03 noviembre 2009
"Si realmente quisieran combatir la pobreza, lo único que el PRIAN tendría que hacer es desechar el modelo económico actual”.
José Manuel González Bello.
I
Al aprobar la mayoría prianista –y su palero “verde” y su ujier Panal-- en la Cámara de Diputados el llamado paquete fiscal, que es atentatorio a los intereses populares y aumentar los privilegios de los dueños del dinero, confirmaríase lo siguiente:
Uno, que los personeros de las vertientes ejecutiva y legislativa del poder político del Estado mexicano actúan con premeditación, alevosía y ventaja, entendidos esos atributos como expresiones específicas de la relación histórica entre dominadores y dominados.
Y, otro, que la indefensión de los dominados –el inmenso grueso del total de pobladores del país— ante el ejercicio inicuo de las potestades del poder político del Estado mexicano tiene visos
inequívocos de monstruosidad. Agudiza las contradicciones del sistema.
Ello describe desde cualesquier perspectivas de la filosofía y las ciencias sociales y políticas, la moral y la ética de la tarea central del Estado y el ejercicio del poder subrogado por la ciudadanía, la naturaleza de un statu quo asaz brutal.
También confirmaría esa actuación de la Cámara de Diputados –300 representantes formales, que no reales, de la ciudadanía de otras tantas circunscripciones, y 200 de los partidos políticos y sus intereses especiales-- ciertas percepciones públicas crecientes.
La principal de esas percepciones es la de que los mexicanos vivimos bajo un régimen de opresión, por lo que podríase decir sin hipérbole que esa actuación de los personeros de las vertientes Ejecutiva y Legislativa del poder político tienen efecto concientizador.
Dígase de otro estilo que la aprobación del paquete fiscal ha adquirido un atributo inesperado e imprevisto por los propios personeros prianistas y asociados del poder político del Estado. Ese
atributo es el de vector o agente de un despertar de conciencia en más y más segmentos ciudadanos.
Crece ese despertar, pero no es todavía suficiente, pues no es extensivo, aunque sí intensivo, caracterizándose si no por un activismo abierto, sí por una participación activa en expresiones de descontento social, de protesta, de “resistir” como si ésto fuese reivindicador o su equivalente.
II
A éste respecto, abrevemos en Rosa Luxemburgo. Algunos biógrafos le atribuyen su convicción de que salir a las calles a manifestarse a favor o en contra, con pancartas y gritos beneficiaba más a la oligarquía que a los propios protestantes.
Resistir, decía, no es opción para tomar el poder.
Ello sugiere otra interrogante: ¿queremos los mexicanos realmente tomar el poder para ejercerlo de acuerdo al interés popular? Tomar el poder implica ejercerlo mediante la modalidad de la participación popular y democrática. También implica una enorme responsabilidad.
Lenín y Trotsky sostenían que no basta con resistir. Nadie alcanza el poder resistiendo. La resistencia beneficia a la postre al opresor. Resistir y protestar es energía social creativa que se evapora, precisamente, en la cultura de la derrota, la de ser derrotado cada vez por el opresor.
De hecho, los pueblos de México han estado resistiendo al opresor desde hace medio milenio, si no es que desde mucho antes. Dígase en mérito de esos pueblos que simultáneamente a la resistencia civil se ha luchado activamente a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX hasta hoy.
Por supuesto, sábese de las protestas callejeras, multitudinarias, de “resistencia”, pero desconócense las expresiones de lucha cívico-político-militar a partir de la conclusión de la fase de las luchas históricas de los pueblos de México que conocemos como la Revolución Mexicana.
¿Por qué ignóranse esas luchas? Por obvias razones. Los medios de difusión masiva –que son medios de control social, como también lo son el sistema educativo, la religión organizada para fines de poder y negocios, el Ejército, etc.-- no consignan esos episodios de lucha social.
Por ello, la inmensa mayoría de la población mexicana se sorprendió con el alzamiento indígena zapatista en 1994, cuyas banderas aun se ondean no sólo literalmente sino también en la psique popular. La sorpresa se nutrió del desconocimiento general acerca del contexto y los antecedentes.
III
Luchadores heroicos como Rubén Jaramillo, Demetrio Vallejo, Valentín Campa, Othón Salazar, los del asalto al cuartel Madera, Chih., Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas y miles más que dieron sus vidas en empeños para desasirnos de la opresión son desconocidos para las mayorías.
Jacobo Silva y su esposa, Gloria Arenas, acaban de ser liberados tras diez años de cárcel por una sentencia fallada sobre acusaciones jamás probadas por el acusador, el Estado. A Ignacio del Valle se le sentenció a 112 años de prisión por defender sus derechos y los de otros en Atenco.
Otros luchadores sociales, en particular agrarios, dentro del régimen legal establecido, como Armando Villarreal Martha y Margarito Montes Parra, han sido asesinados; a éste último, hace apenas unos días, junto con su esposa e hijos y otras personas hasta sumar 14.
Pero desconocidos son miles más que en los últimos cinco sexenios han sido desaparecidos, encarcelados, torturados y asesinados por el poder político del Estado. En el sexenio de Carlos Salinas, unos mil perredistas fueron asesinados. Hoy, ni el PRD se acuerda de ellos.
Y en el sexenio corriente, el de Felipe Calderón, los desaparecidos y presos políticos clandestinos y oficialmente reconocidos suman ya cientos, pero la difusión de esos hechos y sucedidos y el conocimiento de éstos nos es escamoteado.
Ello, por las leyes universales de la dialéctica, tiene que ver con la aprobación del paquete fiscal, respecto del cual el mercenario y sicario poder político prianista del Estado actuó con la premeditación cínica, la alevosía soberbia y la ventaja desdeñosa del investido bastardo.
¿Inconciencia de los prianistas? No. Ellos –los personeros del poder político-- sí saben lo que hacen, pero que lo hagan en nuestro agravio, damnificación y sufrimiento es otra cosa. Por ello, sus actuaciones son premeditadas. Empero, sólo piensan alevosa y ventajosamente en el corto plazo.
Saben esos personeros del poder político que aun aprobando ese paquete fiscal antisocial las reacciones populares serán, si acaso, las de “resistir” en las calles. Confían, por añadidura, en la eficacia de sus medios de control social. Conocen la idiosincrasia del mexicano de hoy.
¿Y cuál es esa idiosincrasia? La respuesta la tiene usted mismo, caro leyente, si es, como probablemente sería el caso, miembro de las clases medias-medias vulnerable a los efectos del paquete fiscal como las clases marginadas. Dejarle a los hijos y nietos una herencia ominosa.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Clases medias-medias: conjunto de estratos y clases sociales que en una formación social dada se ubican en los límites e intersticios intermedios entre las clases fundamentales, la alta y la baja. Conjunto de grupos de diferente extracción social que se identifican entre sí por tener un nivel de vida semejante y su carácter intermedio..
Medios de control social: mecanismos que establecen las clases sociales en el poder para mantener y reproducir el statu quo económico de explotación. Esos medios son políticos (partidos, etc.), de difusión y expresión y propaganda, (radio, televisión periódicos, fútbol, espectáculos, etc.), de represión (fuerzas armadas militares y civiles, etc.) y burocráticos (tramitación, decisión, etc.).
Panal: acrónimo del Partido Nueva Alianza, uno de los partidos políticos representados en el Congreso. Fue fundado por Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Lecturas recomendadas:
Educación y lucha de clases, de Aníbal Ponce. Ediciones Quinto Sol.
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