GOBERNACIÓN OPTA POR USAR LA VIOLENCIA EN CONTRA DEL PUEBLO DE OAXACA
EL FASCISMO PRIANISTA EN TODO SU ESPLENDOR
"Esperamos un guiño para ir a México a la mesa de negociación, pero no hubo tal señal"mos un guiño para ir a México a la mesa de negociación, pero no hubo tal señal"
"Nosotros no rompimos el diálogo": APPO
Adelfo Regino: pobre Calderón, después de lo que hizo no va a poner un pie en Oaxaca
BLANCHE PETRICH, ENRIQUE MENDEZ Y OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 29 de octubre. Todos los esfuerzos de la dirección colectiva de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) por contactar a la Secretaría de Gobernación, hasta las siete de la noche, fueron infructuosos. A partir de ese momento, la directiva del movimiento resolvió que, más allá de su instrucción general a la población -resistir de manera pacífica en las barricadas-, quedaba "en manos del pueblo" la decisión de las acciones concretas de esta resistencia, anunciaron anoche personas cercanas a la organización, cuando ya habían transcurrido siete horas desde que empezó la toma de la capital del estado.
A su vez, el dirigente mixe Adelfo Regino advirtió esta noche: "pobrecito Felipe Calderón. Después de lo que hizo hoy, antes de ser presidente, no va a poner un pie en Oaxaca en lo que dure su gobierno".
Abogado y líder de la organización Ser Mixe, Regino puntualizó que si Vicente Fox empezó su sexenio "alardeando que solucionaría el conflicto de Chiapas en 15 minutos, hoy lo termina con las manos manchadas de sangre, en una coyuntura en la que claramente privilegió la represión, cuando aún había posibilidades de una solución dialogada.
"Y en esta decisión estuvo involucrado, sin duda alguna, Felipe Calderón. Los dos derramaron sangre de oaxaqueños para salvarle la cara a una persona -Ulises Ruiz- que no se va a poder sostener en el gobierno, que no va a poder regresar a su estado. Esta es la consecuencia del chantaje del PRI al PAN, que condicionó el apoyo de Ruiz a la toma de posesión de Calderón. El resultado es al revés: por sostener a un gobernador asesino, ambos se ganaron el desprecio del pueblo de Oaxaca. Y no lo dice una voz radical; quienes conocen mi trayectoria lo saben bien", indicó.
Añadió: "ojalá que la sociedad mexicana haga una lectura correcta de lo que sucedió hoy aquí: miles de oaxaqueños se lanzaron a las calles, por toda la ciudad, a repudiar la ocupación de la policía federal. No los esperamos aplaudiendo, humillados; no fue así. A partir de hoy, para la APPO resulta de urgente necesidad aclarar que no fueron ellos quienes rompieron la vía del diálogo, sino que fue una iniciativa unilateral del gobierno federal".
Por la tarde, dos horas después del ingreso de la PFP al centro de la ciudad, cientos de personas simpatizantes de la APPO se congregaron a las cinco de la tarde en el zócalo, pese a que los contingentes policiacos, con toletes y fusiles de gas lacrimógenos, permanecían apostados en los dos accesos al sur de la plaza mayor, sobre la calle Guerrero.
Dos dirigentes de la APPO, Roberto García Lucero y Miguel Angel Schultz, encabezaron la columna de manifestantes que entró por el norte, por la avenida Independencia. Los oradores instaron a la población a "resistir pacíficamente" la ocupación de las fuerzas federales ,"en un acto de unidad y dignidad" y haciendo uso de su derecho constitucional.
"Y que lo sepa el mundo -insistieron-, no fuimos nosotros los que rompimos el diálogo."
Por su parte, el responsable de la comisión de orden y vigilancia de la APPO, Gustavo Adolfo López, señaló que los dirigentes del movimiento entendieron que "Fox nos había traicionado" en el momento en el que Gobernación emitió, la tarde del sábado, el comunicado en el que puso un ultimátum a la APPO para "entregar" el zócalo y todas sus posiciones, sin mencionar las garantías de seguridad que la dirección colectiva había pedido.
"No fuimos nosotros quienes nos negamos a sentarnos a la mesa de diálogo que Gobernación llamó para el viernes; no dijimos que no. Pedimos un día de plazo para poder llegar con una propuesta de consenso. El sábado, en asamblea plenaria, le dijimos a Miguel Alvarez, de Serapaz, que sí aceptábamos acudir a Gobernación, pero que el gobierno federal debía darnos garantías de que respetaría el zócalo. Pero el comunicado de la tarde no menciona nada de esto.
"Todavía ayer, aun con la llegada de las fuerzas federales y las tanquetas, esperábamos algún guiño, pero supimos que nos habían cerrado las puertas cuando anoche Fernando Yáñez, el enviado de Abascal, nos apagó el celular y cortó toda comunicación con nosotros. Fue una actitud vergonzosa."
Antes de que se conociera que las casas de Flavio Sosa y otros líderes sociales habían sido cateadas y que el mando de la organización se recluyera, López explicó: "obvio que no estamos dispuestos a entregar Oaxaca, pero esa decisión ya no es nuestra sino del pueblo, de las colonias. Mantenernos en nuestras calles y plazas no implica ruptura del orden constitucional ni una actitud segregacionista. No podemos ceder en nuestra demanda principal; no es justo ni digno que dejemos que un asesino como Ulises Ruiz nos gobierne".
Insistió: "hasta hoy en la noche esperamos un guiño para ir de inmediato a México, a la mesa de negociación. Pero no hubo tal señal".
Más bien pobre Calderón, que nunca tendrá gobierno.
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