CONVOCATORIA A TODOS LOS COMPAÑEROS TRABAJADORES DE LA CULTURA Y AL PUEBLO DE MEXICO PARA QUE, EN EL MARCO DE LA CELEBRACIÓN DEL DIA DE LOS MUERTOS, PARTICIPEN EN LA ACCION TEATRO-PERFORMATIVA "EL ÁGUILA MOCHA" QUE SE CELEBRARÁ EL JUEVES DOS DE NOVIEMBRE A LAS 18 HORAS FRENTE AL PALACIO DE LAS BELLAS ARTES EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
Las almas de los muertos nos visitan al anochecer de cada dos de noviembre. Esta creencia pertenece al Patrimonio Cultural Simbólico de México. Sin embargo, no todos morimos en las mismas condiciones; hay muertos niños, hay muertes por vejez y también hay asesinos. Pero ni siquiera la muerte exime a nadie del juicio de la Historia y las almas que regresan cada año a tocar la comida y la bebida traen con ellas la grandeza o la vileza de lo que hicieron en vida.
La teatralidad de "El Águila Mocha" es una más de las expresiones de la creatividad social de nuestro movimiento por la democracia. Se trata de una expresión popular, improvisada y muy diferente a cualquier espectáculo comercial porque quienes la hacemos tenemos un propósito muy por encima del económico: rescatar la política de manos de los políticos y devolverla a su auténtica poseedora, la sociedad civil. El tema de esta acción colectiva es el retorno, desde el reino de los muertos, de varios personajes que insisten en repetir lo que hicieron en vida. Unos, serán traidores a la Patria por la eternidad; otros (los más) entrarán para siempre en nuestro imaginario mexicano con la dignidad y el valor que mostraron en vida.
En "El Aguila Mocha", se representa una de las faltas más graves que el grupo en el poder cometió contra El Patrimonio Cultural de todos los mexicanos: la mutilación del símbolo de nuestra nacionalidad, el que centra nuestra bandera, el que se representa en nuestras monedas; ése que está en la memoria de todos, en el centro mismo de nuestro imaginario social: el águila fundadora de nuestra nacionalidad. El águila que no teme al veneno de ninguna serpiente y la devora.
Forzando la custodia de La Patria, el águila es secuestrada por los traidores Fox, Calderón y los soldados disfrazados de policías que les lamen las botas. Desprotegida, inerme e inocente, el águila es humillada, cortándola por la mitad. Pero ocurre entonces que el pueblo reacciona porque, al restaurar la integridad de sus símbolos, lo que hace en verdad es defender el significado de su vida misma ya que las dictaduras de cualquier clase, antes de asesinar a los pueblos, intoxican el imaginario colectivo adulterando sus símbolos. Este trabajo es una más de las miles de denuncias contra el veneno de una televisión sin patria, contra las víboras cuyo único sentido de la vida es servir al ídolo del dinero y contra los que creen que México va a seguir permitiendo que lo saqueen impunemente, contra esas culebras asesinas a las que ni la muerte misma redimirá de las afrentas cometidas contra La Patria Mexicana.
Sin embargo, el final de este trabajo teatral es feliz, como todos los finales que el pueblo logra con su esfuerzo, su unidad y su sangre. El águila mexicana vuelve a ser lo que siempre ha sido y será porque, si bien los seres humanos morimos, los símbolos que sostienen nuestras vidas permanecerán para siempre. Nuestra águila seguirá en el centro de nuestra bandera y en nuestros corazones porque la Patria es impecable y diamantina.
La Comisión Organizadora.
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