Sique
El Movimiento Progresista realizó un spot de 20 segundos que ya circula en la red sobre las encuestas disfrazadas de información, el rebase de tope de campaña del PRI, la compra de votos y el presunto dinero ilícito utilizado. Con sólo 20 segundos a los que tiene derecho el Movimiento Progresista es difícil dar esta información, mucho menos sustentarlo con pruebas, de tal forma, se presentaron imágenes que apuntaban esta realidad. Se editó el momento en que Ciro Gómez Leyva, basado en las encuestas, comenta que a dos meses y medio de la elección, la presidencia ya está definida; una mujer denuncia que si votaba por el PRI le daban su tarjeta de Soriana; y se editó una parte en la que Carmen Aristégui señala los indicios de dinero ilícito en las tarjetas Monex. Aristégui se quejó porque aparece su voz en un spot político, pues podría dar lugar a que se pensara que era vocera del Movimiento Progresista y por tanto lo demanda para que el IFE no lo difunda masivamente.
Independientemente de que el mensaje de 20” del Movimiento Progresista sea político (cuál no lo es) se trata de que se difunda la verdad, de que la ciudadanía tan engañada mediáticamente tenga al menos 20” de información de base, para investigar, sobre todo cuando México se encuentra en una situación tan trágica. Aristégui señala que su periodismo es científico, y justamente en virtud de ello es que el spot la presenta como fuente confiable. Como Carmen misma lo dice, la edición no altera para nada lo dicho por ella: “Monex,… indicios de lavado de dinero…” Su demanda está en función de que se utilizó su voz sin autorización de ella. Los medios están a cargo de la comunicación social a la que todos tenemos derecho y es a través de la “voz” de sus periodistas que nos llega. Por otra parte, sería muy pero muy difícil que alguien pensara que es “vocera” del Movimiento Progresista cuando es periodista de CNN en español, medio estadounidense que adversa a la izquierda en Hispanoamérica y de MVS medio privado de la clase pudiente. A no ser que sean esos medios quienes “pudieran pensar” que es “vocera” del Movimiento Progresista y crearle un problema. Pero, Aristégui, con un micrófono diario para expresarse en medios privados de derecha, ha logrado reducir aún más el tiempo aire que tiene el Movimiento Progresista porque al frenar el spot habrá un retraso de dos semanas para difundir sus 20” que más que nada intentan denunciar la verdad. No entiendo porqué no se puede difundir algo que ya se ha sido difundido en otro medio para sustentar su comunicación. Se supone que un periodista debiera sentirse satisfecho de ser citado sobre todo si lo que ha dicho tiene una base científica pues mientras más se difunda la verdad mucho mejor. Parece que no, que ahora hasta la comunicación de un periodista pertenece al medio y no a la sociedad, dueña del espacio comunicacional, que le ha concedido dicho espacio.
Cuando no es el PRI, es el IFE, la derecha o, “el periodismo científico”, el caso es que no hay libertad de expresión para millones de mexicanos que no tienen ni tiempo ni espacio en los medios para difundir este mensaje más que con sus pancartas en las movilizaciones. Todas las tendencias y todos los grupos debieran tener derecho a expresarse y citar a medios periodísticos en sus comunicaciones. Urge la democratización de los medios.
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