Recurrirán también a Amnistía Internacional y Human Rights Watch
Autoridades y CNDH "ya no son confiables": Valentina Batres y Marisela Contreras
ANDREA BECERRIL , ENRIQUE MENDEZ
El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados llevará el caso de Ernestina Ascensión Rosario a la Comisión Interamericana de Derechos (CIDH), y recurrirá también a Amnistía Internacional y Human Rights Watch, con el propósito de que valoren y juzguen la actuación del Estado mexicano, dado que los resultados de las investigaciones realizadas en el país en torno a la muerte de la indígena de Zongolica "son una vergüenza".
En conferencia de prensa, las diputadas perredistas Valentina Batres y Marisela Contreras señalaron que la actuación de las autoridades federales y estatales, así como de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ha sido "tan turbia, oscura y absurda" que la única opción que queda son las instancias internacionales.
A su juicio, no tiene caso solicitar la intervención de ninguna otra autoridad federal o estatal, porque ya demostraron que no son confiables y no se les puede creer nada. "Enredaron el caso creyendo que así no se entendería nada y que igual daba si un día sostenían una cosa y después otra".
No se necesita ser muy perspicaces, dijeron, para dudar de "los resultados", pues en los primeros días después de la muerte de Ascensión Rosario tanto la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como la CNDH y el gobierno de Veracruz sostuvieron que la anciana había sido violada, como denunciaron los familiares. Se habló de pruebas físicas e incluso se llevaron cabo exámenes de semen de más de 78 elementos militares, según información de la propia Sedena.
Sin embargo, "a raíz del dictamen médico de 'gastritis' que hizo el señor Felipe Calderón, todo se transformó: la investigación de la Sedena, de la que hasta la fecha no sabemos nada, la de la CNDH, que se hizo de una atribución investigadora ad hoc, y finalmente de la procuraduría estatal".
La situación, agregaron, es peor que durante los gobiernos priístas, ya que "no es el presidente quien pregunta de qué murió, sino que le preguntan: ¿y de qué quiere que muera, señor presidente?". Las diputadas perredistas advirtieron que aunque la vida de Ernestina Ascensión no vale nada para los gobernantes, hay que decirle a los involucrados "que no hay injusticia o impunidad que no se pague".
Informaron que integran el expediente que habrán de llevar a la CIDH y a las demás instancias internacionales. "No se trata de una queja o demanda -precisaron-, sino de una solicitud de opinión "sobre el estatus que guarda la protección de los derechos humanos en México".
Antes, detallaron, se tienen que agotar otras instancias, esperar a que la CNDH haga pública su recomendación y tener el aval de la familia de Ernestina Ascensión, cuyos miembros son los que deben suscribir la demanda.
Denunciaron que los familiares de la anciana han sido acosados por autoridades locales y federales, que los mantienen bajo un cerco.
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