únicamente a cuestionar las acciones que llevamos a cabo, pero callan sobre el fondo del asunto.

Por eso me dirijo a ustedes para darles a conocer, de manera directa, nuestros argumentos y razones:

1. En la pasada elección presidencial, realmente, nos enfrentamos a un grupo muy poderoso de privilegiados, que son los que verdaderamente mandan en México.

2. Para ellos, nuestro proyecto alternativo de Nación es inaceptable. No quieren, por ningún motivo, que haya un cambio en la actual política económica y, mucho menos, que se procure el bienestar de la mayoría de los mexicanos.

3. Este grupo de intereses creados hicieron todo para impedir nuestro triunfo. Pero ni la manipulación, ni la guerra sucia, ni el dinero les permitieron ganarnos limpiamente. Por eso tuvieron que recurrir el día 2 de julio a la falsificación de actas y alterar burdamente los resultados.

4. Aunque la campaña en contra versa sobre nuestra terquedad e intransigencia, lo cierto es que desde el principio hicimos una propuesta mínima, sencilla y racional, para salir del conflicto en el que nos metieron. Inclusive, en una carta le plantee al candidato del PAN que, si aceptaba el recuento de todos los votos y él salía triunfador, nosotros íbamos a dejar de convocar a movilizaciones.

5. Sin embargo, nuestra propuesta de voto por voto, casilla por casilla, ha sido rechazada. Actualmente, el Tribunal, sólo aceptó abrir el 9 por ciento de las casillas a pesar de que presentamos pruebas de irregularidades o errores aritméticos en 72 mil actas de escrutinio. 6. Lo cierto es que no aceptan la propuesta de transparentar el proceso electoral porque el candidato del PAN no ganó la elección presidencial y ellos lo saben. El que nada debe nada teme. Lo más lamentable es que quieren imponerlo a como dé lugar.

7. Ante esta situación, como se comprenderá, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, tenemos la obligación de defender la democracia y todo lo que ello implica.

8. La verdad es que no queremos dañar a nadie, pero nos han obligado a hacer uso de nuestros derechos ciudadanos y llevar a la práctica acciones de resistencia civil pacífica.

9. Permitir la imposición significa aceptar que la democracia es una farsa y que unos cuantos van a seguir decidiendo, de acuerdo a sus intereses y conveniencia, el destino de la mayoría de los mexicanos. En el fondo, quieren que aceptemos sin chistar la desigualdad, la pobreza, el desempleo, la migración, los salarios de hambre, el cierre de espacios para los jóvenes en universidades públicas, la aprobación del IVA en alimentos y medicinas, la privatización de la seguridad social, de la industria eléctrica y del petróleo; y permitir que den el golpe definitivo a millones de productores con la libre importación de maíz y fríjol del extranjero. En fin, con la imposición no habrá remedio para los males de muchos mexicanos.

10. Por eso me dirijo a ustedes, para explicar nuestras razones. No importa que no hayas votado por mí o que no estés de acuerdo con nosotros, queremos que conozcas, de manera directa, nuestro punto de vista. Y si compartes nuestra manera de pensar y de ser, ayúdanos a dejar a salvo la democracia, que para muchos mexicanos es un asunto de sobrevivencia.

Si quieres y si puedes, te invito a la asamblea extraordinaria que llevaremos a cabo el domingo próximo, a las 11 de la mañana, en el Zócalo de la Ciudad de México.

Un saludo fraterno

Andrés Manuel López Obrador

Candidato a la Presidencia de la República de la Coalición Por el Bien de Todos

Carta entregada hoy al Consul General de Mexico en San Francisco

Sr. VICENTE FOX QUEZADA
Ciudadano presidente de Mexico

CAMARA DE SENADORES

CONGRESO DE LA UNION

Lic. CARLOS ABASCAL M. CARRANZA
Secretario de gobernacion

TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACION

Sr. CARLOS DE ICAZA GONZALES
Embajador de Mexico en los Estados Unidos

Sr. ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLO
Consul general de Mexico en San Francisco

CONFERENCIA LEGISLATIVA FRONTERIZA

Por medio de este conducto los ciudadanos mexicanos y organizaciones abajo firmantes,
solicitamos al señor embajador Carlos de Icaza Gonzales hacer público este comunicado en el cual vertimos una serie de inquietudes.

1-Demandamos al Ciudadano Presidente de Mexico Vicente Fox Quezada, y a las instituciones que el representa, a actuar con responsabilidad ante la crisis política que afecta a nuestra nación, y evite cualquier situación de violencia, o represión.

2- Ante la falta de credibilidad derivada de las irregularidades presentadas durante las pasadas elecciones y las contradicciones aritméticas y morales del instituto federal electoral, exigimos un recuento total de votos, voto por voto, casilla por casilla.

3- Asimismo y ante las pruebas presentadas en dias pasados al TRIFE las cuales evidencian parcialmente un fraude en el 9.07% del pardon, solicitamos la consignacion de los responsables ante las autoridades competentes.

4-De igual modo es necesario que sea reconocido el rotundo fracaso del voto en el exterior ya que no cumplio con las espectativas para las cuales fue diseñado y en el cual se invirtieron millones de dolares. Consideramos indispensable el despido inmediato de los funcionarios que estuvieron a cargo de esta campaña en el exterior, por incapacidad, ineptitud y disimulo.

5- Ofrecer a los connacionales que residimos en el extranjero, un programa electoral que se ajuste a nuestra realidad, asi como una solución a la carencia de representantes que hagan valer nuestros derechos políticos y defiendan en México nuestros intereses ciudadanos.

Dado el enorme aporte económico que representamos para nuestro país y viendo la penumbra legal en que nos han tenido en ambos lados de la frontera a millones de mexicanos, lo menos que se puede pedir en este momento historico, es que se nos reconozca moralmente y se atiendan nuestras demandas que pretenden solo apuntalar la democracia en Mexico.

Atentamente:

COMITE DEFENSA DEL VOTO

CENTRO AZTECA

LA RAZA CENTRO LEGAL

COINCILIO LABORAL PARA EL AVANCE LATINOAMERICANO (LCLAA/SF)

PODER

JORNALEROS DE SAN FRANCISCO

DEPORTEN A LA MIGRA

Y demas firmas que se adjuntan.

Discurso de Fox (comentado)


Palabras
(del día de hoy, selección con comentarios de un servidor)
del Presidente Vicente Fox Quesada
durante la Comida con Motivo de la Toma de Protesta al Consejo Nacional Directivo de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo, CANAPAT, 2006-2007, que tuvo lugar en el Casino del Bosque de Chapultepec.
(es decir otro acto de esos que no sirven para nada más que gastarse el presupuesto en comidas lujosas, justificar su mediocridad, inventar un país que solo existe en su fantasía, recibir la pleitesía de sus amigos beneficiados, y al finalizar, tirar todas las amenazas e indirectas a AMLO al cierre del acto)
Amigas y amigos:

De mi parte estoy muy orgulloso de los logros
(¿cúales?)
que hemos obtenido juntos en materia económica, de transporte y de turismo;
(ah, los hoteles de los hijos y sus amigos)
son avances muy importantes que demuestran que la democracia
(¿demo-qué?, esa palabrita que hay que usar en estos tiempos en los que no se quieren contar los votos, ¿verdad?)
ha valido la pena, no sólo en el ámbito social y político, sino también en lo económico, en el empleo
(cero = IMSS)
y en la recuperación del poder adquisitivo (léase el poder que adquiere).

La democracia
(a ver si a fuerza de repetir la palabrita nos la creemos)
nos ha permitido dar dinamismo a nuestras actividades productivas,
(principalmente a la actividad de enviar a trabajadores a los USA)
nos ha permitido crecer
(la bolsa del desempleo)
y consolidarnos como una economía fuerte,
(bajando varios lugares del ranking mundial en diversas areas)
nos ha permitido también consolidar,
(¿otra vez consolidar? es decir consolidar consolidándonos)
fortalecer, nutrir nuestras instituciones
(de miembros del Yunque)
y el Estado de Derecho (en lo chueco, AMLO dixit).

La ciudadanía ha dado un gran ejemplo de participación y madurez
(sobretodo los enviados por la Gordillo para embarazar urnas y falsificar actas)
para crear,
(votos inventados)
fortalecer
(el fraude electoral de
nuestras instituciones
(como el IFE con sus 60% de actas chafas)
y para que estas sean el cimiento más sólido de nuestro desarrollo (del imperio panista).

Toca, entonces: a todos, sociedad, Gobierno, actores políticos,
(renegados incluídos, AMLO, asamblea, nos habla el presidente)
respetar y fortalecer (¿otra vez fortalecer? mmm... se le acaban los sinónimos)
(¡escuchen bien resistentes civiles violentos!)
nuestro marco jurídico e institucional; no hay avance democrático sino hay respeto a la ley
(¡por que la ley es la ley!)
y respeto a terceros,
(y también a los segundos, ciudadanos de segunda, o como quieran llamarles a todos esos nacos de la chusma)
sobre todo, respeto a las instituciones.
(Banamex primero que ninguna)
Todos,
(primeros, segundos y terceros)
sin excepción
(¿todos?)
debemos acatar lo que el Estado de Derecho (o de Derecha)
(nada de megaplantones y dejar pasar a automovilistas gratis en las casetas de peaje, eh)
señala por encima de intereses
(democráticos, sobretodo)
y ambiciones personales.
(nada de ambicionar personalmente un país libre con equidad y democrático)
Hoy más que nunca debemos estar unidos,
(porque con un país en el que le gritan a uno todo el tiempo "Traidor a la democracia" no se puede gobernar ¿verdad?)
marchar
(pero nada de marchar millones al Zócalo otra vez, eh)
juntos por el sendero
(pero del sendero del peje y del sendero de fecal)
que la democracia y la legalidad nos señalan,
(nos señalan que estamos muy lejos de alcanzarlas y tenemos que luchar por ellas)
un sendero
(aprovecho la mención reiterada para publicitar las direcciones: www.senderodelpeje.blogspot.com y del de www.senderodefecal.blogspot.com)
de respeto,
(a la decisión de imponer un presidente ilegítimo)
de diálogo,
(con Martita, antes de dormir para ver como se le puede hacer para que el Peje no llegue)
de tolerancia;
(pero nada de mantitas con consignas por que el EMP está listo para echarlos a patadas)
esto es lo que demanda la sociedad mexicana
(además de enviar a los Bribiesca a Almoloya por 25 años)
y es lo que exige el desarrollo del país.
(para deshacerse de PEMEX, CFE ahora que suban los precios del petróleo)
A eso estamos comprometidos todos,
(sobre todo los que tenemos la posibilidad de compartir una celda si respetando el voto abandonamos el poder)
ese es el comportamiento que la democracia exige
(¡ah, que exigente es la democracia! ¿Podríamos exigirle nosotros en reciprocidad un poco de certeza y transparencia?)
de todos nosotros.
(pero más Andrés Manuel)
Muchísimas gracias
(por todos los negocitos de estos seis años y los que aspiramos en los siguientes seis)
y buen provecho
(¡que venga la champaña y brindemos por México!)



Entre la hipocresía y el cinismo

Entre la hipocresía y el cinismo
Álvaro delgado

México, D.F., 7 de agosto (apro).- Parece una paradoja: Desde la noche misma del 2 de julio surgieron, en alto número, asesores oficiosos de Andrés Manuel López Obrador para encomiarle, primero, haber puesto la pobreza en la agenda del país y luego, tras la protesta en el Zócalo y en el Paseo de la Reforma, solicitarle deponer esa conducta que mina su patrimonio político y, ahora, le sugieren mirar como triunfo suyo la revisión del puñado de casillas ordenada por los jueces y conformarse.

Vaya, hasta Felipe Calderón le concedió ayer domingo 6 que el sistema electoral ya tronó --“muestra signos de agotamiento”--, y planteó a los legisladores de su partido, en un alarde de visión de Estado, emprender una nueva “reforma política” y la transformación de todas las instituciones del país “que hacen posible la relación entre poderes y la convivencia entre los mexicanos”.

Los asesores oficiosos imparten, desde sus atalayas en los medios y desde el PAN, lecciones de urbanidad a López Obrador quien, de no acatarlas, acredita que es efectivamente un “peligro para México”, un monstruo de apetitos de poder insaciables, de gran destreza manipuladora de masas ciegas --y a sueldo, por supuesto--, contumaz violador de la ley, destructor de instituciones y hasta fabricante de granizos para las trombas.

Tamaña lucidez no sólo proviene de la nomenclatura exquisita de México, a menudo atenida al erario --en realidad a los erarios, porque la manutención se consigue en estados y municipios--, sino de locutores de espectáculos transformados en repentinos analistas políticos, que repiten conmovedoras proclamas contra los “nacos” que afean el “corazón de México”. Y en este lance de decencia y buenas costumbres no dudan en lanzarle flores al pedestal en que levantaron el bronceo monumento de Cuauhtémoc Cárdenas –“¡cómo ha cambiado el ingeniero!”--, a quien no hace mucho asociaban al demonio en que se ha convertido hoy López Obrador, “su hechura”, dice una expresión de los políticamente correctos, esos ejemplares de la nomenclatura --y sus jilgueros-- que se hacen pasar como los faros del país.

Los juiciosos guías de la nación adjuntan a sus proclamas diversas iniciativas para conjurar la guerra, como vestir de blanco y portar moños del mismo color, encender los faros del auto, donar artículos de limpieza y alimentos a orfanatos, asilos y parroquias, pero también el “diálogo” inmediato y la inobjetable mano dura para poner en su lugar a los revoltosos.

Se trata, en realidad, del lenguaje de los hipócritas, los que ven en la transa cupular la única vía civilizada para compartir el poder, así sea espurio; los que creen que la “izquierda moderna” debe consagrarse incondicionalmente a participar en el sistema de privilegios; los que niegan el igualitarismo por antinatural y ven el sometimiento como fatalidad; los departen con patrocinadores para transmitir sus certeros juicios; los que ven el uso del lenguaje regional como antítesis de un cosmopolitismo rabón.

En fin, lo que descubren que la miseria atormenta a más de la mitad de los mexicanos, pero no admiten la osadía de dejarse obnubilar por un “loco” inescrupuloso, un “Mesías” que los usa como carne de cañón, que no se atiene a la ley y a las instituciones que “con tanto sacrificio hemos construido todos”.

En efecto, no es admisible la manipulación ni el engaño; es repugnante desacatar leyes e instituciones, sobre todo por parte de quienes las deben hacer valer; es oprobiosa la arbitrariedad de unos cuántos sobre la mayoría; ofende la amnesia y la sinrazón.

Pero hay que decir las cosas con claridad, sin desgarramiento de vestiduras: El orden constitucional, que garantiza el ejercicio de las diversas libertades, no ha sido roto por la indignación de mexicanos que --legítimamente-- protestan por haber sido ultrajados, con razón o sin ella, en la emisión de su voto.

Sin la histeria de la propaganda, que se reproduce como tormenta en el grueso de los medios de comunicación, particularmente audiovisuales, la inconformidad o conformidad con el resultado electoral sigue su marcha por las vías constitucionales tratándose de un proceso político.

Tan legítimo es protestar en las calles, aun con el taponamiento del Paseo de la Reforma --que a quienes vivimos aquí no nos gusta--, como que Calderón se reúna con toda suerte de prosélitos o aliados --haciéndose pasar como si estuviera ya investido de jefe de las instituciones nacionales--, entre ellos con quienes cometen descarados desafíos a la ley.

¿Es justificable que Elba Esther Gordillo usurpe facultades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para proclamar “presidente electo” a Calderón, y que él mismo lo exija --con insolencia-- ante los magistrados, a pesar de que se dice respetuoso de las leyes? ¿Son legítimos y democráticos los amagos del presidente Vicente Fox de “no jugar con fuego” y corresponder con insolencia a ciudadanos que actúan de manera análoga?

¿Son equiparables los conflictos en la Ciudad de México y los de Oaxaca con los del sindicato minero por el que han muerto mexicanos que valen igual que cualquier otro mexicano? ¿Son más peligrosos los mexicanos que protestan, como lo hicieron legítimamente por décadas los panistas, a los criminales del narcotráfico? ¿Son encomiables los cierres de carreteras y del aeropuerto de Silao, Guanajuato, por parte de Fox, en 1991, y repugnantes los campamentos en el Zócalo y Reforma?

Y si, en efecto, las acciones que llevan a cabo los simpatizantes de López Obrador --y aun él mismo-- conspiran contra el orden constitucional, entonces la autoridad facultada, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, debe proceder contra ellos, en vez de reunirse --en horario laboral-- con diputados y senadores de su partido, como lo hizo hoy lunes en Querétaro.

Hay que dejarse de hipocresías e imposturas, de descaros y cinismos, porque existe en México un problema político profundo que rebasa las proclamas de triunfo de uno y otro lado: Los que no votaron por uno son casi exactamente los mismos que no optaron por el otro, incluyendo a los abstencionistas.



Por ahora el TEPJF ha resuelto volver a escrutar y contar sólo casi 12 mil casillas, cancelando la solicitud de la coalición Por el bien de Todos, y hubo un mitin frente a las instalaciones de ese órgano. ¿Y qué? ¿O es que ya se le olvidó a los mexicanos, a todos, no solamente a quienes votan por una u otra opción que los avances democráticos han resultado de protestas, algunas de ellas violentas? ¿Ya cundió la amnesia de que sólo a partir de manifestaciones, civiles y pacíficas, se repararon arbitrariedades cometidas desde el poder, como en Guanajuato, en 1991, que es el origen de Fox y del PAN en el poder, o la destitución de Fausto Zapata en San Luis Potosí, gracias a la movilización del íntegro doctor Salvador Nava?

Dicho de otro modo, ¿para qué entonces Calderón plantea una nueva reforma política que sustituya al modelo electoral actual que “muestras signos de agotamiento”? ¿Es una iniciativa sincera o una muestra de hipocresía y cinismo sólo para dejar de ser un corcho en medio del océano?

En México tenemos un problema mayúsculo, y no es con hipocresías como saldremos de él. Urge una auténtica “purificación de la vida nacional”, que por cierto no es una frase de López Obrador, es de Daniel Cosío Villegas, a quien Enrique Krauze debería volver a leer, si es que se dice su discípulo, porque padece de amnesia.

Esto dijo sobre López Obrador en vísperas de las elecciones del año 2000: “Ahí está apuntando un líder nuevo en México: Es un tipo serio sin ser solemne, un tipo que habla claro y comunica bien, sin retóricas y sin rebuscamientos. Es un hombre evidentemente honesto, derecho, y que representa para la izquierda una alternativa muy importante de renovación. Me parece que él representa el embrión de una izquierda nueva que México necesita muchísimo.”

Tal cual.

Apuntes

Insisto: sin hipocresías ni cinismos.

Comentarios: delgado@proceso.com y www.proceso.com.mx

Las Denises

Las Denises
Seb Tal

Hace algunos días recibí varios mails que copiaban el artículo donde Denise Dresser se lamentaba del sentimiento de orfandad que sentía.

"Hayas votado por quien hayas votado, y le vayas a quien le vayas ahora, te pido de corazón que leas esto hasta el final", decía la nota introductoria al mensaje electrónico que adelantaba el artículo y que ya de principio me recordaba al "haiga sido como haiga sido" en el que Calderón anunciaba previamente la decisión de imponerse como ganador al resultado de la elección "truene, llueve o relampaguee".

Obviamente los emisores de estos mensajes se sentían identificados con Denise, pero más que eso, siento que encontraron una justificación para reconciliarse con una parte conservadora que integra su personalidad en el momento en el que se complicó la elección.

Denise concentra en ese artículo su experiencia personal pequeño burguesa que es sensible a la necesidad de cambio y que se tradujo en el sentido de dar su voto en favor de Obrador el día de la elección y también formular un arrepentimiento sorpresivo, y dar fe de su incredulidad al fraude denunciado debido a la falta de evidencias que su capacidad profesional e investigativa le permitían analizar. De pronto, para ella, toda la campaña en la que se señalaba a López Obrador como "un peligro para México" se hizo realidad.

El caso de Denise es muy didáctico para entender el conflicto que vivimos desde la óptica del pensamiento burgués y sobretodo desde el de las personas que fueron manipuladas por la campaña mediática terrorista. No aprovecho el ejemplo de Denise con el objetivo de criticarla o justificarla sino como para ganar terreno en el entendimiento del posicionamiento político actual que nos divide.

Para Denise no estar en favor de López Obrador era irreconciliable con su sentido común. Pudimos verla acudir a las mesas de análisis en televisión donde acudió para honesta y objetivamente defender el proyecto de Andrés Manuel y criticar la maliciosa campaña de la derecha con la que eramos bombardeados. Hablaba por ella ese sentido común que señalaba las evidencias de la manipulación en favor de la continuidad.

En el plano personal, esa posición la prestigiaba ideológica e intelectualmente con el medio que ella admira y además le lubricaba el sentimiento de culpa de clase. Su "alta" formación intelectual le permitía, en esos espacios, hacer algunas declaraciones atinadas con elocuencia. En esos momentos, la parte conservadora del yo no tiene ningún problema mientras no existe el peligro de perder nada. Bien puede en esas mesas, mantener contacto con la parte que atiende intelectualmente el desacuerdo con el sistema en el que prospera la desigualdad y fuera de ellas beneficiarse del consumo al que su clase esta acostumbrada.

Después vino el 2 de julio y la incertidumbre. Las marchas como respuesta y el justo reclamo de contar todos los votos. En Denise surge la incredulidad ante un fraude evidente que encuentra su más obvia evidencia en la negación obsesiva del recuento por parte de quienes manipularon todo el proceso desde el principio.

Para la mayoría de los intelectuales esta expresión de inconformidad era necesaria y hasta constitucional pero cuando llegó la toma de Reforma en algunos, como Denise, el panorama cambio. Su argumento sostiene equivocadamente que se afectan derechos de terceros desconociendo que en el proceso que vivimos no hay terceros. Todos tenemos que ver en esto. Denise lo señaló como un "error estrategico" del movimiento que se alejaba de una resistencia civil pacífica apropiada. Otros utilizaron maniquea e idealizadamente el ejemplo de Gandhi negando por completo el hecho de que si bien el contenido del movimiento independentista y pacífico logrado en la India es loable y filosóficamente relevante, la realidad fue muy distinta, la lucha descarnada, y en ese proceso histórico murieron muchas personas que tuvieron mucho que ver en alcanzar esa transformación. Estas opiniones fueron obviamente aprovechadas por la derecha para su campaña mediáticamente en contra del movimiento por la democracia.

Con la decisión del megaplantón el conflicto dejó extrañamente para ellos de contener a la paz. El miedo avanzó y se apoderó del sentido común. La parte conservadora del yo de Denise no tiene ningún problema mientras no existe el peligro de perder nada. La sensación de que el México de "sus regiones más transparentes y sus rincones más oscuros" se alteraba no fue soportable. Nada en cambió había pasado, nadie había sido golpeado, nadie había muerto. En la falsa pretensión de una crítica objetiva se perdió toda proporcionalidad al presente político.

Sin embargo, hasta ahora, somos testigos de que la lucha por la democracia, expresada en un objetivo único, racional y justo, de que se cuenten todos los votos emitidos, se ha conducido con una responsabilidad extraordinaria y ya bien puede formar parte del orgullo de la conciencia nacional.

El resultado de la asamblea permanente en la zona macrosimbólica de nuestro país ha ocasionado mucho tráfico, molestias y pérdidas económicas que han sido exageradas por los medios y la oligarquía. Sus detractores intelectuales niegan fácilmente con lloriqueos vanos los saqueos y quebrantos de las mafias gobernantes que han sometido a la mayoría a la pobreza y al olvido. Se ciegan ante las terribles consecuencias para el futuro de esta nación si se impone arbitrariamente otro presidente neoliberal títere de los más oscuros intereses. Para ellos es válido llorar por la pobreza, luchar enérgicamente por ella es otra cosa. Llaman a "conversar, reconciliar, institucionalizar" y critican la radicalización de un conflicto como si esta fuera una preferencia subjetiva por una lucha de poder obsesiva y sin contenido. Si bien es pertinente cualquier crítica sobre la forma de emprender la resistencia civil al interior del movimiento democrático, sobretodo para fortalecerlo, a Denise y a los que se identifican con esa "orfandad" no les ha sido posible encontrar las vías adecuadas para participar plenamente y les es necesario reivindicarse con esa parte de su personalidad que bien puede encontrar un refugio en una burguesía culpable pero a salvo y que pueda lidiar en un posible futuro con el panismo en el caso de que el Tribunal le conceda el triunfo al candidato de la derecha en contra de la expresión democrática. Ante esta posibilidad, siempre se puede regresar a las mesas de análisis político de la controlada televisión y a los restaurantes de Polanco a seguir criticando.

Para los que hoy luchan en la resistencia civil pacífica ese futuro es justificadamente intolerable.

Después de su adhesión a la carta de los 130 intelectuales en contra de la resistencia, Denise lamenta ingenuamente en su último artículo haber sido utilizada por el presidente y la derecha, como si su entrenamiento "en el doctorado para examinar evidencias, ponderar datos, analizar argumentos" no le hubieran permitido avizorar el objetivo político de tal desplegado. Esa acción solo reitera el conflicto que vive internamente.

La Denise de la firma "en favor de la paz" es la que preferiría regresar a su México habitual de comidas en restaurantes donde se discute la política pero no se participa activamente en ella.

La Denise que destroza critícamente a Calderón es la que razona el cambio en favor de un México más equitativo.

Dos Denises, dos Méxicos, habitan en muchas de la personas de las clases privilegiadas de nuestra nación. Dividen su yo entre la razón de ser primeros y el deseo de conservarse siendo terceros mientras tratan de alcanzar su lugar en el proceso de transformación social que sigue su marcha a la velocidad de la toma de conciencia, de la voluntad y la necesidad de un cambio profundo y verdadero de una gran parte de la población.

Una conciencia política plena y solidaria, deviene del proceso ético y de la capacidad de juicio al márgen de la conformación egoísta del individuo. Es por eso que ningún doctorado produce valiosos seres humanos. El sistema de educación actual endoctrina y logra almacenar gran cantidad de información en las mentes de sus clientes pero no desarrolla en forma alguna la capacidad de esos individuos para liberarse de su ego y destinar su potencial en beneficio del bien común, que al final resulta ser el más personal, pues considera que el objetivo de esa formación es el avance de ese individuo en particular y su empoderamiento, a costa de los demás.

Para el PAN tanto los panistas como los no panistas valemos "madre".

Según nota en La Jornada del día de hoy, la atención de Espino y su camarilla panista “no está en lo que hagan o dejen de hacer quienes están en esta rebeldía a la voluntad ciudadana”, es decir que los que estamos en la resistencia no hemos de ser ciudadanos, hemos de ser extranjeros cuya voluntad no afecta las decisiones que tomen las autoridades de este país. Les valemos madre. Lo curioso es que para el PAN, también las preocupaciones de sus partidarios les vienen valiendo sorbete porque a Espino “le aburre” hablar de las medidas de resistencia de López Obrador y sus seguidores. Tomen nota panistas, ustedes tan preocupados por el bloqueo de Reforma y lo que pueda pasar en el país, sin embargo, al “jefe” del PAN, o sea, del partido al que le apuestan, se aburre con sus preocupaciones. ¿Pues para quién gobernará este partido?

Entrevista a Encinas II

ENTREVISTA / ALEJANDRO ENCINAS RODRIGUEZ, JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL

Soy de izquierda; ésta también es mi lucha

Mi obligación, atender las demandas de los habitantes del DF

En relación con el megacampamento asentado en Paseo de la Reforma, el funcionario define de entrada: la Constitución está por encima de cualquier bando, de manera que "privilegiaremos el diálogo y no reprimiré este movimiento"

ELENA PONIATOWSKA /II Y ULTIMA/La Jornada

Alejandro Encinas es orgullosamente chilango, niño de Tacubaya, de San Miguel Chapultepec, de la calle de Gelati para ser más precisos. Se identifica con su cuadra, su barrio y toda su vida la ha vivido en México; cursó el bachillerato en la Prepa 8 y se licenció de la Facultad de Economía de la UNAM. Se siente privilegiado por haber estudiado en una institución pública de la calidad y la categoría de la UNAM. Tiene una mujer que se llama María, que camina sonriente a su lado, y cuatro hijos -dos hombres, dos mujeres-, y tres nietos. Su familia, muy solidaria, lo ha acompañado a lo largo de toda su carrera política, pero ha sabido separar su vida pública de la privada. No sólo simpatizan con su causa, sino que están activos y, aunque discuten, avanzan en la misma línea, la de su causa, y lo ayudan a enfrentar situaciones como esta toma del Zócalo y de Paseo de la Reforma, que para él es una prueba. "Cuando uno está bien en el frente interno, en la casa, uno enfrenta muy bien sus responsabilidades públicas y creo que mi familia me ha dado estabilidad, seguridad y confianza."

LA VIOLACION DEL BANDO 13 POR EL PROPIO LOPEZ OBRADOR

-¿Considera que la Constitución de México está muy por encima de los bandos?

-Sí, creo que lo que hay que tener claro ahí es el problema del doble discurso. Cuando empezamos a publicar los bandos informativos en el Gobierno del Distrito Federal, el PRI y especialmente el PAN nos cuestionaron señalando primero que el jefe de Gobierno no tenía atribuciones para emitir disposiciones de esa naturaleza. En segundo lugar decían que los bandos no tenían ninguna validez legal, toda vez que no habían resultado de un proceso legislativo. Incluso hubo en la Asamblea Legislativa muchas discusiones de la presentación de una controversia por el PAN en la Corte contra uno de los bandos, el número nueve, y la Corte lo echó para atrás. Nosotros siempre pensamos que los bandos informativos son bandos programáticos de política pública y así los hemos mantenido. Pero ahora quienes los criticaron quieren darles una vigencia que ellos mismos cuestionaron. Yo aquí no me enredo, lo tengo muy claro: aquí lo que rige es la Constitución, que es la ley suprema, las propias jurisprudencias de la Corte, que señalan con toda precisión que el ejercicio de las libertades está garantizado en nuestra Carta Magna. La represión de los movimientos es una violación de las garantías individuales, así lo ha dicho la propia Corte, y ése es el marco legal en el que nosotros nos vamos a seguir moviendo.

"El bando número 13 no se está violando por una razón muy sencilla, porque establece con toda claridad dos cuestiones que no se han atendido: una, que siempre vamos a privilegiar el diálogo y la negociación para resolver los problemas políticos y sociales que se presenten en la ciudad, y dos, que en los asuntos de carácter federal se buscará la coordinación con las autoridades federales competentes, ya que, siendo problemas ajenos a la ciudad, el gobierno federal debe intervenir en su solución. Estas son dos cuestiones fundamentales. Finalmente, que el uso de la fuerza pública sólo se dará en aquellos casos donde se viole la ley, y en este momento yo no veo la comisión de ningún delito con esta protesta electoral que estamos viviendo."

LA REPRESION NO HA RESUELTO LOS PROBLEMAS

-Pero como jefe de Gobierno ¿no cree que Andrés Manuel ha sido injusto con usted y le exige más que a ningún otro al ponerlo entre la espada y la pared?

-Estoy consciente de que la ciudad de México, que ha sido tan generosa con nosotros, que es un bastión de la izquierda en México, que ha permitido consolidar ya tres gobiernos sucesivos con una ratificación ya muy importante en las elecciones, tiene también, por el solo hecho de ser la sede de los poderes federales, un costo de capitalidad muy alto. Solamente entre el 5 de diciembre de 2000 y el día de hoy tenemos alrededor de 4 mil 700 manifestaciones, mítines, plantones derivados de problemas de otros estados. En todos los casos los hemos atendido con mucha responsabilidad. No ha sido la represión la que ha resuelto este tipo de problemas, por el contrario, hemos sabido conducirlos hasta su desenlace. Y trato a este movimiento de la misma manera. Es un movimiento con el cual yo tengo identidad y simpatía política y en el que siempre he participado. No voy a caer en ninguna ambigüedad, yo tengo perfectamente definida cuál es mi posición política y la necesidad de que se haga el recuento (de votos) y tengamos certeza en los resultados de la elección, pero al mismo tiempo tengo la responsabilidad de que la ciudad funcione. Mi obligación es atender las demandas de todos los habitantes del Distrito Federal. En esa línea tan tenue tengo que moverme con mucha responsabilidad, y si bien tengo presiones de la Coalición por el Bien de Todos, por el hecho de la movilización, también tengo presiones de medios de comunicación, de vecinos que legítimamente han sido afectados y reclaman sus derechos. También existen las tensiones de grupos interesados en hacerle pagar el costo de este fenómeno de polarización política al jefe de Gobierno y al gobierno de la ciudad. Si vemos el comportamiento de algunos medios de comunicación y grupos de interés que propiciaron la guerra sucia y la campaña del miedo, ahora se enfocan en el jefe de Gobierno para convertirlo en el eslabón débil de un movimiento. Intentan desacreditar no sólo al gobierno, sino la reivindicación de la demanda del voto por voto, casilla por casilla. Y es en ese filo de la navaja en el que tengo que moverme, pero yo lo asumo porque siempre voy a ser congruente con lo que pienso y voy a actuar con la responsabilidad de las atribuciones públicas que me corresponden.

"Por eso cuando se me pide que intervenga con la fuerza pública para desalojar, contesto enfáticamente que yo no voy a reprimir este movimiento, no por la simpatía que tenga por él, sino porque yo he respetado a lo largo de mi vida pública el ejercicio del derecho de manifestación de todos los partidos y de todas las organizaciones."

-Pero, el Presidente de la República ¿tiene poderes para ordenar el desalojo?

-Bueno, en términos estrictos, no, aunque tiene instrumentos para hacerlo. El Presidente de la República tiene atribuciones para remover al jefe de la policía capitalina. Ya lo hizo en una ocasión. Después de los hechos de Tláhuac removió a Marcelo Ebrard como secretario de Seguridad Pública y aquí tendría dos opciones: o solicitar, como establece la ley, que el jefe de Gobierno haga una propuesta para que sea ratificada por él, o tomar directamente el mando de la policía. Eso implicaría una crisis institucional, porque el mando de la Secretaría de Seguridad Pública debe estar sujeto a la autoridad local, y por supuesto yo no aceptaría una decisión de esta naturaleza porque no voy a abdicar de mis responsabilidades legales. Esperemos que no lleguemos a eso, porque sería ya no solamente un conflicto vinculado al proceso electoral, sino institucional entre el gobierno federal y el Gobierno del Distrito Federal.

-Pero el Presidente, al declarar "están jugando con fuego", ¿no está haciendo una amenaza?

-Yo lo entiendo así. Es muy importante cuidar el lenguaje en los momentos difíciles y más cuando tenemos responsabilidades de gobierno y de ejercicio de la función pública. Una frase de esa naturaleza no ayuda en momentos de crispación política. Estoy convencido de que cuando uno actúa conforme a sus ideas, sus principios, uno puede estar tranquilo a pesar de la multitud de presiones, legítimas o no, que ese tipo de movimientos genere.

-Pero, ¿duerme usted bien en estos momentos?

-Absolutamente. Tengo la conciencia tranquila, yo siempre actúo con responsabilidad. Esto me ayuda a tener mucha claridad en la toma de mis decisiones y, por supuesto, estoy convencido de lo que estoy haciendo, estoy consciente de que habrá muchos sectores que querrán desgastar, quitarle legitimidad al movimiento hasta fincar una responsabilidad de carácter penal, pero ya tengo años en la política y lo que a mí me ha animado toda la vida es ser congruente con lo que pienso y en eso no voy a cambiar.

RIESGO DE REGRESAR AL PASADO

"Yo creo que estamos en un momento histórico muy importante para el país, donde por primera vez podemos consolidar un proceso de transición democrática. Si bien se logró la alternancia política hace seis años, en esos seis años se desaprovechó la oportunidad de ir sentando las bases para una consolidación del cambio democrático. Y hoy, en un escenario derivado de una elección de Estado que nos dejó saldos muy negativos -una polarización social importante, un asunto de crispación política, una pérdida de credibilidad de las autoridades electorales, una falta de credibilidad en el resultado mismo de las elecciones- nos encontramos ante la disyuntiva de avanzar y consolidar la vía electoral y el voto como la institución básica de la democracia mexicana, o corremos el riesgo de regresar a tiempos pasados, donde no hay base legal o constitucional real para la legitimidad del próximo gobierno. En ese sentido creo que debemos ubicar en su justa dimensión el problema que enfrentamos, que va más allá de la manifestación que los distintos partidos de la coalición Por el Bien de Todos han venido realizando para que se exija el recuento de la votación, y creo que ése es un tema central para el futuro del país. Creo que la necesidad de certeza en los resultados electorales y de que el tribunal haga un trabajo que permita acreditar ante los mexicanos y las mexicanas que su voto cuenta realmente es una condición fundamental para garantizar la gobernabilidad del país y para legitimar al próximo gobierno.

"Yo, por supuesto, en mi carácter de jefe de Gobierno, estoy obligado a ir más allá de mi identidad y de mi pertenencia partidaria, pero también tengo que ser muy claro en la definición de mis puntos de vista, no incurrir en ninguna simulación y manifestar abiertamente mi posición. El futuro del país va a depender en gran medida de la certeza que dé el tribunal sobre el resultado electoral, independientemente de los costos que yo tenga que pagar porque en un momento de tensión y crispación política, como el que estamos viviendo, una decisión mal tomada, lejos de ayudar a un problema como el de los campamentos en el Paseo de la Reforma, no sólo puede agravar la situación, sino crear mayor tensión política y llevar al país a la ingobernabilidad. Frente a la adversidad tengo que garantizar la seguridad y la tranquilidad de los habitantes de la ciudad y al mismo tiempo mitigar los impactos negativos que este tipo de medidas tienen. Tengo además que garantizar la protección civil, la cuestión sanitaria, evitar actos de provocación que degeneren en actos de violencia. Yo siempre he sido optimista, si no lo fuera no estaría en el movimiento. Tengo la esperanza de que el tribunal electoral tendrá una resolución adecuada al momento histórico y político que estamos viviendo, que nos lleve a una reconstrucción institucional del país. ¿Qué entiendo por esta reconstrucción institucional? No sólo la legitimidad del próximo gobierno, sino la necesidad de ir construyendo un proyecto de nación que reconozca nuestra diversidad, que establezca la tolerancia para una convivencia entre quienes pensamos diferente, y que haga reformas a todas las instituciones. Podemos avanzar mucho en la alternancia política, en el acotamiento del Ejecutivo, en el fortalecimiento del Poder Legislativo. Los partidos políticos no reflejan lo que es esta sociedad. Los medios de comunicación, las cámaras empresariales, las instituciones de educación públicas y privadas, las iglesias requieren una revisión profunda de lo que somos como país."

Contestacion a quienes ven en AMLO un ambicioso del poder

A quienes opinan que AMLO es un revoltoso, ambicioso de poder, habría que contestarles que si eso fuese cierto ya sería presidente electo por una mayoría abrumadora y ni estaríamos defendiendo la democracia porque para bien o para mal habría sido electo democráticamente y sin causarle problemas a nadie. Es precisamente el que no sea una persona que quiere el poder por el poder por lo cuál estamos en esta lucha.

Si cuando hace dos años que tenía una aceptación del cincuenta y tantos por ciento hubiera negociado con la cúpula del poder, hubiera ganado las elecciones con amplísimo margen, y la oligarquía mexicana estaría legitimándolo con singular alegría por no haber tenido que invertir tantísimo dinero en una campaña que apoyara a un mequetrefe como Calderón. Si AMLO hubiera sido un corrupto con el puro deseo de ser presidente, pues con menos de la mitad de lo que se ha gastado hubiera sido más que suficiente.

Pero como es un político con principios y convicciones que aspira más que al poder a la justicia social del país, entonces tuvieron que invertir una barbaridad en configurar la excesiva propaganda de desprestigio en la que cayeron los que no saben que son principios ni tienen la inteligencia ni la sensibilidad de reconocer la decencia cuando la tienen enfrente porque quizás nunca la han conocido en sí mismos ni en quien los rodea.

A estas alturas estoy convencida de que quien no ve en AMLO, la honestidad, la valentía y la buena voluntad, algo torcido debe tener en el fondo. No es que esté por la polarización de los buenos y los malos, ni que caiga yo en un maniqueismo irracional, pero ya me cansé de estar disculpando a los panistas con razonamientos de que por su ignorancia o que porque les lavaron el cerebro se volvieron sus acérrimos enemigos, cuando nunca les ha hecho nada de malo y sí de bueno en mayor o menor grado como gobernante. De manera que sí, de una manera u otra les digo a la gente que apoya a Calderón que algo tienen que no les está funcionando el criterio. Tampoco quisiera decir que todos los que apoyan a AMLO son unos santos, dentro de ellos habrá algunos a quienes sólo mueve el resentimiento social y no la admiración por un hombre de principios, pero da cierta confianza que de inicio lo apoyen. Queda la esperanza de que después con el discurso de AMLO, reiterativo y didáctico, sobre principios, valores y conocimientos históricos los vaya formando y orientando política y moralmente mejor. Sin embargo, los pobres panistas que obsesionados porque ven en AMLO a Hitler o a un enfermo, no quieren ni escuchar, pues ni como ayudarles, están perdidos. Creo que ésos, si acaso, podrán ir aprendiendo muy poco a poco sin que se les presione para que escuchen porque además se ponen como locos furiosos cuando se les trata de informar y empiezan a decir una bola de sandeces totalmente irracionales que nada tienen que ver con la realidad, o cuando logremos que ocupe la silla presidencial y empiecen a ver que no les va a quitar sus casas ni se va a comer a sus niños y que en cambio nuestro país entra por la ruta correcta.

Por último, habría que preguntarles a los panistas qué opinan de los estadounidenses que dicen que les da vergüenza no ser mexicanos porque nosotros sí protestamos ante el fraude y ellos no tuvieron la valentía de hacerlo. Resultado: están metidos en un berenjenal bélico y su economía está pasando por los peores momentos. A lo mejor algo les mueve ya que son por lo general fans de los gringos, vaya usted a saber.

AMLO frente al tribunal




La transformación del país es nuestro objetivo superior: AMLO

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