EL RECUENTO PARCIAL DEL TRIBUNAL
PRUEBA PLENAMENTE EL FRAUDE ELECTORAL
El recuento de casillas, ordenado por Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el 9% del total de las instaladas el 2 de julio, prueba plenamente que en la elección presidencial hubo un operativo de defraudación, organizado, masivo y sistemático para usurpar la voluntad ciudadana. Se demostró que hay cientos de miles de votos introducidos y sustraídos ilegalmente en las urnas y, además, miles de actas falsificadas que cambian el resultado real de la votación emitida por los ciudadanos.
I.- INFORMACIÓN DEL RECUENTO Y SUS RESULTADOS.
1.- La diligencia ordenada y practicada por el Tribunal, tenía como objetivo central revisar si el hecho de que hubiera votos de más y de menos en las casillas denunciadas por nuestra Coalición, era producto de un error aritmético subsanable con el recuento o de irregularidades graves no subsanables con el mismo.
Se prueba que la mayor alteración de la voluntad ciudadana se realizó con un operativo de defraudación electoral, mediante el cual se introdujeron y sustrajeron ilegalmente votos de las urnas.
En 3,873 de las casillas, es decir, en el 33 por ciento, fueron introducidos ilegalmente (se taquearon) 58 mil 056 votos, es decir un promedio de 3 votos por casilla en el total de la recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.
En 3,659 casillas, es decir en el 31 por ciento, fueron retirados ilegalmente (se robaron) 61 mil 688 votos. Es decir, un promedio de 3.2 votos por casilla en el total de las recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.
Es decir, el número total de casillas en donde ilegalmente se introdujeron y sustrajeron votos, es 7 mil 532, el 65% de las casillas recontadas, y significan 119 mil 744 votos alterados.
Esta situación, confirmada y cuantificada en el recuento realizado por el Tribunal Electoral, no es reparable ni con el recuento mismo, pues el Tribunal no puede contar votos robados, ni identificar los votos introducidos en la urna ilegalmente, de aquellos que genuinamente depositaron los ciudadanos, pues se trata de las mismas boletas que imprimió el IFE y que modifican, evidente y ampliamente, el resultado de la elección. Por lo tanto, si actúa con imparcialidad y limpia la elección, estas casillas en que, con el recuento se ha acreditado plenamente las graves e irreparables irregularidades que ponen en duda la certeza de la votación, deberán ser anuladas por el Tribunal Electoral, ya que son determinantes para el resultado de la votación.
En la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral se establece, en su artículo 75, las causales de nulidad de casillas: “k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma.”
2.- Se prueba, como un efecto secundario de la indagatoria, que hubo falsificación dolosa de las actas de escrutinio, al asentar en miles de ellas un número de votos que claramente no correspondían a la voluntad de los electores. Si bien hubo errores humanos en el escrutinio, no son estos los que modifican el resultado.
Hubo variación en los datos en el 81% de las actas de escrutinio recontadas. La votación obtenida por López Obrador prácticamente no tiene variación, pues sólo perdería 43 votos en el total de las actas recontadas. Por el contrario, resulta evidente que existió una falsificación masiva y deliberada para beneficiar a Felipe Calderón, pues en el papel se le habían registrado a su favor 13 mil 335 votos que nunca existieron en 4,969 casillas, en el 43%, dando un promedio de 1.14 votos por casilla recontada. Es decir, que lo que el PAN ha llamado “errores humanos comprensibles” beneficiaron 5000% veces más a Felipe Calderón que a López Obrador (No se incluyen los votos reservados por el Tribunal).
3. Se prueba que los paquetes electorales han sido abiertos y violentados después del Cómputo Distrital. En prácticamente todos los distritos donde se realizó el recuento se encontraron decenas de miles de paquetes sin sellar y centenares de miles de los sobres que contienen la votación electoral, con sellos violados y sin firmas e incluso paquetes electorales desaparecidos. Es decir, que tal como lo denunciamos, hubo manipulación ilegal de los paquetes, los sobres y las boletas electorales antes, durante y después del Cómputo Distrital.
4.- Se prueba que el Consejo General del IFE y los Consejos Distritales actuaron con dolo, al ser omisos en el cumplimiento de sus obligaciones legales y al abusar de su autoridad. Esto es evidente y explícito en la resolución judicial del Tribunal Electoral que ordena un nuevo cómputo parcial. Los funcionarios del IFE impidieron deliberadamente que se cumpliera con la Constitución Política de la República y con el Código Federal de Procedimientos Electorales. Impidieron con premeditación, alevosía y ventaja la aplicación de la ley para encubrir las evidentes y señaladas alteraciones al proceso electoral.
II.- IMPACTO EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DEL FRAUDE ELECTORAL YA COMPROBADO EN EL RECUENTO REALIZADO POR EL TRIBUNAL ELECTORAL.
Sostenemos que el recuento parcial realizado por el Tribunal Electoral es insuficiente para garantizar el principio de certeza en la elección presidencial consagrado en el Artículo 41 de nuestra Constitución. Sin embargo, lo consideramos un extraordinario botón de muestra de lo que pasó en la elección a nivel nacional. Los resultados de las diligencias judiciales practicadas, proyectados a nivel nacional, muestran la magnitud del fraude:
Felipe Calderón obtuvo a nivel nacional, producto de la introducción fraudulenta de 651,538 votos, en las casillas instaladas, además de 149,653 votos por la falsificación de los resultados en las de actas de casilla. A López Obrador por el contrario, se le eliminaron cerca de 692,299 votos como resultado de los votos extraídos ilegalmente.
Esto significa, que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección del pasado 2 de julio con cerca de 1.5 millones de votos.
Podemos afirmar, contundentemente, con las pruebas en la mano, que la voluntad ciudadana expresada en las urnas pretende ser usurpada.
La demanda de la mayoría de pueblo de México, de contar voto por voto y casilla por casilla y limpiar la elección presidencial, no sólo es sensata, legal, posible y necesaria, sino que, además, cuenta ahora con un nuevo soporte legal producto de las pruebas plenas aportadas por el recuento del Tribunal Electoral.
Anhelamos que el Tribunal Electoral esté a la altura de las circunstancias y resuelva de acuerdo a nuestra Constitución y nuestras leyes. El pueblo de México merece saber la verdad y merece contar con un presidente legítimamente electo.
¡Qué se respete la voluntad ciudadana!
¡Que se limpie la elección!
¡Voto por voto y casilla por casilla!
¡No aceptaremos la imposición de un presidente espurio!
¡Viva la resistencia civil pacífica!
Coalición por el Bien de Todos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario