Sique
Fox y su heredero Fecal, cada vez que abren la boca es para ahondar el agravio cometido a los mexicanos. Independientemente de los que participan en la resistencia civil pacífica, están aquellos que votaron por AMLO, Fecal u otros candidatos que sin estar de acuerdo con las protestas no son tan tontos como para creerse que las votaciones fueron limpias y que el pillo ganó la elección. El otro día una amiga se encontró rodeada de panistas y les hizo la pregunta: “Bueno, ¿pero hubo fraude?” Todos se quedaron callados, y el que calla otorga.
Este grupo de delincuentes que ha impuesto al pelele, incluyéndolo a él, creen que con spots que niegan la realidad van a poder ocultarla. Se les olvida que si bien funcionó la premisa de que una mentira dicha mil veces se convierte en verdad, ésta se desarticula cuando la mentira y la trampa para hacerla verdad se han descubierto. Ahora, más bien encabrona, porque cada spot lo único que hace evidente es el engaño y el insulto de tratar a todos como retrasados mentales; mientras más se insista con spots más se pone de manifiesto la mentira, si fuera verdad no tendría que repetirse tanto pues estaría a la vista, como a la vista está toda la documentación visual y escrita en la que consta que Fecal se impuso con trampas y mapacherías. Así que mientras más insista Fox en que el país está en calma, que económicamente es un paraíso, que la pobreza ha disminuido y que hay más empleos mediante el trabajo de su sexenio, más flagrante es que México es un polvorín, que económicamente estamos jodidos, que la pobreza aumenta y que cada vez hay menos empleos; mientras Calderón más insista en sus manos limpias, en que él ganó en buena lid, en que va a aliviar la pobreza y en que va a gobernar para todos, más salta a la vista que tiene las manos atascadas de lodo, que perdió, que le importa un carajo la pobreza y que va a gobernar para la camarilla corrupta que lo subió a la presidencia a pesar de su incapacidad. Ésta se demuestra cuando queriendo convencer de que va a gobernar para todos los mexicanos insiste en dividirnos en pacíficos y violentos y ¡eso que quiere que haya concordia! El idiota no sabe ni cómo hacerle, sigue agraviándonos cada vez que hace una declaración.
Si descontamos a la cúpula y a los violentos panistas que están ciegos ante el fraude y a la violación que representa, nos queda aproximadamente un 80% de la población adulta que sabe que lo hubo. De ésta, una tercera parte está decidida a participar en la resistencia civil pacífica, otro tercio está confundido y prefiere callarse la boca porque están de acuerdo en que se imponga a un presidente espurio ya sea porque votaron por él o porque no quieren broncas; y la otra tercera parte es gente totalmente inconsciente que acepta su destino como venga, que es pasiva por naturaleza, que no votó y que no se siente parte activa en la construcción de su futuro.
Cuando el tercio de los confundidos que no quieren broncas vean la bronca que representa un gobierno espurio y lo que provoca la ingobernabilidad van a empezar a protestar, a la hora que el caos económico y social llegue a sus hogares, cosa que no tardará mucho, entonces van a entender que no era conveniente permitir el agravio y sacrificar los principios y la dignidad porque eso se paga y se paga caro. Cuando se militarice el país y cuando la delincuencia que proviene de la desigualdad se desate y no puedan salir a las calles, van a pedir a gritos que regresen los campamentos a Reforma para unírseles y levantar su voz al voto por voto, casilla por casilla. Pero ya va a ser demasiado tarde porque estaremos en otra etapa.
Cada vez más gente va a experimentar en carne propia lo que significa el neoliberalismo, que ya les ha estado pegando a las clases medias y hasta las medias altas, cada vez la situación de un país dividido va a ser más crítica, cada vez se va a poner en mayor evidencia la incapacidad del pelele, porque no va a poder devolverles en prebendas y favores el apoyo recibido para usurpar la presidencia a todos considerando que son demasiados y mucha su rapacidad.
Va a llegar el momento en que el impostor va a tener a más de cincuenta millones de mexicanos enojados, y no le va a poder echar la culpa a AMLO. Entonces el agravio será mayor y patente en todas partes del país.
En ese momento nuestra resistencia civil pacífica va a ser justificada por quienes ahora se burlan y nos denigran, entonces van a darse cuenta de quien tenía la razón, entonces nuestro movimiento salvará al país, entonces la razón va a triunfar.
¡Viva la Convención Nacional Democrática!
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