Funcionarios de Petróleos Mexicanos alteraron los libros contables de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción para ocultar una pérdida de 398 mil 564 millones de pesos, descubre la Auditoría Superior. Además, “escondieron” rezagos de cuentas por cobrar que datan desde hace 13 años.
Petróleos Mexicanos (Pemex) es una de las entidades que, año con año, recibe más observaciones y recomendaciones de los entes fiscalizadores, así como la ordenanza a las contralorías internas de que abran indagatorias y finquen responsabilidades.
Petróleos Mexicanos (Pemex) es una de las entidades que, año con año, recibe más observaciones y recomendaciones de los entes fiscalizadores, así como la ordenanza a las contralorías internas de que abran indagatorias y finquen responsabilidades.
Uno de esos importantes hallazgos que en su más reciente revisión a la Cuenta Pública 2010 detectó la Auditoría Superior de la Federación, que encabeza Juan Manuel Portal, fue al auditar los Sistemas de Información Financiera y Financiamientos de Pemex, la Tesorería de Pemex Corporativo y los libros contables y registros financieros de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP).
Los fiscalizadores detectaron que los funcionarios de Pemex alteraron los libros contables para ocultar pérdidas multimillonarias que la subsidiaria más importante –PEP– tuvo durante 2009, como consecuencia de deficiencias e irregularidades en las operaciones y administración.
Las pérdidas ascendieron a 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos. El saldo negativo simplemente “fue eliminado de la contabilidad de PEP, sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la autorización del Consejo de Administración” señala la Auditoría Superior.
La maniobra contable la operaron funcionarios del Corporativo, en Marina Nacional y las subdirecciones de Administración y Finanzas. De acuerdo con los hallazgos de la Auditoría para no transparentar las pérdidas, desde el Corporativo de Pemex se giraron instrucciones a PEP para que eliminara de los libros contables la pérdida y se transfiriera a los libros contables de la empresa pública como un activo.
Este movimiento contable –cita la ASF– se realizó mediante el oficio DCF-SUCOFI-GC-56-2011, que el 3 de febrero de 2011, la Dirección Corporativa de Finanzas le envió a directivos de Exploración y Producción para que traspasaran la pérdida registrada en 2009, y que en los libros contables de Pemex Corporativo se registrara como una cuenta por cobrar. Es decir, la pérdida de 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos, que era un saldo negativo “fue eliminado de la contabilidad de PEP, sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la autorización del Consejo de Administración”.
De esta manera, señala la Auditoría, se evitó que los estados financieros de PEP mostraran la pérdida obtenida en 2009, “al anularla, con un incremento en los activos de Pemex Corporativo en el rubro de Cuentas por Cobrar”, aunque en realidad era un activo inexistente.
La maniobra contable se hizo al margen del Consejo de Administración. En este caso, detectado recientemente por la Auditoría Superior, los auditores encontraron que los funcionarios de Pemex dieron cifras falsas en los informes oficiales para ocultar las pérdidas multimillonarias en PEP y transferirle el dinero del Corporativo.
Además de alterar, burdamente, los estados financieros, la manipulación contable tuvo otra consecuencia: que en los estados financieros de Pemex no se revela la disminución real de la inversión del Corporativo en sus subsidiarias, ni la pérdida patrimonial de éstas, ya que el registro contable en Petróleos Mexicanos se realizó con un incremento en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, sin una justificación técnica, porque no existió un incremento real en dichas inversiones.
“Los estados financieros dictaminados de Pemex Corporativo y Pemex Exploración y Producción no revelan en sus notas el tratamiento de la pérdida por 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos del ejercicio del 2009, que PEP traspasó a Pemex Corporativo, por lo que se incumplió con la Norma de Información Financiera NIF A-7 ‘Presentación y revelación’, al no revelar en forma clara y comprensible la eliminación de la pérdida de PEP, ni el origen en el incremento de la inversión en Pemex Corporativo”.
Por el contrario, en los registros contables de Pemex se asentaron números falsos de supuestos incrementos en la cuenta de las inversiones de la paraestatal a sus subsidiarias, sin una justificación técnica, pues, en realidad, señala la ASF, nunca hubo un incremento real en esas inversiones.
Señala la Auditoría que “los estados financieros dictaminados de Pemex Corporativo y Pemex Exploración y Producción no revelan en sus notas el tratamiento de la pérdida por 398 mil 564 millones 718 mil pesos del ejercicio de 2009”.
En consideración de la Auditoría, los funcionarios de Pemex que participaron en las maniobras contables violaron la Ley General de Contabilidad Gubernamental; la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y su reglamento; la Ley de Petróleos Mexicanos, entre otras.
Javier Jiménez Espriú, quien durante varias décadas se desempeñó como funcionario de Petróleos Mexicanos y como integrante del Consejo de Administración de numerosas empresas paraestatales y privadas, explica la gravedad de que decisiones de esta naturaleza las ejecuten los directivos de Pemex, sin consultar al Consejo de Administración:
“Los hallazgos de la Auditoría no son más que la confirmación, ahora a través de una autoridad de prestigio por su acuiciosidad, de lo que se ha estado denunciando en los últimos meses, que el director de Pemex maneja la paraestatal como si fuese de su propiedad, y que es un verdadero desorden lo que ocurre. Porque para él es una práctica repetitiva tomar decisiones tan delicadas sin informarle al Consejo, sin solicitar su aprobación y sobre todo ocultándole información.
“Lo que evidencia la Auditoría Superior es de enorme gravedad porque son pérdidas y transferencias indebidas, multimillonarias, cantidades enormes que, supuestamente, se están perdiendo, pero no hay una explicación del porqué de esas pérdidas y sí un ocultamiento de esa información. No pueden simplemente borrar una pérdida o encubrirla trasladándosela al Corporativo, sencillamente, es gravísimo”.
Jiménez Espriú atribuye la manipulación que se está haciendo de los informes y registros contables de la petrolera como un mecanismo a modo para las decisiones políticas que en materia energética se han tomado en el actual gobierno, donde se habla de una nueva reforma que encamine a Pemex hacía una mayor privatización de las áreas que aún opera la entidad.
“Las finanzas de Pemex se manejan y se maquillan al deseo de las autoridades para establecer ciertas políticas. En las finanzas de Refinación, por ejemplo, siempre le agregan pérdidas para justificar que no se hagan refinerías, al argumentar que es mejor traer los refinados del extranjero; y en las finanzas de Exploración y Producción se borran las pérdidas para justificar que se incrementen las inversiones; es decir, es una manipulación de cifras verdaderamente al gusto de las autoridades”, explica el también académico y conferencista de universidades nacionales y extranjeras en temas del sector energético.
En este sentido, el consultor en temas energéticos, George Baker, define la operación que se ha hecho de Pemex Corporativo como “una canasta contable en que se puede poner y sacar montos a la conveniencia del momento, por ejemplo, los millones de pesos sacados para el Sindicato que tenían la finalidad de financiar la campaña presidencial de 2000, de Francisco Labastida”.
El llamado Pemexgate implicó el desvío de recursos de 500 millones de pesos de las arcas de Pemex; el monto que hoy documenta la Auditoría Superior es 796 veces más.
El elaborar informes financieros “a modo”, como señala Jiménez Espriú, podría tener para el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, implicaciones en el ámbito de lo administrativo e incluso derivar en actuaciones en su contra de carácter penal.
La ASF determinó que en su carácter de director general deberá informarle al Consejo de Administración del traspaso contable que hizo de la pérdida que PEP tuvo en 2009, y las inconsistencias en los estados financieros.
El organismo de fiscalización señala también la urgencia de que los auditores externos que auditan los registros contables de la paraestatal, informen de las posibles consecuencias o repercusión que las operaciones contables descritas resultarán para la paraestatal.
Dada la gravedad de las manipulaciones contables, la Auditoría determinó que el Órgano Interno de Control en Pemex deberá abrir investigaciones y en su caso iniciar el procedimiento administrativo correspondiente en contra de los funcionarios que instruyeron a las subsidiarias a traspasarle al Corporativo sus pérdidas de 2009, y sin contar con la autorización del Consejo de Administración.
Legisladores integrantes de la Comisión de Vigilancia preparan una demanda de carácter penal en contra de los directivos de Pemex que autorizaron y operaron la manipulación de los libros contables de la paraestatal, para ocultar las pérdidas millonarias de PEP y transferirlas al Corporativo. La demanda se encuadra en la supuesta violación al artículo 214 del Código Penal, que se refiere al ejercicio indebido del servicio público, y también por el ocultamiento de la información contable, conforme documentó la Auditoría Superior.
El quebranto
El quebranto
En términos del efecto que para las finanzas del Corporativo tiene la transferencia de la pérdida de PEP, implica un quebranto por los mismos 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos.
El abogado Gabriel Reyes Orona, consultor legal de la firma RGPA y exfuncionario en el ámbito fiscal, bancario y financiero, explica que la operación que hicieron los funcionarios de Pemex Corporativo y los de la subsidiaria Exploración y Producción, “fue una simulación contable en la que, supuestamente, el Corporativo adquirió el crédito de la empresa subsidiaria, pero en realidad adquirió una cuenta que nació como incobrable, por lo que se genera el quebranto. O dicho de otra manera, la alta dirección y los funcionarios del área financiera y contable de Pemex hicieron un quebranto al Corporativo dado que la cuenta nació y es incobrable”.
Ello, advierte Reyes Orona, “sí tendrá para Pemex consecuencias no sólo en el ámbito nacional, sino a nivel internacional, porque se podría considerar que la paraestatal está falseando información financiera y ello le impactaría, sobre todo, en la colocación de la deuda en los mercados financieros. Por lo pronto, el mensaje que tendrá quienes consulten esa auditoría es que en Petróleos Mexicanos se hacen simulaciones contables para encubrir millonarias pérdidas por la ineptitud de sus directivos, pero sobre todo es la evidencia de que Pemex como empresa no cumple con los requisitos mínimos de transparencia, porque en este caso PEP oculta información sobre sus pérdidas operativas, simplemente las borraron, y eso es un delito penal”.
Éste es uno de los temas principales que los legisladores federales plantean abordar en la próxima comparecencia del director de Pemex ante la Cámara de Diputados.
Cuentas por cobrar, lastre millonario
La manipulación que se hizo a los estados contables de Pemex no es lo único que encontraron los fiscalizadores al auditar los libros contables de la petrolera. En las cuentas por cobrar se hallaron otrosrezagos.
Las cuentas por cobrar se integran como parte del curso normal de las operaciones por ventas de hidrocarburos o bienes que originan las cuentas por cobrar comerciales, y también de otras transacciones: préstamos a los empleados, reclamaciones por siniestros y partidas similares.
Cuando los especialistas de la ASF auditaron esas cuentas contables se encontró que la subsidiaria PEP mantiene saldos pendientes desde 1997, es decir, desde que la paraestatal era dirigida por Adrián Lajous Vargas.
El lapso de una transacción comercial en la paraestatal es de 30 días en promedio, que considera el tiempo entre la emisión de la factura y la fecha de pago, considerando el crédito para que los clientes cubran sus adeudos, pero conforme la Auditoría hay adeudos de clientes mexicanos y extranjeros que tiene casi 15 años de antigüedad, y que están registrados contablemente como partidas abiertas: movimientos no finalizados, pendientes de compensar, depurar o liquidar; es decir, que se trata de cuentas por cobrar.
Entre sus documentos y cuentas por cobrar, PEP ha mantenido 3 mil 709 partidas “contrarias a su naturaleza”, que datan desde 1998 hasta 2010, y que tienen un saldo de 7 mil 617 millones 337 mil 800 pesos. Hay cuentas por cobrar a corto plazo de clientes mexicanos y extranjeros fechadas desde hace 13 años y que las administraciones de Pemex no ha hecho nada para depurarlas.
En las cuentas de PEP se encontraron también adeudos por 14 mil 592 millones 617 mil 400 pesos, que provienen desde 1997, y que no se ha registrado un sólo movimiento para su cobro o depuración.
Aunque los directivos de la paraestatal registraron esos 14 mil 592 millones 617 mil 400 pesos en los libros contables, como parte de los activos de la petrolera, la Auditoría Superior explica que en realidad “no representan derechos reales de cobro”, debido a la falta de mecanismos de coordinación de las áreas que intervienen en el proceso de registro de las cuentas por cobrar y para realizar en forma periódica la cobranza y depuración.
Pero además, al revisar los registros, la Auditoría halló duplicación en el registro de 27 partidas de adeudos de terceros a favor de PEP, por venta de activos improductivos y de bases de licitación, préstamos a personal e indemnización de siniestros.
Tiene también la subsidiaria PEP un rezago en la cobranza de 1 millón 242 mil 400 pesos de préstamos a sus funcionarios y empleados, que datan de entre 1997 y 2000; durante 11 años nada se hizo para recuperar esos préstamos. En ese mismo periodo obtuvieron préstamos funcionarios de PEP, por 3 millones 611 mil 600 pesos. Dichos funcionarios fueron transferidos al Corporativo dejando sus adeudos pendientes en las finanzas de PEP.
Venta de activos de Pemex
Venta de activos de Pemex
La Auditoría Superior también detectó que funcionarios de PEP redujeron los montos que, previamente, se había tasado a los activos desincorporados para abaratarlos aún más. Ello lo hicieron meses después de que éstos ya se habían vendido.
La ASF revisó solamente una muestra de las ventas de activos improductivos que se hicieron durante 2010. Revisó dos notas de venta de bienes a terceros por 3 millones 655 mil 100 pesos, los auditores encontraron que seis meses después de que había hecho la venta, funcionarios de PEP reclasificaron la calidad y características de los “desechos” vendidos a terceros, con la finalidad de abaratar los precios. La maniobra era improcedente, porque desde que se iba a efectuar la venta, un certificador había avalado su calidad y clasificación correcta.
Al respecto, la Auditoría urgió al Área Administrativa de PEP elaborar un programa de depuración de las cuentas pendientes desde 1997.
En cuanto a los préstamos pendientes de funcionarios y empleados de Pemex, ordenó que deberán cubrir tales adeudos con descuentos en nómina.
Por considerar las conductas de los funcionarios de PEP como irregulares, la Auditoría Superior solicitó al Órgano Interno de Control en Pemex abrir investigaciones contra los funcionarios que no dieron seguimiento ni depuraron las cuentas por cobrar, que datan desde 1997.
Deberán también abrirse investigaciones, de entrada de carácter administrativo, en contra de los funcionarios que de manera ilegal reclasificaron los activos “improductivos” de la paraestatal.
Pemex Gas, pérdidas por negligencia
La cuentas por cobrar en la subsidiaria Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) también presentaron deficiencias, cuentas que databan de 1998, y que no fueron depuradas sino hasta que la ASF las auditó. Hasta marzo de 2012, en que hizo público los resultados de su auditorías, algunas de esas cuentas oficialmente aún estaban en proceso de depuración.
La falta de depuración, indica la Auditoría Superior de la Federación, es porque la subsidiaria PGPB carece de lineamientos o políticas contables que definan las áreas responsables de dar seguimiento, depuración o cancelación de adeudos.
Esa deficiencia es parte de las irregularidades atribuidas a los directivos de Pemex Gas y Petroquímica Básica, por ello, la Auditoría le solicitó a la Contraloría Interna abrir una investigación en contra de los funcionarios que durante más de una década, no dieron seguimiento a los adeudos que desde hace 12 años, terceros tienen con la subsidiaria.
El caos o manejo discrecional de los libros y la contabilidad en Pemex alcanza también a la subsidiarias Pemex Refinación. En esa subsidiaria la Auditoría Superior encontró cuentas bancarias que han permanecido estáticas desde 1998, y otras desde 2001.
En una cuenta los directivos de Refinación mantenían 24 millones 535 mil 400 pesos, que debían haber sido transferidos desde hacía meses a la cuenta concentradora del Corporativo de Pemex. El dinero no se transfirió sino hasta después de que la Auditoría lo encontró en esa cuenta. Mantenían también seis cheques por 787 mil 800 pesos que debían haber reintegrado, desde hacía un año a la Gerencia de Recursos Financieros.
Ante el panorama que evidencia la Auditoría Superior de la Federación, es claro, expresa Javier Jiménez Espriú, que la próxima administración en el gobierno federal “deberá hacer una revisión exhaustiva de las finanzas reales de Pemex y, probablemente, se encontrarán con todos los efectos de las decisiones que el director de la paraestatal tomó sin consultar al Consejo de Administración, decisiones inaceptables. Desgraciadamente, hasta dentro de un año veremos apenas delineado como dejara la administración actual las finanzas. Pero hay medidas emergentes que se deben tomar ya, y una de esas es que se asuman las responsabilidades contra los directivos de que han dispuestos de esos montos altísimos”.
Se solicitó entrevista con el director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, y con el de la subsidiaria PEP, Carlos Morales Gil, para que respondieran a los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
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