México SA
La Jornada
Carlos Fernández-Vega
Otra vez los hojalateros maquillarán los golpes a la carrocería del ''cambio''
Animo matadores, que el sexto Informe del presidente Fox -el más esperado por los mexicanos- será, sin duda alguna, el mejor de todos, por una simple razón: será el último. Después, un poco más de paciencia y a esperar los 90 días que faltan para que se vaya.
Como tal informe no será diferente a los cinco anteriores, vale repetir que los mismos hojalateros fueron convocados por el inquilino de Los Pinos por sexta ocasión consecutiva, para que con sus artes intenten maquillar los severos golpes en la carrocería del gobierno del "cambio" y ocultar el verdadero estado que guarda la nación.
Tal como sucedió en las cinco ocasiones previas, ellos, y sólo ellos creen que lograrán su propósito, de tal suerte que mercadólogos, publicistas, estilistas, cosmetólogos, modistas, cirujanos plásticos, integrantes del gabinetazo, jilgueros y demás personal participante, realizaron su mejor esfuerzo para elaborar el texto final (con todo y anexos) del sexto Informe de gobierno.
Corren el riesgo de que su producto final no sea leído en la tribuna del Congreso, aunque no deben deprimirse porque para eso está el canal de las estrellas -la tribuna más alta en el sexenio-, en el entendido que el presidente Fox no tiene qué informar, pero sí mucho que ocultar.
Ya en el cuarto Informe el inquilino de Los Pinos aventuraba que ''lo mejor está por venir", y dos años después los mexicanos siguen en espera de que esa promesa, una de tantas, se materialice así sea en su mínima expresión. Pero no hay que ser tan drásticos, porque en medio de la desesperanza y la desesperación por la falta de resultados, cierto es que "lo mejor está por venir" y para ello faltan 90 días. Lo malo, es que, cumplido el plazo, habrá que esperar otros 2 mil 190 días para que realmente llegue lo mejor.
Lo cierto es que ninguna campaña propagandística -por aparatosa que sea- puede ocultar carencias, deficiencias, errores, excesos, dislates y demás gracias del gobierno del "cambio", aunque el inquilino de Los Pinos y su ejército de maquillistas y propagandistas supongan lo contrario.
Con o sin la presencia de Vicente Fox en San Lázaro, es previsible que en el informe que presente al Congreso presuma -como lo hizo en las cinco ocasiones previas- lo inexistente: menor inseguridad pública, control de la delincuencia, desempleo decreciente, economía boyante, abatimiento de la pobreza, sepelio de la corrupción, erradicación de los negocios familiares ligados al poder, política exterior congruente, narcotráfico reducido a su mínima expresión y, en fin, cumplidas las promesas de campaña en este sexenio perdido.
Al igual que en 2005, para que el inquilino de Los Pinos presuma (vía texto o micrófono, según se resuelva el caso) todos sus "logros", otro ejército tomó las instalaciones de San Lázaro y sus alrededores. Oficialmente, más de 4 mil elementos policíacos, agentes judiciales, de la AFI, integrantes del Estado Mayor Presidencial y demás personal de "seguridad" impiden el libre acceso de los ciudadanos por esa zona sitiada. Cómo tendrán la conciencia que requieren violar las garantías constitucionales para celebrar lo bien que va el país y gritar "cumplimos".
Y como la siguiente es una información que no se encontrará en el sexto Informe de gobierno -como tampoco en los cinco anteriores-, los mexicanos también celebrarán que no serán 30 sino 70 los años que aún faltan para que terminen de pagar el banquete de los banqueros y sus gerentes gubernamentales, al que no fueron invitados, pero sí obligados a cubrir la factura.
"El monto total del saneamiento de la banca nacional por medio del Fobaproa e IPAB asciende a un billón 248 mil millones de pesos, que representa 16.98 por ciento del PIB, cantidad que los mexicanos tardarán en pagar alrededor de 70 años, informó el diputado panista Manuel Pérez Cárdenas a la LIX legislatura, al presentar el informe final de la Comisión de Investigación sobre el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario" (La Jornada).
Como se ha señalado en este espacio, ninguno de los funcionarios relacionados -antes y ahora- con el Fobaproa-IPAB ha tenido la cortesía de explicar a los que pagan cómo fue posible que alrededor de 45 mil millones de pesos de cartera bancaria vencida al iniciar 1995 (comienzo del "rescate") llegaron a multiplicarse hasta sumar un billón 248 mil millones de pesos diez años después. Cómo cerca de 8 mil 500 millones de dólares de 1995 (al tipo de cambio de aquella fecha) terminaron en alrededor de 115 mil millones de 2005, un incremento de mil 300 por ciento en el periodo.
A los bebés que por estas fechas arriben a este país pletórico de "logros del cambio" les encantará saber que en su onomástico número 70, junto al pastel aparecerá el último abono del Fobaproa-IPAB. El año 2076 será maravilloso, siempre que el gobierno federal no cambie la jugada y extienda el plazo, como acostumbra.
Las rebanadas del pastel:
De la resistencia civil y la desmemoria de los panistas: "¿Hubo más gente con Maquío o con Fox?", le preguntó la prensa al minúsculo personaje, y el siempre sonriente Felipe Calderón contestó: "¡No mames! ¡Lo del Maquío ya pasó a la historia! ¡Esto no tiene madre!'' (en el cierre de la campaña electoral de Vicente Fox, 26 de junio, 2000).
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