miércoles, octubre 24, 2007

Devastan praderas para sembrar maíz
Las praderas del norte de Chihuahua han sido arrasadas por los productores. (Foto: Carlos Coria)

Autoridades y ambientalistas señalan a grupos de productores menonitas como los responsables
Corresponsal

CHIHUAHUA, Chih.- Desde hace tres años, comunidades menonitas han cambiado el uso de suelo de las praderas chihuahuenses arrasando con el ecosistema y poniendo en riesgo a varias especies para poder sembrar maíz y sandía.
El delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Chihuahua, Ignacio Legarreta, reconoció que existen miles de hectáreas de praderas que están siendo desmontadas ilegalmente y que se abren pozos agrícolas indiscriminadamente sin los estudios de impacto ambiental requeridos.
“Tenemos tres grandes regiones, una es al norte, la de Janos, Ascensión y otra es la de Villa Ahumada, y en la parte noreste de Aldama, Coyame, Ojinaga y Manuel Benavides, son las tres grandes áreas en las que se están haciendo cambios de uso de suelo, la gran mayoría de ellos sin la debida autorización.
“La participación de la sociedad es fundamental, si alguien está haciendo un desmonte, que lo denuncien a Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) para que con el Ministerio Público federal vayan y hagan una inspección y si no tienen autorización, inmediatamente se suspendan los trabajos y se detenga a las personas”, señaló.
En entrevista, Legarreta explicó los vericuetos legales que los productores intensivos utilizan para pasar por encima de la ley.
Hay productores que prefieren pagar a Profepa 50 mil salarios mínimos que cobra de multa, o sea 2.4 millones de pesos, en vez de pagar 20 ó 30 millones de pesos, y esto nos ha puesto en desventaja, ya que inician los trabajos de desmonte sin autorización de Semarnat."
“Tenemos ese grave problema tanto en el estado de Chihuahua como en Coahuila; los productores prefieren pagar una multa a Profepa que pagar el cambio de uso de suelo de Semarnat”, admitió.
Al respecto, la directora de Ecología del gobierno del estado, Silvia Castro, consideró que se debe conciliar para promover la producción y proteger la flora y fauna y recordó que hay proyectos donde se está regenerando actualmente las llanuras que se vieron afectadas en Janos.
Para grupos ecologistas como Protección de la Fauna Mexicana (Profauna), el problema es tan grave que debe considerarse como un desastre natural, pues son alrededor de 100 mil hectáreas las que han sido desmontadas ilegalmente, aunque oficialmente se reconocen 58 mil, lo que ha ocasionado la desaparición de millones de plantas y la migración de especies animales.
Alberto Lafón Terrazas, director estatal de Profauna, señaló que con la perforación de pozos, los mantos freáticos serán diezmados en menos de diez años, lo que afectaría las cuencas que abastecen del líquido a ciudades como Chihuahua, Ojinaga y Cuauhtémoc.
Ya es un desastre natural porque es pérdida de biodiversidad, vegetación, fauna, y luego viene la repercusión en el calentamiento global y el cambio climático.
“Estamos incrementando las áreas desnudas que provocan un reflejo de los rayos solares mucho más fuerte y esto incrementa la temperatura
”, advirtió el catedrático investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
De acuerdo con el organismo ambientalista, los daños en las praderas podrían generar la desaparición de al menos 19 especies en peligro de extinción, así como el abatimiento de los bolsones de agua.
Además están en peligro de convertirse en desiertos afectando a decenas de especies como el berrendo, la zorrita norteña, el halcón peregrino, la lechucita, el águila real, el halcón aplomado y la víbora de cascabel.
“Aquí se habla de una serie de arreglos no escritos con políticos, de alguna parte se están agarrando para hacer tanto destrozo, seguro que hay muchos billetes.
Este año se aprehendieron a tres menonitas y duraron tres días en el Cereso, intervinieron los diputados y ya no pasó nada”, acusó Lafón Terrazas.
El investigador Juan Carlos Guzmán Aranda, relató que algunos productores solicitaron un estudio de impacto ambiental en los desmontes que supuestamente les habían autorizado.
Al acudir al rancho nos dimos cuenta que habían desmontado más de ocho mil hectáreas, cuando tenían una preautorización de dos mil 300 hectáreas y que podían abrir 230 por año, pero en diez años, y ellos ya estaban perforando pozos, bajando luz”, advirtió.
Además, aseveró que los menonitas siguen comprando ranchos y terrenos donde sembrarán maíz.
“Hay un rancho que vendieron 800 hectáreas en un millón de dólares, ¿quién aguanta esto?, jamás le vas a sacar la rentabilidad que están dando los productores intensivos de forma inmediata”, finalizó.
En Janos ya andan los menonitas desmontando porque compraron más de la mitad de los derechos dentro del área protegida.”
Alberto Lafón
director estatal de profauna

estados@nuevoexcelsior.com.mx

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