lunes, noviembre 06, 2006

Sobre Oaxaca hoy

Partes centrales de las opiniones en prensa de diversos medios:

El pueblo muestra su rostro sufriente, hambriento, humillado y declara ser la sede última del poder. Las instituciones corrompidas, los gobierno ilegítimos corren a cubrir ese rostro con las máscaras de orden, en nombre del "estado de derecho", olvidando que hace tiempo que el tal estado ha sido negado por los que dicen defenderlo. Enrique Dussel A.

Con una agravante: la humillación sufrida por la PFP y otras fuerzas coadyuvantes en la fallida toma de Ciudad Universitaria podría alentar una venganza. Según los códigos de "la sociedad del honor" que rige aún en el arcaico sistema político mexicano, una nueva acción de escarmiento ubicaría al país en el peor de los escenarios posibles y abriría el camino hacia un proceso de fascistización del Estado. Carlos Fazio.

Los rebeldes se preparan ahora a dar cauce ordenado a su movimiento, para evitar que se salga de madre y estalle en forma violenta o dispersa o se desgaste inútilmente. Hay manías ideológicas en la construcción de ese cauce. Presionan también quienes desde adentro tratan de implantar otras agendas. Si el recipiente toma formas inadecuadas, como las de un partido (así sea disimulado), el movimiento lo desbordará, como hará con todas las vías legales e institucionales si las clases políticas las siguen cerrando. Paso a paso, por lo pronto, todas las máscaras van cayendo. Gustavo Esteva.

Oaxaca es la expresión de un fallido trabajo político, de la esencia de las alianzas políticas que sólo sostienen y reproducen las estructuras de privilegio e impunidad, de la descomposición del sistema legislativo y de la fallida representación de los intereses de la gente por los partidos políticos. En cambio, todo eso sirve de modo eficaz para aplicar la función del Estado para mantener la asignación de los compromisos de la deuda pública, como ocurre con los bancos, y legislar en materia de telecomunicaciones para provecho de unos cuantos. El Estado en la era foxista falló contundentemente en una de las asignaciones básicas que es la protección de los ciudadanos. El país se ha convertido en un campo abierto a la delincuencia de todo tipo, el narcotráfico, el contrabando. La inseguridad pública está en su nivel más exacerbado. La ley en México es un bien escaso, como la procuración de la justicia y la salvaguarda de los derechos humanos. Aquí la vida no vale nada, se pierde en un vil asalto o por la estupidez de algún guarura y la soberbia de su patrón. El acuerdo social en México está destruido y la renovación reciente del Poder Ejecutivo y del Legislativo son parte del proceso. Cambio y decadencia son la pauta en esta sociedad. León Bendesky.

La ficción neoliberal, su peña de millonarios obscenamente ricos y su nube de clases medias hipnotizadas en la Jauja virtual de los patrones han encontrado en el heroísmo de los indígenas y mestizos oaxaqueños -purititos mexicanos de bien abajo- la horma de su zapato. Insistan en su intocable Ulises y su chuequísimo "estado de derecho". Anden, coman lumbre. La historia no los absolverá, y mucho menos la memoria del pueblo mexicano. Hermann Bellinghausen.

Algunos dicen que la solución no consiste en la salida de Ulises Ruiz. Claro que no se resolverían "todos" los problemas de Oaxaca, ancestrales la mayoría, pero ayudaría a iniciarse el desenredo de la madeja. Lo que es urgente porque de Oaxaca muchos de nuestros compatriotas, sobre todo los más jóvenes, sacarán sus conclusiones: dirán que sus reclamos, ni recibidos ni procesados por una vía institucional eficaz (y decente), sólo alcanzarán curso por la vía armada y violenta. Lo que resultará de Oaxaca es el esparcimiento de los problemas del país, a otro nivel y con otra calidad, posiblemente. Y tal será una de las responsabilidades mayores de los lamentables "actores" tragicómicos que hemos visto en este drama. Víctor Flores Olea.

Debemos empezar a exigir que en la agenda pública, el desempeño del gobierno ocupe el lugar que hasta el momento no ha tenido. El centralismo y la retórica no deben nublar nuestro juicio. Defender la soberanía no debe ser sólo un discurso encendido en el parlamento; debe fundamentalmente ser la defensa de los derechos de todos los mexicanos a tener una educación de calidad, un sistema de salud decoroso, una red de carreteras medianamente decente. La misión principal de un gobierno es precisamente gobernar, y gobernar entre otras cosas significa proveer al ciudadano de los servicios que requiere. Leonardo Curzio.

Por desgracia para el nuevo presidente, Oaxaca no será la única herencia de su antecesor. Pero será muy grave, porque lo obligará a apretar el puño desde muy temprano y porque el escenario de descomposición se está extendiendo a otros estados del país. Un mal augurio para cualquier comienzo. Ricardo Rocha.

No es la de Oaxaca la rebeldía burguesa, la de los personajes hollywoodenses ideados para alentar la confusión. No es la rebeldía Oaxaqueña esa que narran en CNN, BBC, NBC… y su red mundial de parásitos, que comercializa el ano, entre muecas de violencia mass media, para derrotarnos con las crueldades más atroces de la propiedad privada. En todas sus variedades. No es la “rebeldía” melodramática referida por los payasos politiqueros que pregonan los clichés de la moral mercantil, la cursilería más maniquea y el triunfo del bien burgués. Sobre todas las cosas. No es la “rebeldía” descrita por los mediocres, los santones y sus curas. No es la “rebeldía” de los asustados, ni la de los enterados. No es la “rebeldía de los diccionarios, ni la de los tratados oficiales de sociología complaciente. No es la rebeldía descrita en los manuales psiquiátricos… nada que ver. Se trata de una rebeldía con otro sabor, nueva, fresca, matinal y emocionante. Una rebeldía floreciente, multifacética, diversa y portentosa. Es una rebeldía meticulosa y fértil, comprensiva y comprometida una rebeldía rebelde a los estereotipos, una rebeldía revolucionaria, en revolución permanente. Una rebeldía como la gente. Nadie se equivoque. Fernando Buen Abad Domínguez

Cuando todo indicaba que Vicente Fox había optado por la fórmula ruizcortinista de enfrentar los conflictos políticos enviándolos al cajón, o por la ecuación zedillista del desgaste natural de los movimientos sociales (remember el trato al EZLN o la resolución de la huelga en la UNAM), después de 161 días, con base en el artículo 119 constitucional, el presidente de la República ordenó el uso legal y legítimo de la fuerza pública" reseña Zárate en la Lectura Política. Pero ese uso de la fuerza ha sido contraproducente. Más violencia. Porque, dicho está, la violencia sólo genera violencia. Francisco Rodríguez

Hay una ignorancia de la profundidad del movimiento político en Oaxaca. Los gobiernos federal y local parecen empeñados en ilegalizar al movimiento de la APPO y la sección 22, obligarlo a un enfrentamiento armado, cuando lo que más les conviene es institucionalizarlo, atraerlo hacia soluciones racionales y legales. Qué tragedia acabar el sexenio así, apuntalando al cacique con la fuerza federal y posponiendo la intervención de raíz ante la miseria y el atraso. Qué tragedia incendiar con la chispa de la ineptitud. Roberto Zamarripa

Las preocupaciones de Fox están en otro lado, no en los problemas del país y mucho menos de una entidad tan pobre como Oaxaca. Lo que le preocupa es su seguridad personal y la de su familia, pero también la de sus favoritos en el sexenio. Mario Galvez Narro.

Es posible que la mesa de diálogo que hoy planea instalar Gobernación en la ciudad de Oaxaca sea una maniobra distractora para simular que se actúa, cuando en realidad sólo se apuesta a que avance el calendario y llegue el ansiado 30 para que las decisiones recaigan en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. La apuesta es por demás peligrosa. Si una vez la APPO ya logró obligar a que se replegara la policía federal y ayer tuvo a todas las fuerzas federales prácticamente cercadas en el zócalo, cuyos accesos tuvieron que ser sellados con alambres de púas para evitar una nueva toma de la multitud appista, es probable que ante su reagrupamiento, la disidencia oaxaqueña tome nuevos bríos y, si se percata de que el diálogo que se le ofrece sólo es una táctica dilatoria, pueda intentar de nuevo retomar las plazas públicas y enfrentarse al PRI estatal, que está agazapado esperando para un enfrentamiento campal con los que exigen la cabeza de Ulises. Salvador García Soto.

Está más que visto que si el gobernador priísta no se va, será difícil que la situación pudiera cambiar en Oaxaca. Su salida no resolverá el conflicto, desde luego, pero sí ayudaría, y mucho, a la urgente y necesaria distensión que se vive en ese estado desde hace más de cinco meses, en donde Ruiz no puede ni podrá gobernar más por el repudio de los oaxaqueños. Contra lo que se temía, la marcha dominical no originó ningún nuevo enfrentamiento con la PFP, pero eso no es suficiente. El conflicto tiene, y debe, solucionarse y eso es lo que la nación espera. Francisco Cárdenas Cruz

Más lo que informa radio amlo, más los videos que hemos visto, más lo que los ciudadanos publican en los blogs, ESA ES LA SITUACIÓN.

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