19 marzo 2010
El enojo de los habitantes de Ciudad Juárez tiene innumerables motivos, aunque el procurador lo explique diciendo que el gobierno “no es responsable de la enfermedad”. A los innumerables avatares que vive la ciudadanía se suma un capítulo más de la insensibilidad del gobierno federal y estatal. La Presidencia y la Cancillería corrieron el domingo para ofrecer su solidaridad al gobierno de EU y no tuvieron una sola referencia para los seis jóvenes asesinados en un velorio.
Lo que pasó el fin de semana puso al gobierno todavía más contra la pared. Su reacción confirma que pareciera no ser lo mismo que asesinen a ciudadanos mexicanos a que sean de EU. El ataque a personal y familiares de empleados del consulado sólo se puede en tender como mensaje a los dos gobiernos. Muy probablemente también se intentó que el mexicano se metiera en la agenda de EU con la peor de sus caras. Es evidente que no hay espacios para la reflexión en un asunto como este en el Congreso y medios de comunicación de EU. Lo que les importa es su mirada del mundo y cómo se ven ellos mismos. Todo empieza y termina en sus intereses.
En este nuevo capítulo sobre Juárez el gobierno escogió a sus interlocutores. Hizo a un lado a Marisela Ortiz, a Elizabeth Flores y a Gustavo de la Rosa, defensores de derechos humanos, y optó por instituciones y personajes con otro perfil. Al hacerlo también eligió una forma de enfrentar el problema.
Juárez está harta de que le digan de qué se va a morir. Universitarios, empresarios, intelectuales y organismos en defensa de los derechos humanos han criticado a los medios de comunicación nacionales, en particular a los que piensan que con “la unidad de todos” se va a resolver el problema como si todo se redujera a un asunto de “voluntarismo”. Gustavo de la Rosa dice que “se ve que no tienen idea de lo que está pasando”. Lanza un conjunto de ideas inquietantes y atendibles, “unos diez días antes del homicidio de las personas cercanas al consulado, los cárteles en combate empezaron a circular mensajes donde le pretenden dar un contenido ‘nacionalista’ a sus acciones denunciando a Genaro García Luna como títere de los norteamericanos. Le enviaron a Barack Obama un mensaje escrito con sangre, intervenir en esta guerra implica sufrir bajas”.
El gobierno debe informar qué tanto ha intervenido Estados Unidos en Ciudad Juárez. De quién es la estrategia y qué tanto ha participado. La tercera visita de Felipe Calderón dejó infinidad de dudas. Quieren cambiar el estado pero ya no pueden.
¡OUUUUCHCHCH! Le contábamos la semana pasada que a la señora Mercedes Carrasco le habían quitado su negocio por negarse a las insinuaciones del presidente municipal de Tonalá, Chiapas. Los dos estuvieron vía telefónica en Radio 13. Fue una conversación de acusaciones mutuas. Con los videos e investigaciones que ha hecho Nataniel Hernández del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa suponemos que las autoridades deberán actuar en contra del presidente municipal.
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