Daniel Sixtos
Rebelión
La madrugada del lunes 15 de octubre del presente año, se realizó un operativo en las escuelas normales de Tiripetío, Cherán y Arteaga ubicadas en Michoacán, México. [1] En dicho operativo, fueron detenidos aproximadamente 176 normalistas y varios compañeros tomaron la autopista Siglo XXI, municipio de Uruapan, Michoacán. [2] Cabe mencionar que hombres, mujeres y niños indígenas se movilizaron en un acto de solidaridad en la toma de dicha autopista para pedir la liberación de los normalistas. [3] La notificación del vocero del gobierno michoacano, Julio César Hernández menciona que se rescataron exitosamente 82 unidades secuestradas por los estudiantes y la destrucción de 14 vehículos, 13 de los cuales fueron incendiados. Además, dio a conocer que en el operativo nueve policías federales y un elemento del Grupo de Operaciones Especiales (Goe) resultaron lesionados. [4] En esa situación, Fausto Vallejo gobernador del Estado de Michoacán, ha mencionado que no habrá impunidad en los hechos, negando la liberación de los normalistas detenidos mediante la negociación.
No habrá impunidad dice Fausto Vallejo quien sufrirá de demencia o un deterioro cognitivo si no recuerda que en las elecciones en Michoacán hubo innumerables irregularidades que, como siempre en la política entreguista, validaron su triunfo. [5] Es ese mismo sujeto quien hace un par de meses proponía un diálogo con los normalistas y hoy, garrote en mano como clásico priísta, toma la represión como única salida a un conflicto que no es nuevo y del cual no ha podido ser creativo en la resolución del problema. La intolerancia, la no reconciliación como herramientas de un gobierno destinado ha convertirse, y que lo está haciendo, en una modelo ejemplar de los gobiernos opresores que distinguían tan bien al Partido de la Revolución Institucional (PRI). ¿Dónde ha queda su veda de justo protector de uno de los estados más azotados por el narcotráfico? ¿Por qué no aplica el rigor de la ley contra quienes atentan contra el país, empezando por el mismo, sus colaboradores y aquéllos vinculados a la larga lista del crimen organizado? ¿Por qué en vez de golpear no dialoga? Quizás, lo peor falta por venir y no sólo en Michoacán, sino en todo el territorio mexicano.
Es ese mismo Fausto Vallejo quien en días pasado fue un caudal de controversias al mencionar una propuesta de una donación y un presupuesto anual de 40 millones de pesos cada año a la Fundación Teletón con miras de instalar un Centro de Rehabilitación Infantil en Michoacán. [6] No denota curiosidad que esos 40 millones de pesos pasen como “cooperación gratuita” para el lavado de dinero, que es así, como opera realmente el Teletón. Realizar un programa de desarrollo sanitario, a nivel educativo o en fuentes de empleo parece no pertenecer a su trabajo de digno gobernador. Lo mejor que se le ha ocurrido en tan magnificencia asociación de pensamientos es otorgar 40 millones cada año a un programa ¡que se dedica al lavado de dinero! Esas son las pretensiones de una persona que comprende ser gobernador como un derecho, no como una responsabilidad, donde su acción se basa en manuales autoritarios y una sonrisa alegre frente a las cámaras.
Las reformas educativas que se proponen marcan el retroceso en que avanza la educación de Michoacán y de todo el país. Sin idea clara del destino que se desea tomar y por el cual avanzar hacia profesionistas más humanos, arrojados hacia el trabajo comunitario más que al salvaje auge competitivo impulsado por el modelo neoliberal. La reforma curricular de las normales, el cierre de telebachilleratos, así como la disminución de la matrícula, derivada por el auge del examen único del CENEVAL son el claro ejemplo de la “política constructora” que trata de fomentar Vallejo. [7]
Todos los que nos encontramos inmersos en la construcción de un mundo mejor, en la igualdad de la sociedad, en equidad de compromisos y justicia social debemos aprestarnos a solidarizarnos y realizar proyectos de unificación para que acciones fascistas, intolerantes, donde hay cien acciones inhumanizadas por otras tantas cínicas no se repitan. Porque la consigna de “Tocan a uno, nos tocan a todos” debe convertirse en el eje de un compromiso mayor de todas las partes integrantes de la sociedad civil. Que los lamentables hechos de Michoacán queden palpables en nuestra memoria para ser capaces de recordar que, el gobierno que tenemos enfrente, seguirá repitiendo sistemáticamente lo ocurrido en las normales. La cúpula política no hará nada, porque dentro del conocimiento que posee existen mares de abstracción polarizantes que les proporciona el silencio tan conocido por muchos de nosotros.
El viejo PRI esta de vuelta, es un hecho innegable. Su duración dependerá de tanto estemos organizados cuanto praxis habremos de realizar en el maravilloso proceso de concientización. Hoy vemos imágenes hirientes, que se vuelven parte del imaginario colectivo. Hoy un abrazo desde la distancia a todos los compañeros detenidos por las fuerzas represoras de Fausto Vallejo y Felipe Calderón. La noche es larga y en la penumbra de su ser, tenemos que actuar. Impedir a los gobiernos su capacidad neandertalista fatalista frente a cualquier compañero. Las normales despertaron con 176 detenidos; mañana despertaremos cientos y miles dispuestos a ocupar el lugar de cada compañero detenido, pidiendo su liberación, trabajando en el quehacer comunitario. Si este ha sido un mensaje que se decodifica como una protección de los intereses de unos cuantos, ahí va en lenguaje menos sistematizado nuestro mensaje: ni hoy, ni mañana habremos de dar un paso atrás. Sus reacciones sólo muestran el arquetipo político basado en la incomprensión de su contexto actual. La proliferación de movilizaciones, de surgimientos de organizaciones de frentes comunes seguirá hasta que la clase política se dé cuenta de una cosa: no somos una masa amorfa, carente de pensamiento, somos todo lo contrario. Somos la rebeldía social producto de su intolerancia, conformidad, de su acción voluble. Formamos parte de cientos de luchas de reivindicación, de emancipación de las fuerzas de enajenación constante a través de los medios.
Hoy Latinoamérica y todos los hombres aprestados hacia las causas que dignifican la vida humana y su entorno que lo rodea, nos solidarizamos en un solo ser corpóreo lleno de justicia social, ante la bestialidad de aquéllos que pretenden quemar a toda la sociedad antes de verla unida bajo una sola bandera . Si que se pague la impunidad. Pero la única impunidad en Michoacán tiene un nombre: Fausto Vallejo. Ya lo expresó Hamlet “Las malas intenciones, aunque toda la tierra las oculte, se descubren al fin a la vista de los hombres”.
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