Los resultados concretos alcanzados hoy por el ALBA son completamente inalcanzables para los países insertados en los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos
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El fracaso de los modelos de desarrollo capitalistas aplicados en Latinoamérica y el Caribe en la postguerra han sumido a los pueblos de esta región en una gran pobreza.
Doscientos cinco millones de latinoamericanos pobres (casi 40% de la población latinoamericana) (CEPAL, 2007); 17 millones de trabajadores latinoamericanosdesempleados (OIT, 2006); 42 millones de analfabetos; casi 90 millones de seres humanos que clasifican como hambrientos en países que están en capacidad de producir alimentos para millones de personas en el mundo; 10 millones de ciegos que no disponen de ingresos para acceder a una cirugía de la vista o un simple tratamiento oftalmológico. Todos estos marginados habitan en un continente que aún es rico aunque a ellos les toque imaginarse esa riqueza.
Habría que añadir a este escenario, que los países del Tercer Mundo destinan alpago de la deuda más de cinco veces de lo quereciben del mundo desarrollado en ayuda para el desarrollo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), expresó en su informe anual del 2007, que la ayuda pública al desarrollo de los países más necesitados proveniente de las economías más ricas había caído en un 8,4% durante ese año. El porcentaje de ayuda fue de un 0,28% que sitúa a los países ricos en niveles de contribución a la lucha contra la pobreza semejantes a los de hace 15 años.
Solo unos pocos países desarrollados cumplen con el compromiso de destinar el 0,7% de su PIB como contribución al desarrollo. Al cierre del 2007 Estados Unidos se colocó entre los últimos en el aporte con un 0,16%, mientras su gasto militar ascendió a 547 millones de dólares, lo que le sitúa en el primer lugar de la lista de quince países que más gasto militar tuvieron el año pasado.
El gobierno de Estados Unidos utiliza la cooperación como instrumento político de injerencia en los asuntos internos de los Estados. Basta mencionar que en el decenio 1996-2006 fue el mayor donante de ayuda a Guatemala; pero la misma se orientó a temas vinculados con la actividad comercial, el fortalecimiento del Estado y la seguridad.
En el caso de Nicaragua, es la Unión Europea quien presiona y chantajea al gobierno Sandinista, con la suspensión de la ayuda prevista para varios proyectos de desarrollo por parte de los gobiernos de Alemania y Suecia.
La cooperación en la lucha contra el subdesarrollo no solo es una deuda de las antiguas metrópolis; es también un deber solidario y ético de todos los países desarrollados, es incluso un deber de los propios países del Tercer Mundo con mayor desarrollo relativo hacia los países más atrasados.
La unidad y la integración racional y solidaria constituyen el único camino para enfrentar los desafíos comunes del mundo globalizado, desigual y excluyente, que amenaza a todos los países del Sur.
Los países latinoamericanos enfrentan el reto de sobrevivir y avanzar en medio de la más profunda crisis económica, social y política que haya sufrido nuestro hemisferio y el mundo, y cuando la globalización neoliberal amenaza con destruir no sólo nuestro derecho al desarrollo, sino incluso nuestra diversidad cultural y nuestras identidades.
Durante casi 50 años de Revolución, Cuba ha desarrollado importantes programas de cooperación con más de 150 países, fundamentalmente del Tercer Mundo, en las áreas de salud, la construcción, la educación, el deporte, la agricultura, la industria azucarera, la pesca y otras esferas.
Actualmente, se desarrollan programas de cooperación en más de 100 naciones con presencia de unos 42 mil profesionales y técnicos.
Desde el año 1961, el gobierno cubano otorga becas para la formación de profesionales. Hasta el 2007, unos 50 mil estudiantes extranjeros de 129 países se han graduado en centros de enseñanza cubanos, en 33 especialidades universitarias y técnicas.
Hoy, más de 60 mil jóvenes de 120 Estados cursan estudios en Cuba o bajo la atención directa de profesores cubanos en otros países.
Estos programas de cooperación son sin lugar a dudas antecedentes de la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez, que representa la alternativa del socialismo contra la alternativa del capitalismo, cuyo objetivo es que los pueblos latinoamericanos dispongan de los recursos necesarios para su desarrollo humano.
A partir del ALBA más de un 1 300 000 latinoamericanos han sido operados y han recuperado la visión;3 250 000 personas han sido alfabetizadas en varios países;6 693 médicos se han graduado y más de 40 000 se están formando; 125 000 barriles diarios de petróleo venezolano se destinan a 13 países en condiciones altamente preferenciales.
El ALBA se basa en la cooperación y la solidaridad entre las naciones latinoamericanas y caribeñas. Su meta es el desarrollo humano de los pueblos; la solución de problemas sociales muy sensibles como empleo, educación, salud y acceso a la cultura;y el establecimiento de un intercambio comercial favorable y creciente entre los países miembros del ALBA y entre estos y los países que simpatizan con esa integración alternativa.
Los resultados concretos alcanzados hoy por el ALBA son completamente inalcanzables para los países insertados en los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, a pesar de las presiones políticas y financieras a que son sometidos los gobiernos revolucionarios del continente porparte de las oligarquías locales y el imperialismo.
La única salida para nuestros pueblos es la cooperación y la integración, no sólo entre los Estados, sino también entre los diversos esquemas y organizaciones regionales. Es un imperativo para contrarrestar los efectos adversos de un sistema internacional injusto que hace sufrir especialmente a los países más pequeños y vulnerables.
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