martes, agosto 01, 2006

Respuesta a Rolando Cordera, Carlos Mónsivais, Adolfo Sánchez Rebolledo y Jenaro Villamil

Contestación a la carta a López Obrador de Rolando Cordera, Carlos Mónsivais, Adolfo Sánchez Rebolledo y Jenaro Villamil que apareció hoy en el Correo Ilustrado de la Jornada.

Con todo el respeto que me merecen, humildemente, aunque antes de AMLO no me hubiese ni humildemente atrevido, les digo: El bloqueo de vialidades públicas no es “un agravio a la ciudad de México”, ni afecta a tantos. El agravio, no digamos, a la ciudad de México, sino a todo el país ha sido el no escuchar a aproximadamente 2.5 de millones de mexicanos durante la jornada en que manifestamos nuestra indignación por el rechazo de las instituciones y del PAN a que se cuenten los votos dada la gran cantidad de anomalías que ha habido en esta elección en la cuál se pretende imponer a un candidato por decisión de la oligarquía. Parece que el Paseo de la Reforma en la ciudad de México es uno de los pocos espacios en el que nos notan (porque no es precisamente un espacio de las clases populares), aunque sea para denostar nuestra protesta poniendo de antemano la comodidad de los automovilistas, los dueños de los grandes negocios, la Embajada Americana, etc... porque ahora sí hubo cobertura en todos los diarios y las estaciones de radio. Resulta que “afecta” como a 100,000 ciudadanos mientras que la falta de democracia, el engaño y el robo del gobierno y del partido oficial afecta a 103 millones, ese sí “es un hecho de insensibilidad profunda”. Podemos estar seis años en las aceras, en las banquetas y en las áreas verdes, “para no molestar, para no ofender”, sin que nos hagan el menor caso, ya ha pasado. Los críticos del movimiento encuentran munición siempre y la “enajenación de voluntades y simpatías ciudadanas” no preocupan pues no estamos por ganar un concurso de popularidad y simpatía sino actuando con el sustento de convicciones y principios que no debieran alterarse porque se estén provocando “incomodidades”. Lo único que tienen que hacer quienes utilicen esas vías es levantarse más temprano (como los campesinos o los que aún enfermos tienen que caminar kilómetros para llegar a un hospital, por ejemplo) y utilizar vías alternas (esas sí pavimentadas) a cambio de que la presencia de los del plantón (que tampoco están tan cómodos) les recuerde que tenemos un problema grave y que hay que luchar por defender la democracia. “¿Cómo se puede presionar a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares?” Perdón, pero el bloqueo de Reforma no es lo que “en primera y última instancia” perjudica a las clases populares, lo que perjudica a las clases populares son cuestiones de fondo que no pierdo el tiempo en explicárselos porque ustedes lo saben de sobra y mejor que yo; y sí presiona a los poderosos porque “les incomoda”, porque les planta en la cara la injusticia y porque así no nos pueden negar. Y esos terceros a los que se está afectando más debían de agradecer a quienes están luchando para que su país avance en el rumbo de la democracia mientras que ellos sólo tienen que preocuparse por llegar a tiempo a su trabajo mismo que quizás pierdan si no se gana esta lucha.

Las “causas legítimas y legales” no pueden desvirtuarse por un bloqueo en el Paseo de la Reforma, a menos que para ustedes estas causas tengan la misma importancia que el tránsito por una avenida, ésta ha sido bloqueada en múltiples ocasiones por otras causas como el arreglo del drenaje. Pues hagan de cuenta que en efecto se está tratando de arreglar el drenaje profundo y se está tratando de sacar toda la mierda que hay en éste. La injusticia de “lastimar a los capitalinos” porque ya no pueden transitar por el Paseo de la Reforma no es equiparable a la injusticia a la que han sido sometidos el 80% de los ciudadanos de este país. Esta no es una “agresión deliberada” a los derechos de los trabajadores, automovilistas, pasajeros y choferes de autobuses y taxis. Repito, todos ellos, pueden utilizar vías alternas a cambio de que los manifestantes tengamos una presencia más significativa. Soy capitalina, utilizo Reforma y no me siento ofendida. Al contrario, me enorgullece que la gente luche por la democracia y de paso me solidarizo con ellos y veo si no les hace falta algo. Y creo que si ese es el costo, nos esta saliendo muy barato o ¿no conocen los que otros han tenido que sacrificar en la lucha por la democracia? Pues la vida. De hecho esta lucha por la democracia es bastante “fresa”, pero más “fresa” salieron los críticos de que se bloquee el Paseo de la Reforma, con todo respeto. En efecto, un movimiento nacional no se puede reducir a un problema “grave de vialidad” pero eso no ocurre en la realidad, esa es sólo una interpretación de alguien con una estructura de principios bastante reaccionaria; y que se deje en segundo plano la marcha más grande de la historia de la ciudad de México porque se estrangularon unas cuantas calles y avenidas vuelve a ser la interpretación de quien no sabe distinguir entre lo profundo y lo superfluo.

Ya me imagino los diarios mañana, “hasta Mónsivais reprueba la toma de Reforma”; órale a fortalecer los argumentos del delincuente de Calderón, esa sí es una munición de regalo a los medios.

Resulta que están tomando al país entero por los próximos seis años ¿y se está criticando que se tome el Paseo de la Reforma por unos días? Con todo respeto, los admiro mucho, sé que en lo sustancial están de acuerdo con López Obrador como yo lo estoy, pero no mamen.

No hay comentarios.: