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lunes, marzo 25, 2013

GDF formaliza represión a marchas y protestas, se publica en la gaceta del Gobierno del DF



En la gaceta del Gobierno del Distrito Federal se publicó hoy el “Protocolo de Actuación Policial” en el que se describe la manera en que los elementos de la policía deben “manejar” a las manifestaciones, protestas y prácticamente cualquier concentración masiva de personas en la capital del país.
Con términos como “conducción de multitudes”, “resguardo de instalaciones”, “contención de multitudes” y “restablecimiento del orden público, el GDF define las situaciones “peligrosas” en las que los policías quedan libres de arrestar a cualquier persona “sospechosa” o en “actitud agresiva”.
También se dan pautas para la actuación de la policía en eventos deportivos y culturales. El uso de la fuerza pública podría llegar a “letal” en casos en donde no pueda restablecerse el orden público. Con esto, el GDF pretende “meter orden” en las manifestaciones, así como dar margen legal a la brutalidad policial, les dejamos el texto completo:

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domingo, abril 08, 2012

Wallace: con la marca del pasado

Con la marca del pasado
Isabel Miranda de Wallace se hizo conocer como activista contra el crimen y de pronto comenzó a aparecer junto con el presidente Calderón para apuntalar su estrategia contra el crimen organizado, encabezada por el secretario Genaro García Luna. Se metió así de lleno en el polémico caso de Florence Cassez, que ha opacado su proselitismo electoral. Sin embargo, en 1998 la empresaria luchaba por su propia libertad, acusada por funcionarios de la delegación Tlalpan de que, al obstruir el retiro de tres espectaculares de su empresa Showcase, se resistió a la autoridad, dañó equipo del gobierno capitalino y ordenó a sus empleados que atacaran a quien subiera a los espectaculares.
Isabel Miranda de Wallace en una fotografía de 1998, cuando fue indiciada en una causa penal como probable responsable de los delitos de resistencia de particulares y homicidio en grado de tentativa.


Interlocutora del gobierno federal en materia de seguridad, Premio Nacional de Derechos Humanos por obra y gracia del presidente de la República, mujer de las confianzas del propio Felipe Calderón y de su secretario de Seguridad Pública, la candidata del PAN al gobierno del Distrito Federal, Isabel Miranda de Wallace, arrastra un pasado que no la condena pero la marca: sus antecedentes policiacos y judiciales en la ciudad a la que pretende gobernar.

En 1998 fue indiciada en una causa penal como probable responsable de los delitos de resistencia de particulares y homicidio en grado de tentativa.

Aunque fue exonerada, una resolución de segunda instancia del Tribunal Superior de Justicia en el Distrito Federal (TSJDF) la responsabilizó de causar daños al Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuando se enfrentó a personal de la delegación Tlalpan para impedir el retiro de tres anuncios que la empres de la que proviene su riqueza económica, Showcase Publicidad, colocó en una zona de riesgo.

El 21 de julio de 1998 el juez Duodécimo Penal del DF ordenó su formal prisión o preventiva como probable responsable del delito de resistencia a particulares, pero la liberó del homicidio doloso, en grado de tentativa.

De acuerdo con el expediente del caso, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal la había consignado ante la justicia como probable responsable de ambos delitos porque el 16 de julio de 1998, al mando de una veintena de personas, se enfrentó a personal de la delegación Tlalpan para impedir el retiro de anuncios colocados en Periférico Sur.

Ese mismo día fue remitida al Ministerio Público y cinco días después el juez ordenó “identificar a la procesada María Isabel Miranda de Wallace por los sistemas administrativos adoptados en vigor”, recabar sus ingresos anteriores y hacerle un estudio de personalidad.

Miranda no tenía la notoriedad de ahora cuando quedó registrada en los archivos policiales de la Ciudad de México. Siete años después, de la mano gubernamental, capitalizó un proceso que inició con la denuncia sobre la desaparición de su hijo, Hugo Alberto Wallace, el 11 de julio de 2005.

El alegado secuestro y asesinato de su hijo, que aún se juzga en tribunales, la perfiló como personaje de “la sociedad civil” después de que en unas cuantas horas, “sin ayuda de la policía”, identificó a los supuestos responsables. Sin embargo, en un reportaje publicado en la edición 1842 de Proceso, las madres, hermanos y otros parientes de las personas encarceladas acusaron a la señora Wallace de haber incurrido en ilegalidades graves, entre éstas “actos de tortura” contra los presuntos secuestradores y asesinos de su hijo, para que se inculparan; ella, afirmaron, está utilizando el poder que le da su “amistad” con el presidente Felipe Calderón y con el ahora exprocurador capitalino Miguel Mancera…

Con el despliegue de espectaculares precisamente colocados por su empresa Showcase Publicidad, que creó en 1994 junto con Hugo Alberto, Miranda de Wallace lanzó una cacería contra sus acusados, acompañada de una intensa campaña mediática. Defensora de las políticas de seguridad del gobierno de Felipe Calderón y de su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, se convirtió en la activista del sexenio para lo cual creó la asociación de membrete Alto al Secuestro.

Con ese aval acudió a las reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública, en el que sólo participan el presidente y los gobernadores, a quienes reclama y emplaza. A solicitud de Calderón, según se lee en la página de Alto al Secuestro, promovió la ley antisecuestro aprobada en 2009 y al siguiente año el propio presidente le dio el Premio Nacional de Derechos Humanos.

En octubre de 2011 logró imponer su presencia en el segundo diálogo de Calderón con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza Javier Sicilia, y en el Castillo de Chapultepec reivindicó la estrategia del presidente ante la “debilidad” de los gobiernos estatales. Calderón también la incorporó “como representante de la sociedad civil” a la junta de gobierno de Províctima, el desfondado organismo creado para “responder” al movimiento pacificador ciudadano.

Su más reciente batalla la emprendió para evitar la liberación de la ciudadana francesa Florence Cassez, acusada por García Luna de secuestro detenida por policías federales en un operativo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya calificó como violatorio de la Constitución. En vísperas de ese fallo, Miranda presionó a los ministros encargados de la resolución y desde las escalinatas de la Corte, ya como aspirante del PAN a gobernar el DF, volvió a apoyar a Calderón y a García Luna.

De todas formas se defiende: “No, yo no soy la candidata del presidente, yo soy candidata independiente, ciudadana”, tuvo que aclarar ante la prensa el pasado 3 de febrero, cuando asistió al informe del titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ante la percepción de que su candidatura está huérfana del respaldo del liderazgo local del PAN.

Imputaciones

Hace casi 14 años Isabel Miranda de Wallace luchaba por zafarse ella misma de las graves acusaciones penales por el altercado con personal de la delegación Tlalpan. Showcase Publicidad había colocado tres espectaculares en un terreno ubicado entre los números oficiales 3395 y 4121 de Periférico Sur, entre Televisión Azteca y una sucursal del entonces Citibank, en la colonia Héroes de Padierna.

El predio, donde había anuncios de otras empresas, estaba en una zona catalogada como riesgosa porque pasan ductos de Pemex y hay torres con cables de alta tensión. El entonces delegado de Tlalpan, Salvador Martínez Della Roca, abrió tres procedimientos administrativos contra la empresa y el 15 de julio de 1998 emitió la resolución DT/C-10/214/98, en la que le dio un plazo de 24 horas a Isabel Miranda para que retirara sus anuncios. La apercibió de que, en caso contrario, la delegación los quitaría.

El encargado de desmontar el primer anuncio fue Miguel Ángel González Vázquez, quien era subdelegado de Obras y Desarrollo Urbano de la delegación. Junto con él llegaron al lugar José Patiño Hurtado, subdirector Jurídico y de Gobierno, entre otros empleados, y Leopoldo Morante Cervantes, director de Apoyo Institucional de la Subsecretaría de Coordinación Delegacional y Metropolitana del GDF.

La denuncia contra Miranda de Wallace fue levantada por Patiño Hurtado, quien la acusó de daño en propiedad ajena en agravio del GDF, resistencia de particulares a un mandato de la autoridad y homicidio en grado de tentativa.

En sus declaraciones ministeriales, Patiño relató que el día de las maniobras había unas 80 personas de la delegación porque además de los anuncios de Showcase tenían que desmontar diez más de la empresa Vender, “cuyo personal consintió en el retiro e incluso apoyó con personal y camiones”.

Como a las 11 de la mañana, añadió, “se presenta una mujer que dijo llamarse Isabel Miranda de Wallace… Prepotente, acompañada de unas 25 personas de ambos sexos, prevaleciendo los hombres… se ostentó como dueña de los anuncios espectaculares de Showcase”.

Enseguida “les ordenó a algunos de ellos que no permitieran a los trabajadores de la delegación subirse al poste por las escaleras del tubular portable”, propiedad de Showcase. Los empleados de Miranda de Wallace ocuparon la parte alta del anuncio y ella los instruyó para “que el cabrón que se subiera de la delegación lo tiraran desde arriba”.

La confrontación se prolongó hasta las seis de la tarde. Para entonces el subdelegado González Vázquez le ordenó al operador de la grúa, Felipe Arciniega Sánchez, que retirara el primero de los espectaculares y su estructura metálica.

Según el denunciante, cuando Arciniega puso a funcionar la pluma de la grúa, en la parte superior de la estructura ya estaban tres empleados de la subdelegación de Obras y Desarrollo Urbano. “Se habían subido por las escaleras que tiene el tubo (que sostenía el espectacular) para quitar los paneles del anuncio y engarzarlos a la punta de la pluma”.

Como a las 19:45 horas, cuando estaba en la parte delantera y del lado derecho de la grúa, Patiño Hurtado aseguró haber visto que Miranda de Wallace –acompañada de un hombre como de 30 años– se acercó a las mangueras del sistema hidráulico de la máquina.

De inmediato, según la acusación, Isabel Miranda empezó a cortar una de las mangueras con un cúter que tenía en la mano derecha “y acto seguido le pasa el cúter al joven que la acompaña, el cual también con la mano derecha corta otras mangueras”, de cuatro que estaban unidas.

Tanto Patiño Hurtado como Morante Cervantes le reclamaron al acompañante de Wallace. “¿Me viste, cabrón?”, contestó éste, quien según el propio Patiño “al parecer” era el hijo de la dueña de Showcase, Hugo Alberto.

El subdirector jurídico Patiño Hurtado dijo que cuando la grúa se empezó a desestabilizar, “el sujeto joven corre hacia su vehículo Cuttlas, tipo Celebrity (sic), de color gris, sin placas de circulación, mismo que previamente había metido al predio, y lo aborda… Otro sujeto joven, como de 25 años de edad, auxilia al del Cuttlas, abriéndole la puerta de acceso al predio”.

El propio Patiño y otros empleados de la delegación “corren hacia la puerta de acceso al predio a efectos de impedir que huyera, pero dicho sujeto ya manejando el Cuttlas a velocidad rápida les echa encima el vehículo, por lo que tanto el de la voz como los demás se hacen a un lado para evitar que los atropellara, y logra darse a la fuga”.

Al mismo tiempo, declaró el funcionario de Tlalpan, “la señora Miranda de Wallace sale corriendo junto con otras personas de su empresa para salir… por donde huyera el Cuttlas y se dirige sobre la banqueta sur de Periférico, corriendo hacia el oriente” y se mete “a un vehículo Century de color azul, donde la esperaba su chofer”.

De acuerdo con el reporte policial, el coche era un Cuttlas gris, con placas de circulación 525CWT. Isabel Miranda no pudo huir “porque todos los empleados de la delegación rodean dicho vehículo, indignados por lo ocurrido”. El chofer y la señora subieron los vidrios, pusieron los seguros y se negaron a dialogar, según el acusador.

Cuando llegó la policía preventiva del DF, identificó a Isabel Miranda, a su chofer, José Luis Alarcón Sánchez, y a sus empleados César Alejandro Vera Mondragón (quien ayudó a huir al sujeto del coche gris sin placas) y Marco Antonio Fin Barajas, quien la auxilió para meterse a su coche. El escándalo fue registrado por cámaras de las televisoras, ante las cuales Wallace se quejó de abuso de autoridad y Patiño la acusó de la comisión de varios delitos.

Morante Cervantes, el representante del GDF, declaró ante el Ministerio Público que en las discusiones sobresalía una mujer a la que le gritaban “Miranda” o “señora Wallace”. Dijo que antes de las cuatro y media de la tarde unos empleados de Showcase se subieron al anuncio, mientras que otros, equipados con tanques y sopletes, ocuparon las escaleras del tubo. Así, y con un tanque de gas en la superficie, impedían que se desmontara el anuncio.

Morante Cervantes añadió en su declaración ministerial que, hacia las seis de la tarde, las autoridades acordaron con Miranda de Wallace que personal de su empresa retirarían las “artes” y la delegación las estructuras superiores. Como a las 7:20 subieron empleados de la delegación, el operador echó a andar la grúa y elevó la pluma a su primer nivel.

Pero en ese momento observó que Isabel Miranda “tenía un objeto filoso… y con el mismo corta una manguera de la grúa… dando posteriormente ese objeto… a un joven de aproximadamente un metro con sesenta y cinco centímetros de altura, de tez apiñonada, cara redonda, que vestía una camisa de color azul con rayas y un pantalón claro”.

El sujeto “procedió rápidamente a cortar unas mangueras, percatándose de que yo lo había visto y diciendo esto a los suyos. E inmediatamente dicha señora se retiró, iniciándose una discusión con el sujeto joven… En ese momento, la grúa se tambaleó y se movía hacia atrás sin control, apoyada sobre sus ruedas”.

En la discusión, Morante Cervantes pidió a su equipo que registrara al sujeto “para localizarle el objeto cortante entre sus ropas”. El señalado salió corriendo “y los trabajadores en vez de detenerlo corrían a cerrar las puertas para que no se escapara en su coche, que previamente había metido al terreno”. El testigo identificó el vehículo como un Century gris, sin la placa trasera. El sujeto huyó por Periférico, pero los trabajadores de la delegación impidieron que Miranda hiciera lo mismo al detener el coche al que se había subido, en tanto que otro carro no identificado brincaba el camellón.

También testificó en contra de Miranda el subdelegado González Vázquez, quien aseguró que desde su llegada al predio la dueña de Showcase se acercó a un árbol donde estaba amarrado un espectacular y con un cúter cortó el lazo que sostenía el anuncio, “provocando inseguridad en la gente que estaba desmantelando el anuncio”.

Después, los empleados de Isabel Miranda atravesaron coches frente a la grúa para que no se acercara al espectacular. El subdelegado la acusó de amenazar a los trabajadores a su cargo. Les dijo que “si se subían a su anuncio, ella ordenaría a la gente que la acompañaba a que los lanzaran al vacío”.

Con las horas, Miranda propuso que sus empleados quitaran la publicidad para que no se maltratara. Pero hacia las 7:30 de la noche no habían avanzado, por lo que el subdelegado ordenó que se acercara una grúa de 50 toneladas con extensión telescópica para agilizar el movimiento.

Cuando la grúa empezaba a operar, el testigo escuchó que alguien gritó: “¡Cuidado, las mangueras!” y se percató de que tres de las cuatro estaban rotas. Morante le dijo que había visto cortar las mangueras a Miranda “y uno de sus empleados que se decía gerente de construcción”, mientras que el operador maniobraba para que la grúa no se volteara sobre su lado derecho.

González Vázquez le reclamó al supuesto gerente de construcción que hubiera puesto en peligro la vida de los trabajadores, por lo que pidió la presencia del Ministerio Público. Coincidió en el relato sobre la huida del “sujeto joven” (quien le aventó el vehículo) y la retención de Isabel Miranda.

El operador de la grúa, Felipe Arciniega Sánchez, declaró que pudo hacerla funcionar hasta las 7:30 de la noche. Indicó que cuando iba a engarzar el anuncio panorámico con el gancho de la pluma notó que había una fuga en las mangueras principales de la resistencia. Añadió que “la grúa se tambaleó, con riesgo de volcarse sobre las personas que estaban en el lugar”.

Manuel López López, Arturo Rafael Rentería Tapia y Javier Ulises Camacho Torres, los trabajadores de la delegación que se habían subido al anuncio, también coincidieron en los detalles sobre la manera en que Isabel Miranda y sus empleados impidieron las maniobras y el peligro en que quedaron cuando la grúa se bamboleó.

Rentería Tapia precisó que desde una altura de 35 metros vio que la pluma se acercaba al objetivo, pero la grúa se empezó a mover y la segunda extensión ya no salió, quedándose a unos 18 metros del anuncio. “Si la grúa hubiera estado en su última fase, se habría volteado y se hubiera caído el anuncio junto con ellos”, declaró.

Camacho Torres dijo que cuando la grúa levantó la pluma él y sus compañeros se dieron cuenta de la confusión de abajo, que la gente corría de un lado a otro y optaron por bajar porque no tenían cinturones de seguridad.

Los peritajes confirmaron los daños y los riesgos. Pero en su declaración ministerial Isabel Miranda dijo que lo dicho en su contra era “totalmente falso”. Que al contrario, ella estuvo dispuesta al retiro de los anuncios a pesar de tener permiso para montarlos, pero los funcionarios de la delegación, “prepotentes y groseros”, nunca quisieron identificarse ni mostrar la resolución contra su empresa. Más aún, los acusó de agresión y de haber generado peligro con un tanque de soldadura autógena.

“Al darme cuenta del estado de la situación decidí retirarme del lugar junto con todo mi personal”, prosiguió. Cuando esperaba en su automóvil para que le entregaran el material del anuncio a desmontar, dijo, “Vi venir hacia nosotros a mucha gente, lo cual me hizo pensar que algo grave estaba pasando. Alcancé a escuchar que decían que nos agarraran a todos. Por seguridad de mi integridad física, en ese momento le di instrucciones a mi chofer de que se arrancara. Sin embargo, la multitud impidió mi paso… empezando a tratar de voltear el automóvil”.

Aseguró que por una persona que no identificó se enteró del problema con la grúa y “de manera voluntaria me ofrecí a presentarme a la delegación. Ahí me acusaron de haber cortado unas mangueras, (lo cual) desconozco porque mi trabajo únicamente tiene que ver con el aspecto administrativo”.

Cinco días después de los hechos, un juez ordenó su prisión preventiva por el delito de resistencia de particulares. Fue fichada por ello en el Reclusorio Preventino Femenil Norte del Distrito Federal. Quedó exonerada del cargo de homicidio doloso en grado de tentativa. Su abogado, Ricardo Martínez Chávez, logró que el 1 de octubre de 1998 la Novena Sala del TSJDF la eximiera también del primer delito. Según los magistrados de la Sala, no se acreditó la amenaza.

“Hasta el momento procesal que se actúa… para acreditar las amenazas sólo se cuenta con lo declarado por el denunciante (Patiño Hurtado)”, mientras que los testimonios “no coinciden” con su dicho. Además, ninguno de los tres trabajadores “refiere haber escuchado amenaza alguna”, por lo que no se pudo comprobar ni la voluntad ni la intención de privarlos de la vida. “No obstante –estableció la resolución– la encausada cortó una de las mangueras… con la intención de impedir que el personal del GDF retirara sus anuncios”.

martes, marzo 15, 2011

Tunden al PRI en San Lázaro por mentir sobre segundo piso de AMLO

Ciudad de México - Los diputados del PRD y del PT tundieron al PRI, en específico al diputado federal Sebastián Lerdo de Tejada, por haber mentido diciendo que se había ocultado la información sobre los segundos pisos del periférico construidos durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Los hechos ocurrieron durante un debate sobre la Supervía Poniente en el cual, sin que tuviera nada que ver, el diputado del PVEM, y yerno del priista Manlio Fabio Beltrones, Pablo Escobedo, casualmente preguntó a Lerdo de Tejada, quien estaba en la tribuna, por qué creía que se ha ocultado la información sobre los segundos pisos que se construyeron en la administración de AMLO.
Lerdo de Tejada respondió que era "obvio" que era por negocios "inconfesables."

Esto detonó una marejada de reclamos y señalamientos por parte de los diputados del PRD y del PT contra Lerdo de Tejada, a tal grado que los priistas intentaron callarlos alegando que el punto había sido suficientemente discutido.
Sin embargo, los reclamos no pararon. Primero contra la mesa directiva, encabezada por el PRI, por negarle el derecho a aclarar las acusaciones de Lerdo de Tejada a Alejandro Encinas, quien fue secretario de gobierno con AMLO en el GDF y luego Jefe de Gobierno interino.

Luego de eso, Gerardo Fernández Noroña acusó a Lerdo de Mentir y le reclamó que no hubiera aceptado una pregunta de Mario Di Costanzo respecto al FOBAPROA, alegando que no era el tema, pero sí aceptó la pregunta del yerno de Beltrones pese a que tampoco era el tema.

El PRI tuvo que aceptar finalmente que Encinas tomara la palabra y el ex-Jefe de Gobierno señaló que los segundos pisos fueron auditados ampliamente y en ninguna auditoría hubo un sólo reclamo por los recursos destinados a esa obra.
Los reclamos continuaron y cuando Laura Itzel Castillo, del PT, tomó la palabra, le echó en cara a Lerdo de Tejada que mintió y que toda la información sobre los segundos pisos se encuentra en internet en la dirección http://www.fimevic.df.gob.mx/documentos/transparencia/contratos/obra/ctos_obra_publica.pdf

"Ya quisiéramos que las obras y los negocios de Peña Nieto estuvieran publicados en alguna parte", remató Castillo, haciendo que Lerdo de Tejada mostrara una expresión de incomodidad.

Tomó nuevamente la palabra Fernández Noroña para señalar que nunca reconvino a Lerdo de Tejada, sino que simplemente le señaló que mintió y que presente los elementos que tenga para hablar de una supuesta corrupción de la administración de AMLO.

Tocó el turno después a Mario Di Costanzo, quien le preguntó a Lerdo de Tejada dónde está toda la información del FOBAPROA y le señaló que le tomó dos años obtener información al respecto y un priista lo corrió de la comisión de vigilancia por haber solicitado la información, lo cual también hizo incomodar a Lerdo de Tejada y al PRI.

Siguieron diputados perredistas que se refirieron al hecho de que el ex-regente priista del DF que fue a la cárcel.

Al final, el PRI ya no pudo responder.

A continuación el video del debate en el que tunden al PRI:

http://www.youtube.com/watch?v=-oAS9cqKTHc

domingo, enero 23, 2011

Supervía: sobre reserva ecológica, colonias populares y zona residencial


El trazo de la Supervía, realizado por la asociación civil Colegio de Ingenieros Topógrafos para Contralínea –a partir de las coordenadas publicadas en el decreto de expropiación–, muestra por primera vez la proyección de los cinco poligonales por donde pasará la vialidad de cuota. Los expertos observan un número indeterminado de afectaciones en zonas verdes y habitacionales que, aseguran, no ha sido informado por el Gobierno del Distrito Federal. Además, indican que serán necesarias nuevas expropiaciones para construir las llamadas “adecuaciones viales y obras complementarias”, previstas en el proyecto. El GDF afirma que no habrá más afectados

Elva Mendoza / Rubén Darío Betancourt, fotos

Tras un minucioso trabajo, miembros de la asociación civil Colegio de Ingenieros Topógrafos dicen a Contralínea que en los cinco poligonales que el gobierno de Marcelo Ebrard expropió –bajo la figura jurídica de utilidad pública– para la construcción y funcionamiento de una vía de peaje al interior de la ciudad, habrá un número indeterminado de afectaciones que aún no han sido dadas a conocer a la opinión pública.

El 6 de abril de 2010 se publicaron, en el Diario Oficial de la Federación, los cinco polígonos expropiados para la edificación de la Supervía Poniente. El impreso, de más de 40 fojas, no indica colonias o calles; sino coordenadas, vértices y rumbos propios del sistema Universal Transversal Mercator, ilegibles para los afectados, quienes se encuentran en la incertidumbre, pues no tienen claridad respecto de si su propiedad se localiza dentro de la zona que ya ha sido expropiada (pero que no han sido notificados) o dentro de las que serán expropiadas en el futuro.

El Gobierno del Distrito Federal únicamente notificó a 126 propietarios: 51 predios –incluido un centro religioso–, en la colonia La Malinche, de la delegación La Magdalena Contreras, y 75 predios en la delegación Álvaro Obregón (mayoritariamente localizados en la colonia La Angostura). Las expropiaciones en Contreras, dicen los vecinos, apenas suman 3 mil metros cuadrados, de un total de 8 mil 371 metros cuadrados que tendrían que ser expropiados, de acuerdo con los cálculos de los ingenieros topógrafos.

Según el decreto de utilidad pública, se requieren 336 mil 626.524 metros cuadrados para la construcción de la Supervía Poniente: 140 mil 596.630 metros cuadrados correspondientes al polígono uno; 35 mil 148.511, al polígono dos; 34 mil 261.601, al polígono tres; 113 mil 245.056 corresponden al cuatro, y 13 mil 374.726 metros cuadrados, al polígono cinco. En este último, mediciones de los ingenieros indican que la zona urbanizada es de 8 mil 371 metros.

Aunque el gobierno capitalino se empeña en declarar que para la construcción de la vía no habrá más afectaciones, e incluso más expropiaciones, el trazo realizado por miembros de la asociación civil de ingenieros, a partir de las coordenadas publicadas en la declaratoria de utilidad pública, revela que debido a la magnitud del proyecto, se decretarán expropiaciones subsecuentes, puesto que entre otras “adecuaciones” la empresa Controladora Vía Rápida Poetas, Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable, establece la ampliación de tres carriles a cuatro por sentido en la Avenida Luis Cabrera. “Se necesitarían 4 metros más, los cuales sólo se podrían obtener mediante afectaciones a las propiedades que se encuentran a las orillas de la vialidad”.

No obstante que el proyecto ejecutivo entregado por la concesionaria a la Secretaría del Medio Ambiente carece de planos respecto de las adecuaciones y obras complementarias, en la décimo octava condición del Título de concesión para el uso, aprovechamiento, explotación y administración de la vía de comunicación urbana de peaje, el gobierno de la ciudad permite la ejecución de obras adicionales con el objeto de ampliar la vía “mediante la incorporación de tramos adicionales o derivaciones que puedan beneficiar el tránsito vehicular de la zona”.

Luego de revisar las coordenadas del decreto expropiatorio y los planos del proyecto entregados por Controladora Vía Rápida Poetas, los topógrafos determinaron que se trata de un proyecto incompleto. “Hacen falta algunos tramos de la vialidad, los planos contienen errores angulares que no permiten la coincidencia exacta entre los mapas y el trazo; carece de acotaciones y no hay certeza en cuanto a si es el trazo definitivo o se hicieron modificaciones”. Agregan que no están los planos de las afectaciones tanto en áreas urbanas como naturales, los cuales califican de “obligatorios”. “Seguramente existen, pero no los incluyeron en la versión pública”.

En entrevista, Pablo Fuentes, asesor de la consejera Jurídica Leticia Bonifaz Alfonzo, niega la posibilidad de más afectaciones a las zonas urbanizadas: “No faltan notificaciones o expropiaciones. Pagamos todas las indemnizaciones y todo el mundo se salió muy convencido”.

El asesor manifiesta que incluso hay un anuncio en el portal de internet de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Distrito Federal que acredita su dicho. El aviso reza: “Estimado vecino. El Gobierno del Distrito Federal te informa: si no fuiste notificado de la expropiación para la realización de la Supervía Poniente, no sufrirás ninguna afectación en tu hogar o patrimonio familiar. Por tu atención y comprensión, mil gracias” (sic).

Cristina Barros, integrante del Frente Amplio Contra la Supervía Poniente de Cuota, asegura a Contralínea que, desde el anuncio de la construcción de la carretera, los vecinos esperan nuevas expropiaciones, e incluso afirma que tiene conocimiento de que funcionarios del gobierno de la ciudad se han acercado con propietarios que viven en Álvaro Obregón y en La Magdalena Contreras para negociar de manera directa la compra de sus casas: “Las autoridades no hacen uso de instrumentos legales, lo que deja en la indefensión y el anonimato a los dueños de los predios”.

Carolina es una de ellas. Su casa en la calle Malinche número 19 colindaba con la zona expropiada. Sus vecinos aseguran que los miembros de las dos familias, que habitaban la propiedad desde hace 35 años, fueron constantemente visitados y presionados por funcionarios del Gobierno del Distrito Federal con el objeto de que vendieran: “Fueron víctimas de presión sicológica; les cortaron el paso, no los dejaban entrar y les propusieron comprar la casa. Ya están con los trámites de la venta”.

Al respecto, Luis Miguel Cano, codirector de la asociación civil Litiga, Organización de Litigio Estratégico de Derechos Humanos (Litiga OLE), que lleva la defensa de los afectados, asegura que el estudio realizado por el Colegio de Ingenieros confirma la incertidumbre jurídica que vivía la ciudadanía, puesto que no se podía tener el conocimiento técnico para saber qué domicilios fueron expropiados.

El abogado recuerda que la demanda de amparo 605/2010, firmada por 320 habitantes en contra de la Supervía, se estructuró bajo tres categorías de afectados: quienes fueron expropiados y notificados; quienes pensaban que podían ser expropiados, pero carecían de certeza, y por quienes pensaban que no serían expropiados pero consideraban que la construcción de la Supervía violentaba sus derechos.

“Si el gobierno acude casa por casa para presionar a la gente argumentando que su casa ya fue expropiada y debe vender, y se usa esta medida como instrumento de presión, sin notificación de por medio y sin que ello trascienda a los medios, se les estaría negando su legítimo acceso a la justicia, lo que es terrible”, argumenta Cano.

Francisco López, abogado y habitante de la colonia La Malinche, dice no tener ninguna certeza de lo que abarcan los cinco polígonos que fueron expropiados, por que el gobierno no les ha proporcionado información, pero afirma que las 50 viviendas notificadas son apenas una pequeña parte de los 336 mil metros cuadrados requeridos para la construcción.

El también miembro del Frente Amplio Contra la Supervía Poniente de Cuota considera que el gobierno de Marcelo Ebrard ha actuado de manera “desproporcionada, inhumana, discrecional y con abuso de autoridad” en contra de los vecinos de La Malinche y los habitantes de la ciudad.

El movimiento ciudadano de resistencia pacífica que surgió a partir del decreto expropiatorio ha sido constantemente amedrentado por el gobierno capitalino. La más reciente agresión desafía, incluso, medidas precautorias que emitió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF): se usó la fuerza pública el 1 de enero para tomar posesión de 50 predios de La Magdalena Contreras. A pesar de que el documento emitido por el organismo autónomo establecía que las autoridades no debían hacer uso de la fuerza pública durante el periodo vacacional, 800 granaderos se impusieron a los vecinos a las 06:30 horas del pasado 1 de enero de 2011.


GDF, sin prudencia política

Luis Fernando García, abogado perteneciente a la asociación civil Litiga OLE, explica que en la vía jurídica aún se encuentran en proceso el juicio de amparo 605/2010, un juicio de nulidad y una queja ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial. “Un gobierno prudente está obligado a esperar las resoluciones de los jueces para iniciar los trabajos”, comenta el abogado.

Leer articulo completo AQUI.

lunes, agosto 31, 2009

Peligroso homicida, libre de nuevo

Si a esta hora no ha ocurrido, en cualquier momento puede quedar libre de nuevo José Antonio Zorrilla, autor intelectual, según sentencia firme, del asesinato del periodista Manuel Buendía. El viernes pasado un tribunal le otorgó amparo para ciertos efectos y, dados los antecedentes, es posible que el gobierno de la ciudad de México se escude en esa resolución judicial, que no ordena la libertad del ex jefe de la policía política mexicana, para dejar que una vez más abandone la prisión en que debería permanecer diez años más.Zorrilla fue dejado en libertad anticipada en febrero pasado, cuando estaba a punto de cumplir veinte años preso, en vez de los treinta y cinco que fijó la sentencia original. Con motivo del vigésimo quinto aniversario del homicidio de Buendía, el 30 de mayo siguiente se inició un vigoroso movimiento de periodistas y agrupaciones y empresas relacionadas con la información, en demanda de que Zorrilla retornara a la cárcel, pues su liberación era ilegal e ilegítima. En entrevistas públicas, el jefe y el secretario del gobierno capitalino Marcelo Ebrard y José Ángel Ávila se comprometieron a revisar el proceso de liberación y, como resultado de ese compromiso, Zorrilla fue reaprehendido. En vista de que su liberación denotaba una aplicación torpe o venal de la ley aplicable, como parte del movimiento que demandó revocar la libertad del antiguo director federal de seguridad, insistí en conocer —no hay impedimento para hacerlo— la orden respectiva. Fue imposible acceder a ese documento. Cuando más, recibí una suerte de recado, como las “tomas de razón” que copian los pasantes de derecho para seguir el curso de los expedientes. Temí que se tratara de un documento fácilmente combatible ante los tribunales de amparo, para que Zorrilla saliera de nuevo a la calle, esta vez sin el riesgo de que nadie urgiera al cumplimiento de su sentencia.Mi prevención parece cobrar cuerpo. El 17 de junio, una semana después de su reingreso a la prisión, Zorrilla demandó amparo contra la revocación de su libertad. Por una extraña casualidad, el juicio de garantías fue a dar al mismo juzgado octavo de distrito de amparo en materia penal que en diciembre pasado había sentado las bases para que la autoridad capitalina permitiera a Zorrilla salir libre. Y por la misma peculiar coincidencia el mismo tribunal segundo colegiado que en febrero pasado confirmó la sentencia de primera instancia, a raíz de la cual a la velocidad del rayo el asesino de Buendía quedó en libertad, repitió esa operación ahora. En ninguno de los dos juicios los juzgadores federales ordenaron la liberación; sólo protegieron a Zorrilla para que la dirección de ejecución de sanciones penales del gobierno capitalino fundara y motivara sus decisiones. En vez de hacerlo, y pretextando que la justicia lo había dispuesto así, esa autoridad administrativa dejó a Zorrilla irse a su casa hace seis meses y medio. Volverá, me temo, a parapetarse en la nueva sentencia de amparo para reconocerse derrotada y permitir que por segunda vez, ahora definitivamente Zorrilla se beneficie de una libertad que no merece.La sentencia firmada el viernes pasado por unanimidad de los magistrados del segundo tribunal colegiado de amparo en materia penal ordena a la dirección de ejecución de sanciones penales dejar insubsistente la revocación dictada en junio y actuar “conforme a sus atribuciones legales”, esto es, en plenitud de jurisdicción, lo que quiere decir que puede reiterar la revocación. Pero como es manifiesta la decisión de beneficiar a un homicida, es de temer que lo haga una vez más.Zorrilla no tenía derecho a la libertad anticipada. De las tres formas de esa figura, dos eran claramente inaplicables en su caso. El artículo 42 de la Ley de ejecución de sanciones penales del Distrito Federal expresamente ordena que el tratamiento preliberacional y la libertad preparatoria deben ser negados a los sentenciados por homicidio calificado, que es el caso de Zorrilla. Se le otorgó entonces la tercera forma de la libertad anticipada, remisión parcial de la pena. Consiste en que por cada dos días de trabajo se disminuya uno de prisión. Zorrilla no emprendió nunca actividades laborales ni participó en tareas educativas, requisitos para ese beneficio. Y es dudoso que se pueda calificar como buena conducta —otra de las condiciones para obtener esa forma de libertad anticipada— a la vida regalada que le depararon la fortuna que presumiblemente obtuvo en sus tratos con el narcotráfico, y su relación con Rafael Caro Quintero, de quien recibió la celda que éste ocupaba en un reclusorio capitalino cuando fue trasladado al Altiplano donde ahora se halla. En otra de las varias casualidades presentes en este caso, el director de prisiones del Distrito Federal en 1989, cuando Zorrilla fue atrapado después de escapar cinco años a la justicia, era José Manuel Casaopriego, que ahora, como director de ejecución de sanciones ha tenido en sus manos la suerte de Zorrilla y es manifiestamente inclinado a favorecerlo.Aunque haya sido cometido hace un cuarto de siglo, el asesinato de Manuel Buendía no puede pasar inadvertido ahora, cuando es más eficaz que nunca el nexo entre autoridades y delincuentes. Así como abundan quienes estiman que Carlos Gardel canta cada vez mejor, también puede asegurarse que Zorrilla es tanto o más peligroso que cuando ultimó al mayor columnista político del medio siglo reciente. Su poder económico está intacto. Debe cumplir su sentencia.— México, D.F.
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