06 noviembre 2009
Decía un viejo priísta que el mejor aliado de un político cuando lo agarraban en curva era la capacidad de olvido de los mexicanos. Decía que lo más complicado era que se le olvidara al presidente, “el resto es cuestión de tiempo”. Hoy existe otro elemento que se encarga del resto: los medios de comunicación. Bajo el régimen de complicidades y conveniencias, los medios pueden llevar a la memoria al olvido y al olvido lo pueden convertir en nota del día. Una de las apuestas para que la liquidación de Luz y Fuerza entre al olvido es el paso del tiempo.
No habrá arreglo con la actual dirigencia del SME porque, además de la confrontación, el gobierno ya tomó su decisión, que si bien pudo haber sido negociada con el sindicato es evidente que no quiso o no pudo. Dio el golpe porque no quería, entre otros motivos, negociar con un sindicato bien posicionado, duro, con privilegios respecto de otros y, sobre todo, simpatizante de la oposición que más le duele, incomoda y molesta.
La semana que viene será crucial e impredecible. Termina el periodo que el gobierno determinó para pagar las indemnizaciones con “premio”. Tiempo que dio para terminar los apagones, que siguen en buena parte del DF. Y el SME ha decidido “recuperar pacíficamente” las instalaciones; ayer en Nueva Necaxa se dieron los primeros intentos.
Como ya no hay regreso, provocaciones y violencia pueden aparecer en cualquier momento por los enconos y la impotencia. La “toma pacífica” puede colocar a lo que queda del SME sin capacidad de maniobra. El gobierno lanzó su ofensiva y entre las necesidades de los trabajadores y el oportunismo muchos han aceptado el “ofrecimiento”. No tiene sentido ni hay derecho a juzgarlos. Lo que tiene sentido y les da fuerza moral ante la sociedad en este camino sin regreso es no caer en la provocación, no actuar fuera de la ley y, sobre todo, dar la batalla hasta el final.
Estamos ante el tiempo de quienes de la noche a la mañana se quedaron sin trabajo, tienen que dar de comer a sus familias y se quedaron vacíos en este mundo y en este país. Hay que ir construyendo la nueva vida porque difícilmente habrá camino de regreso. El gobierno cuestionado así lo ha decidido. Encontró el resquicio y las condiciones. Su argumento se basa en “mejorar” una empresa a la cual dejaron hacer y deshacer por tres años, la cual ellos dirigían y administraban. No se trata de vencerse y menos de resignarse, es pensar en lo que Lydia Cacho llama “Plan B”, y en la supervivencia en un país en crisis con todo y que de nuevo nos salgan con que se acabó la recesión.
¡OOOUUCHCHCH! Del otro lado de la línea, Felipe Garza, director de El Tiempo. El tema, el asesinato del periodista Bladimir Antura. Felipe, ¿qué pasa en Durango? “Pues lo que pasa en todo el país”.
No habrá arreglo con la actual dirigencia del SME porque, además de la confrontación, el gobierno ya tomó su decisión, que si bien pudo haber sido negociada con el sindicato es evidente que no quiso o no pudo. Dio el golpe porque no quería, entre otros motivos, negociar con un sindicato bien posicionado, duro, con privilegios respecto de otros y, sobre todo, simpatizante de la oposición que más le duele, incomoda y molesta.
La semana que viene será crucial e impredecible. Termina el periodo que el gobierno determinó para pagar las indemnizaciones con “premio”. Tiempo que dio para terminar los apagones, que siguen en buena parte del DF. Y el SME ha decidido “recuperar pacíficamente” las instalaciones; ayer en Nueva Necaxa se dieron los primeros intentos.
Como ya no hay regreso, provocaciones y violencia pueden aparecer en cualquier momento por los enconos y la impotencia. La “toma pacífica” puede colocar a lo que queda del SME sin capacidad de maniobra. El gobierno lanzó su ofensiva y entre las necesidades de los trabajadores y el oportunismo muchos han aceptado el “ofrecimiento”. No tiene sentido ni hay derecho a juzgarlos. Lo que tiene sentido y les da fuerza moral ante la sociedad en este camino sin regreso es no caer en la provocación, no actuar fuera de la ley y, sobre todo, dar la batalla hasta el final.
Estamos ante el tiempo de quienes de la noche a la mañana se quedaron sin trabajo, tienen que dar de comer a sus familias y se quedaron vacíos en este mundo y en este país. Hay que ir construyendo la nueva vida porque difícilmente habrá camino de regreso. El gobierno cuestionado así lo ha decidido. Encontró el resquicio y las condiciones. Su argumento se basa en “mejorar” una empresa a la cual dejaron hacer y deshacer por tres años, la cual ellos dirigían y administraban. No se trata de vencerse y menos de resignarse, es pensar en lo que Lydia Cacho llama “Plan B”, y en la supervivencia en un país en crisis con todo y que de nuevo nos salgan con que se acabó la recesión.
¡OOOUUCHCHCH! Del otro lado de la línea, Felipe Garza, director de El Tiempo. El tema, el asesinato del periodista Bladimir Antura. Felipe, ¿qué pasa en Durango? “Pues lo que pasa en todo el país”.
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