Jesús Peraza Menéndez
La lección de Iztapalapa
II
En el caso de la Delegación Iztapalapa del Distrito Federal, en la que los poderes-fácticos-mediáticos decidieron hacer ejemplar la derrota, invalidando el movimiento de resistencia electoral y nulificar a AMLO de una vez por todas. La resistencia social, ya abandonada por las clases medias ilustradas e intelectuales anuladores del voto, haría “fácil darle el puntillazo, para acabar mediáticamente con la única oposición electoral de carne y hueso, realmente existente, que claro está presente en distintos puntos del país, con millones de votos reales (en el Distrito Federal, Tabasco, Guerrero y en cientos de municipios), que se captaron a través del PRD, PT y Convergencia, votos realmente existentes y en movimiento que se niegan a presentar en la medios que por su voluntad y conciencia fueron a las urnas, ahí los poderes-fácticos con las televisoras derrotarían a simbólicamente a la resistencia.
Los del Tele-sistema-político-mexicano, son partidos en descomposición sin duda alguna, pero que debieron abrir sus listas para registrar a candidatos del movimiento de resistencia electoral, que tienen estructura propia, lo han probado en esta coyuntura que anunciaba su fin desde los poderes fácticos a través de las televisoras, calcularon mal, se les fue del control este movimiento que se mantiene y se propone la lucha pacífica política, hasta ahora.
Mediáticamente ignorada la resistencia sin embargo se mueve, negada en la pantalla chica, hostigada por los críticos de alcoba, acostumbrados a dar órdenes autoritarias, desde sus cómodos arreglos personales con el sistema que los provee de sustento encubierta o abiertamente. Contra la resistencia electoral se valieron de todo, era un golpe maestro, convertir la impotencia-clase-mediera en silencio inquisidor, el que mediáticamente se articula a la campaña de no votar o anular el voto, para dejar que el voto duro de burocracias empleadas de los gobiernos panistas-priístas decidieran el proceso electoral, son millones de empleados obligados o a votar por sus patrones. Usaron todos los recursos para derrotar el espíritu de lucha de los más pobres de la ciudad que, sin embargo, mantuvieron su unidad política y en Iztapalapa ganaron por partida triple: vencieron la aberrante injusticia del Tribunal Electoral, a Nueva Izquierda y a la telecracia.
Los Chuchos-Nueva Izquierda impuestos por un Tribunal Electoral, como pago a su subordinación a FECAL el espurio usurpador producto del fraude electoral al Tele sistema político mexicano. Siguieron esta estrategia legal autoritaria ilegal. Vía el Tribunal Electoral, sirvieron para imponer “legalmente” al PRD una candidata de su corriente, Silvia Oliva, esposa de René Arce, reconocido chucho-neoliberal subordinado de los poderes-fácticos, y destituir a la legítima representante de la voluntad popular Clara Brugada con un enredo-complot, pues ya no había tiempo para quitar el nombre de Brugada, y poner el de Oliva, todo estaba dispuesto para quebrar la resistencia con un golpe de mano que las cámaras del telesistema-político enfocarían como escándalo para una campaña de terror y linchamiento mediático, pues el 60% no vota y la resistencia electoral ha sido derrotada, sería la conclusión decepcionante para los rendidos e impotentes televidentes. Mientras imponía a Demetrio Sodi de la Tijera en la delegación Benito Juárez, con recursos millonarios.
El movimiento de resistencia electoral en Iztapalapa decidió derrotar a los podres-fácticos y la televisión, para lo que se valió de su integridad, se remontaron la maniobra legal-autoritaria y la desilusión de los analistas teóricos de la “democracia frustrada”. Decidieron ir a las urnas, para mostrar su número con convicción política, lo que habla de otra dimensión de la lucha con hechos-organizados, para enfrentar al sistema, desarticularon, esa estrategia para convertir en pasivos-anónimos-mediáticos manteniendo activos-inconformes-rebeldes en la Delegación más numerosa y más pobre de la Ciudad de México, ganaron no sólo con su voto sino sobre todo con su organización, que no depende de uno u otro partido ni de los procesos electorales. Con la pasividad de la anulación, se convertían en botín de la derecha y los medios que hablarán en su nombre, con Sergio Aguayo y Denis Dressner, estos opositores de reparto mediático que ya se habían apuntado la titularidad del movimiento anulador del voto, con un programa mínimo de reelección de diputados, y otra suerte de ilusiones que no proponen la lucha política en todos los campos posibles, que no cambia las instituciones ni hacen una nueva cultura, la resistencia electoral se mantiene en movimiento, la derrota es para el tele-sistema-político mexicano, los poderes-fácticos, los Chuchos de Nueva Izquierda.
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