BALACERA ENTRE POLICÍAS Y LA APPO; IBAN POR ULISES RUIZ
Militantes de la Asamblea se introdujeron al hotel Camino Real para buscar, habitación por habitación, al mandatario; tres heridos en el enfrentamiento
GENARO ALTAMIRANO y JORGE O. OCHOA
El Gráfico
OAXACA, Oax.- Policías ministeriales vestidos de civil y porros intercambiaron balazos con integrantes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), quienes perseguían al mandatario estatal, Ulises Ruiz, por las calles de la capital del estado; el choque dejó al menos tres lesionados.
Hacia las 14:00 horas de ayer, Ulises Ruiz, cuya dimisión exige la APPO, realizó una visita sorpresa al parque Juárez, pero cuando los militantes de la organización supieron de su presencia fueron a confrontarlo.
Ruiz abandonó el lugar, pero los manifestantes se enteraron por versiones ciudadanas que el gobernador se había refugiado en el hotel Camino Real, por lo que el contingente se reagrupó y se dirigió al edificio que se ubica en el Centro Histórico.
A través de radio APPO, que opera en las frecuencias de tres emisoras comerciales, los seguidores fueron convocados a concentrarse en torno del edificio del hotel para buscar al gobernador. En el lugar, unas 500 personas lanzaron consignas y exigieron la renuncia a la gubernatura.
Las brigadas de la APPO se introdujeron al hotel para buscar, habitación por habitación, a Ulises Ruiz.
El gobierno del estado informó que en ese sitio se encontraba Bulmaro Rito Salinas, presidente del Congreso oaxaqueño, quien también abandonó el lugar.
En dicho recinto se encontraba el periodista Ricardo Rocha. Cuando los elementos de la APPO lo reconocieron, presumieron que él sabía del paradero del mandatario.
Algunas personas quitaron a su camarógrafo una pila de su cámara de video y el periodista salió del lugar entre gritos y manotazos sobre su camioneta.
De acuerdo con Senén Bravo Castellanos, miembro de la dirigencia provisional colectiva de la APPO, la balacera suscitada dejó heridos a una maestra y a otro simpatizante, quienes fueron retirados en un taxi para recibir atención médica.
Asimismo, los guaruras del gobernador y los porros golpearon con tubos a profesores de la sección 22 del SNTE y la APPO.
Refuerzan alerta a estadounidenses
Por otra parte, la embajada estadounidense en México recomendó a sus ciudadanos que tomen todo tipo de precauciones y de reservas ante la violencia desatada, antes de viajar a Oaxaca.
La embajada extendió la alerta emitida el pasado 24 de agosto y que concluía ayer, 24 de septiembre, hasta el próximo 30 de octubre.
Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
El plan de Ulises
Correteado, perseguido y escondido para huir de un tiroteo en pleno centro de Oaxaca que dejó dos heridos, así acabó ayer el gobernador Ulises Ruiz cuando intentaba "reaparecer" públicamente en la capital de su estado. La imagen del gobernador huyendo de la turba, mientras sus guaruras vestidos de civil disparaban para frenar a los miembros de la APPO que intentaban capturar al mandatario, dibuja claramente la situación de ingobernabilidad que vive Oaxaca.
La patética indignidad con la que Ulises se aferra al cargo se debe a una consideración netamente política: si el gobernador solicita licencia antes del 1 de diciembre, tendría que haber nuevas elecciones para elegir a un nuevo mandatario porque no han transcurrido dos años de la asunción del actual, según ordena la Constitución de Oaxaca.
Eso ha llevado al PRI y a sus cúpulas a defender hasta la ignominia y con argumentos legaloides a un gobernador que, ellos saben, ya no gobierna ni podrá gobernar aún si desalojaran por la fuerza a los radicales de la APPO y a los maestros que tienen en estado de sitio a la capital oaxaqueña.
Ulises y el PRI aprovechan la tibieza y la incapacidad del gobierno de Fox , pero también del pavor que tiene Felipe Calderón de que un movimiento social radical, como el de Oaxaca, pueda tirar a un gobernador.
Colmilludos como son, los priístas le han hecho saber a Calderón y a sus operadores políticos que el PAN no debe apoyar la caída de Ulises ; primero, porque es una condición que los priístas ponen para negociar acuerdos en el Congreso; y segundo, porque el Presidente electo se podría ver en el espejo de Oaxaca ante las radicales movilizaciones anunciadas por Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores, que ayer justamente persiguieron a Calderón durante su gira por Monterrey.
La receta que el PRI y Ulises le han vendido al gobierno foxista y al propio Calderón es que Fox envíe a la PFP y se proceda al desalojo por la fuerza de los inconformes de la APPO y el SNTE, se liberen las calles de la ciudad de Oaxaca y, una vez hecho eso, se instale una nueva mesa de diálogo en la que el gobernador estaría dispuesto a conceder su renuncia. Pero, ahí viene el truco, la salida de Ulises Ruiz no se concretaría sino hasta el 1 de diciembre, el mismo día que toma posesión Felipe Calderón, y que ya no tendría que convocarse a nuevas elecciones en Oaxaca.
El plan de Ulises tiene además el aliciente de que Calderón entraría como el Presidente que logró la solución definitiva en Oaxaca, mientras el costo por el uso de la fuerza se lo llevaría el desgastado Vicente Fox. El viernes pasado Ulises Ruiz y Mariano Palacios fueron recibidos en privado y fuera de agenda por el secretario Carlos Abascal Carranza. Después de salir de Bucareli hubo quien aseguró que Ulises y Mariano fueron a reunirse con Felipe Calderón a sus oficinas, aunque ese encuentro fue desmentido por el equipo del Presidente electo.
Lo que es un hecho es que ya se tomaron decisiones en Oaxaca y que en las próximas horas estaremos viendo si Fox y Calderón compraron el astuto plan de Ulises.
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1 comentario:
La verdad es que no hay otra solución, más que la renuncia de Ruiz.
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