viernes, diciembre 04, 2009

Según sus documentos la izquierda parece no ver las crisis que se avecinan

Rómulo Pardo Silva
www.malpublicados.blogspot.com

En los escritos se refiere a problemas y proposiciones políticas; pero sin incluir las amenazas a la humanidad, la vida y el planeta.
Dos artículos pueden servir para demostrar ese injustificable silencio sobre el futuro cercano.
En uno, escrito en Sudamérica, se encuentran conceptos políticos como los siguientes: “… coyuntura electoral… espacio para otro bloque político… emergencia de una nueva mayoría política… dirigencias fosilizadas… transacciones políticas… exclusión política y social de las mayorías… democratización desde las bases… proceso de refundación política… pacto instrumental… demandas tradicionales del progresismo… hegemonía de los poderosos… categorías políticas… oportunidad histórica… política como instrumento para la transformación y la construcción de nuevas realidades… transformaciones radicales… democratización de las riquezas y del bienestar… autonomía de las personas… lógica política… agotamiento del proyecto político… empoderamiento ciudadano…”
En el otro, europeo, se puede leer: “… refundación de la izquierda… identidad revolucionaria… maquinaria electoral… cuota de poder a los dirigentes mejor posicionados… guerras imperialistas… robo de los recursos naturales de otros pueblos… vulneración de los derechos humanos… reducción de la pobreza… calidad y gratuidad de los servicios básicos… alza de salarios… vivienda digna… democratización de los medios de comunicación… cuidado del medio ambiente… superación del capitalismo por el socialismo… revocación de cargos públicos mediante referéndum… nacionalización de los recursos naturales y los sectores estratégicos… priorizar las cooperativas para que los medios de producción sean de propiedad social… justicia social… igualdad… libertad…”
En ambos textos no se mencionan las crisis energética, climática, financiera, alimentaria, demográfica, del empleo, del agotamiento de recursos naturales…
El problema, por ejemplo, del agotamiento del petróleo y sus consecuencias pareciera ser sólo de los capitalistas y no de la izquierda.
George Monbiot escribe sobre él (1): “Probablemente es demasiado tarde para prepararnos para el momento en que la producción de petróleo alcance su punto culminante, pero al menos podemos tratar de salvar la producción alimentaria”.
El suministro de petróleo declinará hacia el 2030, 2020, o lo hace ya en este momento, mientras paralelamente la International Energy Agency espera que su demanda global crecerá de los 85m barriles diarios de 2008 a los 105m de 2030. Pero un informe publicado en Energy Policy, anticipa que en 2030 la producción máxima de petróleo será de 76m de barriles por día.
“Como muestra el informe del departamento estadounidense de la energía, un programa de emergencia para sustituir los equipos o suministros de energía actuales, para anticiparnos al punto culminante del petróleo, necesitaría 20 años para surtir efecto”. El drama entonces es que “si no hemos logrado sustituir el petróleo antes de que los niveles de suministro máximos caigan, la economía global está acabada”. “La economía mundial está hecha polvo, con independencia de lo que hagamos ahora”.
La dependencia actual del petróleo se puede ver a través de algo tan esencial como la alimentación. Un campesino buscando disminuir su dependencia del diésel instaló un biodigestor, una turbina eólica, paneles solares y un compresor de calor soterrado; pero sólo redujo el consumo en un 25%. Cultivar en Estados Unidos una hectárea de maíz exige 40 litros de gasolina y 75 litros de diésel.
La izquierda debe decir cuál es su respuesta para una economía global sin petróleo, para la disminución de la producción de alimentos, para el precio de los granos a un nivel imposible de pagar por miles de millones de personas, para los tres mil millones de habitantes más que habrá el 2050.
Tampoco el discurso de izquierda presenta su política frente al calentamiento global y sus impresionantes consecuencias.
Steve Connor y Michael McCarthy señalan que de acuerdo con 31 investigadores de siete países implicados en el Global Carbon Project la dirección actual, cuando dos grados es el umbral por el cual se pone en peligro la naturaleza y la sociedad, es hacia un calentamiento de 6ºC a finales de siglo. (2)
“Un crecimiento semejante –que sería mucho mayor en las zonas cercanas a los polos– tendría consecuencias catastróficas e irreversibles para la Tierra… Y nos encaminamos directamente a ello… porque las emisiones de dióxido de carbono de la industria, el transporte y la deforestación… se han incrementado dramáticamente desde 2002 de un modo que nadie había anticipado…”. “En total, las emisiones de CO2 procedentes del uso de combustibles fósiles se ha incrementado en un 41% entre 1990 y 2008”. Por primera vez desde los sesenta la combustión de carbón ha superado la de petróleo como fuente principal de las emisiones de dióxido de carbono.
Reuniendo las investigaciones científicas disponibles en 2007 Mark Lynas advirtió que un crecimiento de las temperaturas de esta magnitud “catapultaría el planeta a un estado invernadero extremo como no se ha visto en casi 100 millones de años, cuando los dinosaurios pastaban en bosques polares y los desiertos se extendían hasta el corazón de Europa.”
“Causaría –continúa– la extinción en masa de prácticamente toda la vida animal existente y probablemente reduciría a la humanidad a un pequeño grupo de supervivientes en liza contra el entorno y entre ellos mismos por sobrevivir cerca de los polos.”
Muy pocas especies animales se adaptarían a un cambio climático tan abrupto. “Con los trópicos siendo demasiado cálidos como para albergar plantaciones, y los subtrópicos demasiado secos, miles de millones de personas se encontrarían en vastas zonas del planeta básicamente inhabitables. Esto probablemente incluyera incluso el sur de Europa, a medida que el desierto del Sahara vaya cruzando lentamente el Mediterráneo.”
“A medida que los casquetes polares se fundan, cientos de millones de personas se verán forzadas a desplazarse al interior debido al rápido crecimiento de las aguas. Cuando las reservas de comida decaigan, las zonas más elevadas de las latitudes medias y las regiones subpolares se convertirán en refugios disputados.”
La izquierda tiene la obligación de asumir como suyo el problema de reducir la emisión de CO2 y decir qué hará con la fabricación de autos, la producción de mercancías superfluas, los viajes aéreos de turismo, la pérdida de puestos de trabajo…
Cuba aborda el tema. A días de la cumbre de Copenhague sobre el cambio climático reiteró en Naciones Unidas la necesidad de modificar los actuales patrones de producción y consumo y de transitar hacia un modelo económico verdaderamente sostenible. La supervivencia humana requiere de una revolución energética a nivel mundial, aseguró su representante.
Es obligación de la izquierda explicar las consecuencias de la crisis estructural y comprometerse con un programa concreto para afrontarla, sin eludir explicitar las enormes dificultades políticas y sociales que se levantarán.
Debe entender además que abrir ese nuevo debate le permite avanzar en una lucha ideológica donde ha tenido fracasos.

1 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95754
2 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95731
Contacto romulo.pardo@gmail.com

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