Francisco Luna Kan
Grata sorpresa constituyó la última visita del Sr. Andrés Manuel López Obrador a municipios del Centro y del Sur de nuestro Estado, en días pasados. De los 106 que constituyen la Entidad Federativa, casi siempre candidatos y funcionarios recorren los de mayor población en el Oriente y en los puntos cardinales señalados antes. Los lugares que recorrió El Peje revisten la mayor importancia porque los habitantes viven una realidad de subsistencia en que conservan prácticas agrícolas, alimentación, vestido, vivienda y otras costumbres, más apegadas a las normas de convivencia de las sociedades mayas tradicionales.
No se dieron las concentraciones numerosas que se congregan en otros puntos de la República; pero la recepción brindada al tabasqueño adquirió la mayor significación por cuanto los que concurrieron lo hicieron espontáneamente para conocer la personalidad y el pensamiento de un hombre poseedor de un carisma de honestidad y perseverancia que pronto lo identifica con los problemas locales y el papel que éstos juegan en el ámbito nacional.
En el problema del petróleo, El Peje tiene una posición definida: es un bien que el General Cárdenas entregó a la nación para su explotación en beneficio del pueblo mexicano. En ese propósito existen diferencias con la iniciativa presidencial, remitida por el titular del Poder Ejecutivo a la Cámara de Senadores, en donde se han venido celebrando reuniones semanarias en la que intervienen técnicos, profesionales en diversas ramas del conocimiento del tema, catedráticos, administradores, funcionarios de poderes Ejecutivo y Judicial; políticos y legisladores.
La participación activa de los partidos políticos Convergencia, del Trabajo y el de la Revolución Democrática (PRD) constituidos en el Frente Amplio Progresista (FAP) hizo posible que al través de sus diputados y senadores “tomaran” las tribunas en sus respectivas cámaras, lo cual impidió la aprobación de las 5 iniciativas promovidas por el presidente Calderón, en un esquema de “fast-track”, y de esta forma favoreció los encuentros bisemanarios, apuntados líneas arriba.
Este es un lapso crucial en la historia de nuestro desarrollo. Como en ocasiones anteriores, estamos en vísperas de definir el rumbo de la economía nacional. Nuevamente se pone en el tapete de la discusión la problemática del desarrollo.
Por un lado está la corriente del pequeño sector poblacional de los que han detentado las grandes fortunas en el país. A este respecto vale la pena reproducir el reporte de Juan Antonio Zúñiga (La Jornada, 2-VII-08) en el que revela que “39 mexicanos acumulan 135 mil, millones de dólares, equivalente al 12.3% del Producto Interno Bruto, (PIB) Nacional”. Con base en un estudio realizado por “Sentido Común”, en un portal de la red de Internet, se revela que en el vértice de la pirámide de la riqueza del país está Carlos Slim con 81,899 millones de dólares. La familia de este señor “concentra el 45.8%” del total de la riqueza nacional. En el segundo sitio figura Germán Larrea, del Grupo México, el tercer lugar lo ocupa Ricardo Salinas Pliego, que encabeza el capital de Elektra, Iusacel y TV Azteca; así continúa esta pobre danza de millonetas hasta llegar a los diez principales. De manera que el 88% del PIB quedaría teóricamente en poder de 105 millones de mexicanos; pero resulta que los cálculos son meramente teóricos porque es necesario recordar que más de 40 millones de compatriotas forman la legión de la extrema pobreza; 3.5 millones de campesinos con una producción de subsistencia, que viven de la agricultura de temporal y el resto lo constituye la clase media con sus diversos grados de estratificación y un grupo que pretende marchar en el ascenso con el lema de “duro con los ricos, hasta emparejarnos con ellos”, pero no los pueden alcanzar.
Frente a esta dura realidad, se percibe reducidas las salidas que pudieran conducir a estructurar una auténtica mejoría de la mayoría poblacional. Son pocos los líderes que se juegan el prestigio que poseen y por eso López Obrador encarna un suspiro de alivio para los marginados. En realidad, de aprobarse las iniciativas presidenciales como llegaron al Senado, sólo contribuiría a aumentar la riqueza de los privilegiados y tal vez se extendería a unos cuantos más. Serían pocos los favorecidos.
La carestía de los productos básicos alimentarios no la entienden y por tanto la atienden los “genios” del gobierno. Insisten en la importación de los productos cuando está a la vista la situación deficitaria en los países productores. En lugar de reactivar el campo poniendo a disposición de los campesinos, semillas mejoradas, abriendo líneas de crédito, ofreciendo insumos, asesoría técnica y facilidades para almacenamiento y transporte de las cosechas, se aferran a obtener alimentos de importación.
A esa actitud habría que agregar los errores que se cometen con la educación. La Secretaría de Educación Pública (SEP), acaba de clausurar la Normal Rural del Mexe, ubicada en el Municipio Francisco I. Madero, en el Estado de Hidalgo. En ella estudiaron personajes notables que contribuyeron a la educación en el medio campesino e indígena. El régimen revela con esta decisión su temor a que surjan más líderes como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, profesores egresados de esa escuela que encabezaron grupos guerrilleros.
El normalismo nacional está de luto. La Normal del Mexe fue sede de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México. Terminados sus estudios, todos contribuyeron a mejorar las condiciones de vida en el campo. Participaron activamente en la transformación del país. En su desarrollo industrial, que se logró sacrificando al sector rural para beneficiar a empresarios, obreros y una clase media que mayoritariamente fue progresista, aunque una parte pequeña se transformó en renegada, sin lograr comprender su génesis formativa.
Otro embate a la educación se gesta en León, Guanajuato, donde el gobierno estatal pretende convertir en museo la benemérita y centenaria Escuela Normal Oficial, según reporte de varios profesores y alumnos, basados en las declaraciones del Secretario de Educación del Estado (con un programa contra educativo), como parte de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia. No tardará en expresar: ¡que viva la ignorancia! Sólo le falta demostrar o tal vez lo deje para septiembre, su particular mexicanismo, organizando la quema de libros. Como hizo el nazismo en la Alemania hitleriana.
Añádale otro eslabón: el sistema de intervención telefónica aplicado en oficinas y domicilios de personajes políticos ajenos al régimen gubernamental del PAN.
Si, se está escribiendo una página negra de la Historia Nacional.
sábado, julio 12, 2008
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