EDITORIAL. Entre la desmonopolización y la censura.

Año 8, número 3115

Martes 22, septiembre del año 2009

El periódico “El Clarín”, de Argentina, es en el fondo una empresa multi-medios, es decir, que si bien empezó con el papel impreso, en la actualidad tiene todo tipo de medios de comunicación.

Lo que la hace una empresa muy poderosa que, en veces, pasa por encima de leyes y normas. Lo que fácilmente podemos entenderlo en nuestro México (o lo que queda de Él) pues ciertamente tiene alguna similitud con Televisa.

Siento pertinente acotar, que el periodismo ha dejado de estar en manos de periodistas, y ha pasado a manos de industriales y comerciantes de la noticia; entendiendo que una cosa es la noticia, y otra el periodismo.

El caso es que, a pesar de las amargas experiencias sufridas por el pueblo argentino, doña Cristina Fernández de Kirchner, fue electa como Presidente de su Patria, sucediendo de esa manera a su esposo.

Inentendible, verdaderamente inentendible. Toda una pseudo-monarquía disfrazada de democracia. Pero en fin.

El caso es que “El Clarín” acusa a los Kirchner de enriquecimiento inexplicable, por cantidades que harían morir de risa a muchos Presidentes Municipales de nuestra Patria; y doña Cristina envía una propuesta al Congreso, que acaba de ser aprobada. Ella la llama desmonopolización de los medios, los opositores la llaman censura.

Por aquello de hoy por ti, mañana por mí, casi todos los medios del mundo critican y exhiben a los Kirchner. Una parte del pueblo se arrepiente de haber vuelto a cometer el mismo error que cometieron con el General Juan Domingo Perón (el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra; y por lo visto los pueblos también)

Y equiparan a Argentina con lo que sucede en Venezuela, donde Hugo Chávez se ha peleado hasta con la iglesia vaticana, que siempre ha estado del lado de los ricos que tradicional e históricamente han hecho lo que les ha venido en gana.

Y apoderándose de los medios de comunicación, han olvidado que, ésta, la comunicación, debe tener una responsabilidad y un compromiso social, que hoy difícilmente cumplen.

Y como finalmente está la Internet para los que queremos expresarnos y hemos encontrado reprensión, lo que se puede pensar es que el asunto va más allá de la censura y la Libertad de Expresión (que son los primeros en violar) y se traduce en pesos y centavos.

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