El EPN tenía “suscribido” que si se aprobaba la Reforma
Laboral ésta “generaría los empleos que demanda la población mexicana”
La Jornada/México SA/Carlos Fernández-Vega
Desafortunado, por decir lo menos, ha sido el arranque de la
administración peñanietista en materia de empleo formal, con lo que, por
si hubiera duda, se confirma que la reforma laboral sólo sirvió para
aligerarle la carga a la patronal, pero ni de lejos para lo que en el
discurso se promovió. Cómo estará la cosa, que hasta el inefable
gobierno calderonista registró mejores cifras (aunque no por mucho) en
este renglón durante sus primeros seis meses de estancia en Los Pinos.
De acuerdo con las cifras oficiales (del IMSS, avaladas por la
Secretaría del Trabajo), en seis meses (hasta mayo pasado) de gobierno
peñanietista la generación de puestos de trabajo en la economía formal a
duras penas promedió 9 mil 784 plazas mensuales (contra cerca de 100
mil demandadas), de tal suerte que sólo uno de cada diez mexicanos logró
colarse a la formalidad.
Permanentemente, la cúpula empresarial y el gobierno –sólo hay que
escuchar a los voceros oficiales y oficiosos– se dicen sorprendidos
porque la informalidad crece a paso veloz, que seis de cada diez
mexicanos en edad y condición de laborar sobreviven en ese creciente
sector. Pero más allá del discurso, ninguno de los dos hace mayor cosa
por revertir esta situación e incorporar a la formalidad a esa gran masa
que obtiene ingresos reducidos y carece de cualquier tipo de
prestación, comenzando por la seguridad social. Por el contrario, el
outsourcing a todo lo que da, con salarios de hambre y evasión fiscal. Y
si se mantienen en el discurso, en un abrir y cerrar de ojos dicha
relación será de ocho de cada diez, o más. (más…)
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