Chávez: ¡Hasta guapo lo vi!
Manú Dornbierer
La mayoría de la población en nuestra actual ‘dictacracia’ no tiene acceso a la televisión por cable en la que podría enterarse con más amplitud y veracidad de lo que pasa en su país y en el mundo.
Los mexicanos de pocos recursos se “informan y educan” sólo a través de la televisión nacional que es “abierta”, es decir, que no se paga, pero cuyo contenido, con pocas excepciones, es cada vez más cerrado y embrutecedor.
Televisa siempre estuvo planeada para desinformar, ocultar, distorsionar; en suma, maleducar y facilitar la manipulación en la ignorancia. El mismo Emilio Azcárraga, padre del actual dueño de la rama más fuerte del duopolio televisivo, explicaba campantemente en el siglo pasado: “Es para los jodidos”.
Por desgracia sigue siendo aplicable el concepto a todas las redes de televisión y radio que están siendo financieramente muy beneficiadas por la reciente ‘Ley Televisa’, cuyo simple objetivo es ganar dinero por el control de la información y del pensamiento...
La impugnación de la prianista ‘Ley Televisa’ debería ser la primera tarea de los nuevos legisladores honestos (como el panista Corral en la pasada Legislatura), pues está regresando alarmantemente a la televisión comercial a lo peor de sí misma. No hay más que escuchar a la mayoría de los conductores de noticieros ‘televisos’ y/o aztecas para sentir pena ajena.
En cuanto a la veta de las telenovelas, el caricaturesco y comercialote bodrio de la fea que tiene enloquecido a los televidentes, es muestra de la enanez mental en que se pretende mantener al pueblo de México en el régimen prianista. La comunicación electrónica, producto de la plutocracia, es ahora socia del yunque-gobierno en turno (esperemos que no llegue a serlo del Estado).
Para los intereses de ambos es mejor que los mexicanos dejen de pensar. Le debemos tan dañina ley a la decisión prianista del fraude a raíz del fracaso del desafuero de López Obrador. Se develó con las cínicas ansias de Fecal cuando no prosperaba su campaña normal y suplicaba a Bernardo Gómez de Televisa “regálenme spots”. Luego dio luz verde a Dick Morris ¿10 mil dólares diarios?
Dick, “El Sucio”, “el gringo que sembró el odio”, le llaman en Proceso, quien aplicó rápidamente sus eslóganes terroristas: “López Obrador es un peligro para México” y “Está ligado a Hugo Chávez”, al que la CIA intentaba desacreditar...
El Artículo 33 constitucional deja en claro que por ningún motivo los extranjeros pueden intervenir en asuntos electorales en México. Pero el IFE y luego el Trife, bellas e impolutas “instituciones” de ‘Foxilandia’, no se dieron cuenta porque sus integrantes se pasaron el libro por el arco de triunfo yunquista. Deberían ser procesados todos ellos, con los dos o tres extranjeros y el que los contrató - ¿el PAN, Felipe mismo, su vocero el ‘Chucky’ Mouriño, hijo de un gasolinero español contemplado dentro de “las irregularidades pendientes” de Pemex en su documento de “entrega-recepción” para la nueva administración?-...
El otro autor de la ‘Ley Televisa’ es Emilio Gamboa Patrón, siempre entregado a deleznables intereses como los de “papá” Kamel Nacif, rey de la mezclilla -¿y de la pederastia?-.
Gamboa en la Legislatura pasada fue senador y jefe de los senadores del PRI, en la actual diputado y jefe de los diputados del PRI... Sería bueno saber cuánto le seguimos pagando a este exhibido y probado prostituto de la política que se inició en tiempos de Miguel de la Madrid cuando otro empresario, Olegario Vázquez Raña, hoy socio de Marta Sahagún, le compró al dúctil yucateco una casa en El Pedregal frente a la suya para que le llevara los negocios con el presidente de la “renovación moral”.
En estos días Calderón visitó a MMH con el que tiene coincidencias -¿en agradecimiento de su apoyo?-. Que sea justo y públicamente visite al otro ex presidente, espurio como él, Carlos Salinas...
El asunto de la televisión del que me desvié un poco por amor a la información, viene al caso por el nuevo escándalo alrededor de las declaraciones en la cadena CNN (en español) de Hugo Chávez, presidente de Venezuela. El de México, su (bueno pa’ nada) canciller Derbez y curiosamente Carlos Fuentes se indignaron por las respuestas de Chávez a las preguntas de la tranquila y profesional reportera Patricia Janiot, en La Habana el pasado fin de semana patrio.
Los que vimos en vivo la entrevista, porque a diferencia de la mayoría podemos pagar el cable, sabemos que son absurdos los gritos y sombrerazos contra Chávez. Los que sólo ven la TV abierta, no entienden ni jota porque los ‘azteco/televisos’ les dicen lo que manda la Presidencia.
Esto fue lo que pasó: En todo su derecho, Patricia Janiot, conductora del programa “Noticias México”, preguntó al Presidente de Venezuela lo que consideró conveniente respecto a Estados Unidos y luego le pidió su opinión sobre la situación poselectoral en México.
El Presidente de Venezuela contestó con tranquilidad, congruencia, franqueza e inteligencia. ¡Hasta guapo lo vi! No fue Chávez el que tomó la iniciativa de “entrometerse en los asuntos de México”. Sus supuestas intromisiones fueron respuestas que le requería Janiot.
Hay una diferencia. En ese contexto reiteró que había tratado a Fox de “cachorro del Imperio” en Mar del Plata porque lo es. Como si alguien lo dudara... Recordó también que Fox empezó el pleito. Fue a Argentina a vender el ALCA de Bush y a pelearse con todo el que no se arrodillara, hasta con el anfitrión, el presidente Kirchner de Argentina...
A la pregunta referente a las relaciones futuras con México, dijo que Felipe Calderón había cerrado durante su campaña las puertas a una buena relación entre Venezuela y México, al referirse a él y a su país despectivamente para ganar votos contra López Obrador. ¿Acaso no fue así? Fox se encuera y luego se enoja porque le ven las vergüenzas. Ya basta. Que no embarre a México en su asqueroso sometimiento.
El primer problema fue para el propio candidato. Lo definió para siempre. Ni modo, mister, hay que ser responsable de sus palabras, actos y campañas. Se ganó el desprestigio, aunque logre la ‘dictacracia’ imponerlo. Aunque Felipe ahora juegue al “caballero”, quedó plasmada la imagen de un México tramposo en el extranjero y aquí 15 millones de votantes no olvidaremos.
Por lo pronto, menos mal, López Obrador no se rajó como Cuauhtémoc Cárdenas en 88 y tenemos un presidente legítimo que vigilará al espurio. Ése sí que es un peligro para México...
Comento: Los juicios distorsionados de la televisión tienen que ser aclarados para que la gente no esté desinformada. Frecuentemente nos encontramos con personas cuya información es totalmente errónea, basada en los juicios tendenciosos de la televisión que traiciona los principios de la ética periodista al servicio de la cúpula vendepatrias, más lo que cada quien le agrega de su peculio. Gracias a Manú Dornbierer, que con un lenguaje fresco y bien estructurado pone los puntos sobre las íes para que la gente aclare sus puntos de vista. Reenvíen este artículo porque vale la pena.
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