lunes, diciembre 24, 2007

Cortos de Laica 147

Reconocido por millones de personas como un genio que diseñó el mundo futuro con mucha antelación, y al mismo tiempo, repudiado por otras muchas personas por sus tesis revolucionarias y su concepción de lucha de clases, Carlos Marx es quizá el hombre más controvertido de la historia humana. A juicio de este personaje, no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida material la que determina nuestra conciencia. Aquí, el fragmento de una de sus obras, La Sagrada Familia (Editorial Grijalbo, México, 1958), un texto tajante donde reflexiona sobre el papel de la crítica y donde se advierten las ideas que han causado tantas adhesiones y tantos rechazos:
La crítica no arranca de las cadenas de flores imaginarias para que el ser humano soporte las sombrías y escuetas cadenas, sino para que se las sacuda y puedan brotar las flores vivas. La crítica de la religión desengaña al ser humano para que piense, para que actúe y organice su realidad como un ser humano desengañado y que ha entrado en razón, para que gire en torno a sí mismo y a su sol real. La religión es solamente el sol ilusorio que gira en torno al ser humano mientras éste no gira en torno a sí mismo.
Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que el poder material tiene que derrocarse por medio del poder material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas. Y la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta y se hace radical. Ser radical es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el ser humano, es el ser humano mismo.
La crítica de la religión desemboca en la doctrina de que el ser humano es la esencia suprema del ser humano y, por consiguiente, en el imperativo categórico de echar por tierra todas las relaciones en que el ser humano sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciado. En un pueblo, la teoría sólo se realiza en la medida en que es la realización de sus necesidades.
Frente por la Cultura Laica

No hay comentarios.: