martes, junio 23, 2009

¿Hacia dónde va Suecia?

Barómetro Internacional

El modelo del bienestar social y la neutralidad –siempre cuestionada- de Suecia, parece ir en un desmantelamiento acelerado desde la asunción del gobierno conservador en 2006, aunque muchos de los inicios de este deterioro pueden situarse ya en los gobiernos socialdemócratas que sucedieron al asesinado primer ministro Olof Palme.
El ingreso a la Unión Europea en 1995, ha llevado al país ha ajustar sus políticas sociales a los standars europeos, es decir hacia abajo, y desmontar el control que el Estado ejercía en las industrias básicas y los recursos naturales.
En preparación a esta adaptación a la UE, Suecia inició un camino de privatizaciones de empresas públicas, al mismo tiempo que las empresas privadas de origen sueco, casi las marcas del país, como Volvo, Saab, Bofors, pasaban a ser controladas por capitales extranjeros.
La semana pasada, el ministro de Defensa, Sten Tolgfors, anunció una mayor colaboración de Suecia con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la apertua de una nueva política militar que incluye la participación armada en caso de que cualquier país de la Unión Europea sea agredido, según una nota publicada por el propio ministro en el diario capitalino Dagensa Nyheter la semana pasada.
El anuncio que sorprendió a la oposición, es coherente con una serie de decisiones de Defensa y política exterior emprendidas por este gobierno conservador, y algunas asumidas en los anteriores gobiernos socialdemócratas. Además, el anuncio se realizó la misma semana que se realizan ejercicios militares de la OTAN en el norte del país.
Los ejercicios, resistidos por la población del lugar, fueron acordados por el gobierno sin la sanción necesaria del parlamento.Esa misma semana, el también conservador ministro de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, negociaba con los demás países nórdicos un mayor involucramiento de las fuerzas armadas suecas en la vigilancia de territorios comunes, y la posibilidad de que la aviación sueca se ocupara de vigilar el espacio aéreo de Islandia y sus alrededores, una tarea que ejerció durante décadas, Estados Unidos mientras poseía bases militares en esa isla
La decisión también coincide con las políticas de defensa anunciadas con anterioridad y que motivaron la renuncia del anterior ministro del ramo. Con el argumento de disminuir el tamaño del Estado y los gastos públicos, el gobierno conservador anunció la reducción de las fuerzas armadas para construir un ejército más profesional, y la renuncia a fabricar determinadas armas y equipamientos militares. Según el gobierno, lo más barato es comprar fuera del país, con lo que renuncia a gran parte de la independencia militar y hunde parte de la poca industria militar sueca.
En su nota de opinión de la pasada semana, el ministro de Defensa –que en su oportunidad se negó a participar del servicio militar obligatorio alegando prejuicios religiosos- recordó que es la primera vez desde 1994 que el parlamento debe discutir la política de Defensa desde la óptica de su fortalecimiento. Sten Tolgfors recordó además que se estaba en negociaciones con la OTAN para desarrollar un sistema de defensa aérea nórdico que permitiría “vigilar” además el Báltico. La propuesta de defensa será presentada en el próximo otoño.
”Doblaremos los recursos y su utilidad. Todos los recursos de la organización de defensa, cerca de 50.000 personas, estarán disponibles para actuar desde unas pocas horas a una semana si Suecia es amenazada. Hoy, sólo un tercio de los recursos de la organización, apenas 11.500 personas, podrían estar disponibles para actuar en un espacio de un año. Es muy poco y demasiado tarde”, escribió el ministro. El ministro criticó que anteriormente había muchos batallones en el papel sin posibilidades de que llegado el caso pudieran estar operativos. Destacó además la necesidad de capacitar a por lo menos dos tercios del personal de defensa, e incorporar nuevos elementos técnicos.
Asimismo dijo que “Doblaremos la capacidad de Suecia para acciones internacionales y las actividades locales. Partimos de la base de recursos incambiados, trasladando recursos del apoyo a actividades centrales de defensa y operativas”. El ministro describió la neutralidad sueca. “Suecia es un país sin alianzas militares. Pero ello no es suficiente para describir la política de seguridad del país. Entonces, ¿qué es Suecia? Suecia es un país que construye su seguridad conjuntamente con sus vecinos de Escandinavia y de la Unión Euroepa”, subrayó Sten Tolgfors.
En perspectiva, el ministro enfatizó que cualquier situación de conflicto en un país vecino, afecta a los demás. “Suecia no podría permanecer pasiva si un país de Escandinavia o de la Unión Europea es afectada por una crisis o un ataque” y añadió, “debemos prepararnos para, después de una decisión política propia, recibir y proporcionar ayuda, también en lo militar”.
Según el ministro, los siete partidos integrantes de la comisión de Defensa, han coincidido en esos lineamientos, pero en la discusión en el parlamento se reveló que no era así. El gobierno estuvo preparando durante un año la nueva propuesta de defensa, y el ministro se reunió apenas 20 minutos con legisladores de la oposición.
Håkan Juholt diputado socialdemócrata comentó” Tolgfors hace teatro con el supuesto apoyo. Apenas nos reunimos 20 minutos para tomar un café, las galletas ni siquiera estaban ricas, -bromeó- mientras el gobierno en 12 meses prohibió la reunión de la comisión de defensa”.
Rusia es el enemigo
Sin mencionar el país, el ministro adelantó a Rusia como el enemigo visible, una categorización que un estudio anterior de Defensa había rechazado causando polémica en el país.
“Los países nórdicos están en el mismo lugar del mundo pero con diferentes perspectivas. Suecia tiene una clara perspectiva de política de defensa sobre el Báltico. Finlandia tiene una perspectiva de país de frontera. Dinamarca se focaliza en actividades internacionales. Noruega tiene una perspectiva de defensa focalizada en el norte y el mar de Barent. Estas prioridades tienen sus consecuencias. Suecia tiene casi el doble de aviones militares que Noreuga, Dinamarca y Finlandia. Tenemos los mismos submarinos y corvetas que Finlandia, mientras Dinamarca carece de submarinos. Tenemos menos personal en el ejército que Finlandia, pero nuestras unidades serán más accesibles y tendrán mayor calidad”, escribió Tolgfors.
Así, el ministro definió a los países escandinavos en una perspectiva de defensa frente a Rusia, la única potencia que puede llegar al Báltico, al Mar de Barents y los mares y cielos del norte de Europa, sin contar claro está a los países de la OTAN de la que el ministro se siente casi miembro.
En esa perspectiva es que Suecia, según el ministro, “negocia con la OTAN, Noruega y Finlandia un tratado de colaboración de defensa, ASDE (air situation data exchange). El objetivo es una colaboración nórdica de vigilancia aérea que abarque los países bálticos. A través del intercambio de información de vigilancia aérea común, podremos manejar incidentes en el Norte así como tener la posibilidad de fortalecer los ejercicios militares aéreos”.
Tolgfors anunció también otros cambios, como la creación de unidades especiales en el país disponibles para actuar en cualquier momento. “Hasta ahora –escribió- las unidades especiales se desarrollaban en base a su participación en acciones internacionales”.
El ministro también propuso mantener el servicio militar pero casi inactivo, y proceder a reclutar personal voluntario con un salario competitivo.

La defensa será construida sobre la base de un ejército estable y la contratación de personal que podrá ser convocado en caso de necesidad. Las unidades militares estables tendrán unos 28.000 efectivos, a los que deberán sumarse 22.000 contratados.
Los representantes de los partidos Socialdemócrata, de Medio Ambiente y de Izquierda, cuestionaron los anuncios del ministro de Defensa y sostuvieron que la independencia de Suecia de alianzas militares está en camino de desaparecer.
”Suecia actúa en la realidad de una forma tal que nadie puede interpretar que se trata de un país libre de alianzas militares” sostuvo Gunilla Wahlén, del Partido de Izquierda al comentar el artículo del ministro de Defensa. A su vez el diputado del Medio Ambiente, Peter Rådberg, dijo que era “extra triste” que al mismo tiempo en Suecia se estuvieran desarrollando ejercicios militares de la OTAN.
Anders Karlsson, diputado socialdemócrata y presidente de la comisión de Defensa, criticó este aspecto por lo costoso para el país, además que no será hasta el 2019 que el nuevo sistema podrá estar listo. También consideró que “el gobierno ha quebrado la tradición sueca de buscar consensos entre los partidos sobre la política de defensa”.
El ministro consideró que los socialdemócratas han mostrado diferentes líneas sobre defensa, y fue más allá al sostener que “carecen de política de defensa”. Al mismo tiempo que el ministro de Defensa presentaba al público su iniciativa de involucrar más a Suecia en las actividades de defensa de los países nórdicos y la OTAN, el ministro de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, firmaba con sus colegas de la región, una propuesta similar.
En la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia efectuada en la capital de Islandia, Reikiavik entre el 8 y 9 de junio pasado, se discutió “las maneras de fortalecer la cooperación nórdica en las áreas de relaciones exteriores y la política de seguridad”, según el comunicado conjunto emitido al finalizar el encuentro.
Según la nota, “El aumento de la cooperación nórdica está en consonancia con la política de todos los países nórdicos en materia de seguridad y defensa y complementa las políticas europea y euroatlántica de cooperación”. “Los Ministros convienen además en que el aumento de la cooperación nórdica debe ser complementaria a la OTAN ya existentes, la UE y la OSCE” agregan también. En ese encuentro se acordó impulsar algunas iniciativas presentadas en el informe de Thorvald Stoltenberg, ex Ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa de Noruega.
“Algunas propuestas contienen elementos para una atención inmediata. Estas áreas incluyen la gestión de crisis, la vigilancia aérea y las comunicaciones, servicios por satélite, la seguridad informática, los servicios extranjeros, y la cooperación militar en materia de transporte, servicios médicos, educación, material y ejercicio rangos” según la nota oficial de la reunión. Asimismo destaca que los ministros trabajarán para mejorar la cooperación nórdica en materia de vigilancia aérea. “Los ministros toman nota de que Dinamarca y Noruega ya han proporcionado asistencia operativa a Islandia y participaron en la vigilancia aérea. Los ministros convienen en examinar más a fondo la viabilidad de la propuesta sobre la vigilancia del espacio aéreo de Islandia”.
Acorde con los tiempos, los ministros también abordaron mejorar la seguridad cibernética, así como capacitar personal para ampliar la cooperación técnica y jurídica y el intercambio de información entre las autoridades de los países nórdicos “con el fin de responder más eficazmente a los problemas de seguridad cibernética”. Ya anteriormente, en la presentación anual de la política exterior en el parlamento, en febrero pasado, el ministro adelantó la decisión de fortalecer los acuerdos con la OTAN.
Bildt subrayó que la “cooperación con la OTAN es de importancia estratégica para Suecia” a los efectos de hacer frente a las crisis internacionales y adelantó que informaría al parlamento sobre la cooperación del país con la alianza militar atlántica. En un alineamiento más decidido con las potencias, el ministro Bildt subrayó “avances” en Irak y anunció entonces la reapertura de la embajada sueca en Bagdad, así como más colaboración con las tropas de ocupación en Afganistán.
“Los acontecimientos en Afganistán son preocupantes” dijo el ministro de Relaciones Exteriores. Enfatizó que “el terrorismo y la producción de drogas que tienen sus raíces en el Afganistán amenazan a las personas más allá de las fronteras del propio país” por lo que “el gobierno sueco ha decidido fortalecer la asistencia civil y las operaciones militares en Afganistán”.
Cediendo soberanía

El gobierno conservador plantea entregar parte de la ayuda exterior, que hoy realiza directamente, a la Unión Europea, para que se ésta la que decida los proyectos t el destino de esa colaboración. Según adelantó la ministra de Ayuda Exterior, la conservadora Gunilla Carlsson, esa decisión podría adoptarse en breve, al considerar que la UE ha mejorado en la administración de esas ayudas.

Suecia ha sido hasta ahora muy escéptica sobre los resultados y destinos de la ayuda exterior que administra la UE., y esas críticas se mantienen, pero al parece tendrá más peso la decisión política de seguir fortaleciendo los lazos con la UE y trasladar a ese organismo regional más decisiones.

La ayuda exterior sueca es canalizada en mayor parte por el Instituto SIDA, que en adelante tendrá menos respaldo. De esta manera, el dinero que se destina a la ayuda exterior a los países pobres, ya no será decidido según los objetivos políticos y humanitarios suecos, sino a través de los análisis e intereses de la UE.

ricardher@gmail.com

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