Año 8, número 3202
Viernes 18, diciembre del año 2009
Ignorante, o inconsciente, como se prefiera, de la opinión que de él tienen por el mundo entero, el señor Felipe Calderón, de viaje, para variar, vuelve de nueva cuanta a las andadas en los foros internacionales que tanto le gustan.
Emulando a su antecesor, el infausto Vicente Fox, que hacía (y todavía continúa haciéndolo) declaraciones aunque desconozca el tema de lo que se trata.
Abre la boca de nueva cuenta en los Foros Internacionales que tanto le gustan, y se ofrece “voluntariamente ¡de intermediario!” entre los EEUU y China. “Hablaré con los Pueblos y los Gobiernos, dijo el ingenuo, pero bien intencionado michoacano, para convencerlos de la importancia de la participación de todos”.
Lo que le valió que el Primer Ministro Británico, Gordon Brown, lo premiara entregándole (públicamente ¡claro!) un Globo Terráqueo, por su ¡liderazgo! en la lucha por el cambio climático ¿?
Pero no hay porqué extrañarse, si a Obama le entregaron el Premio Nóbel de la Paz, cualquier premio ya se puede entregar sin muchos miramientos.
El caso es que como otrora lo hiciera Vicente Fox cuando se ofreció a ser mediador con Bush para América Latina, don Felipe, en Copenhague, lo emuló a carta cabal. Pero ni el que no lo tomen en cuenta lo hace poner los pies en el piso.
Y como el cuento del traje del emperador, el único que no es consciente del ridículo que hace yendo desnudo, es él.
Dejando claro que de nada le sirvió (los homo sapiens, sapiens, somos los únicos animales que nos tropezamos dos veces con la misma piedra) el haber sido el hazmerreír del mundo cuando fue a decir que todas las Naciones deberían seguir el modelo económico de México para evitar la crisis.
De lo que todavía don Felipe no se ha dado cuenta, a pesar de que Haití está mejor económicamente que nuestro México (o lo que queda de Él) es que vamos mal.
Que no es que el timón no sea firme, la guerra está perdida y él sigue perseverante e inamovible a pesar de que todos opinen diferente, lo que está mal es el rumbo al que va la Nación.
El enviar una iniciativa al Congreso para que haya reelección, y al mismo tiempo emitir billetes que conmemoran el centenario de la Revolución y su principio de no-reelección, no se puede tomar ni en broma, sino más bien de burla. Más que desconcierto, ofende. Sería bueno que pensara un poco antes de hacer declaraciones y propuestas.
http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php
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