lunes, agosto 28, 2006

Asamblea del domingo 27 de agosto 2006.

Sique
Fotos: Seb Tal

Atendimos como todos los domingos a nuestra fiesta democrática en el Zócalo de la ciudad de México. Una vez más recorrimos Madero que para mi se ha convertido en un entusiasta pasaje a la democracia. Sí, porque cuando camino por ese corredor plagado de consignas, de fotografías y de videos que expresan los deseos, las convicciones y los principios por los que el pueblo lucha, un sentimiento de cambio ocupa mi ánimo.


Delante de nosotros caminaba un matrimonio ya mayor que llevaba sus consignas escritas en unas cartulinas y buscaban un espacio donde colocarlas; ellos también han hecho de ese espacio el depositario de su deseo de cambio, pensé; anhelan morir en un país distinto al que nacieron, aunque el pueblo siga siendo el mismo; tal vez piensan que sus hijos y sus nietos podrán disfrutar de un México más justo, más libre, más amoroso, porque confían en Andrés Manuel y le seguirán hasta conseguirlo. Y luego, con el mismo arrebato caminan tras de nosotros hacia el Zócalo, después de haber dejado expuesto sus escritos a los ojos de quienes comparten sus deseos en la Delegación de Atzcapotzalco.


Llegamos al Zócalo, el sol de medio día, un hombre que parecía extranjero me preguntó: ¿a qué hora es el “meeting”? Le contesté que en unos minutos.


Los coordinadores parlamentarios perredistas nos animaron con sus palabras, están con nosotros: “¡no nos someteremos!, ¡no nos someteremos! Y lucharemos para que los ciudadanos tengan cubiertas todas su garantías de libertad de expresión y manifestación”, dijo el diputado federal electo, Javier González Garza.




Aplaudimos tan fuerte como cuando el senador electo Carlos Navarrete, expuso: “El 1 de septiembre el Presidente de la República va a conocer de qué madera están hechos los legisladores del frente democrático que hemos conformado, de la coalición Por el Bien de Todos. No lo decimos como amenaza, no lo decimos en un radicalismo ramplón ni en una bravata de cantina…



...Vamos a demostrar al Presidente de qué tamaño es la crisis por la que atraviesa el país y vamos a echar por tierra su absurda frase de que la protesta se limita a una calle de la Ciudad de México. No sabe lo que dice el Presidente de la República… Les pedimos todo su coraje y toda su fortaleza; en suma, que afuera y adentro de San Lázaro hagamos valer la decisión y la voluntad de muchos millones de mexicanos que el 2 de julio fueron defraudados por el poder”; un muchacho que estaba repartiendo videos que probaban el fraude y había bajado de internet, me dijo: “Ahí en San Lázaro voy a estar el 1 de septiembre”, “Yo también”, le contesté y aplaudimos.

Llegaba el turno de AMLO, el día anterior nos había anunciado la propuesta que haría a la Convención Nacional Democrática y tenía mucho interés en saber de qué se trataba.


Como siempre, López Obrador, comenzó por agradecer a todos la firmeza de nuestras convicciones y de nuestra lucha; a los compañeros que trabajaron en Chiapas para lograr el triunfo de la Coalición en la elección para Gobernador y a todos aquellos que luchan en toda la República, por convicción, por la justicia y la democracia, sin pedir cargos públicos ni nada a cambio; saludó con afecto a los compañeros que caminaron desde Tijuana a la Ciudad de México en su “Odisea por la Democracia”; señaló la forma en que la resistencia se ha organizado de manera participativa y creativa, en la convivencia y en la expresión de todas las artes.


Una de las grandes aportaciones del liderazgo de AMLO ha sido su constante llamado a nuestras conciencias, porque eso es lo más importante para la fuerza del movimiento, citó al poeta y pintor: “La resistencia comienza cuando dejamos de pensarnos como nos piensa el poder” y como no emocionarse ante tan bello concepto: la resistencia comienza cuando dejamos de pensarnos como nos piensa el poder, cuando nos pensemos como ciudadanos con derechos, no como serviles esclavos sin dignidad.


Una vez que nos informó sobre el recuento y las pruebas del fraude que están ya en poder del Tribunal para darnos el triunfo en la elección presidencial, procedió a plantearnos la pregunta fundamental en caso de que los magistrados fallen en contra de la Constitución y por tanto en contra de nosotros:

“¿Vamos a aceptar la resolución del Tribunal si ratifica la usurpación? ¿Vamos a reconocer a un presidente espurio y a un gobierno ilegítimo?” No rotundo de toda la plaza a ambas preguntas. Aunque no quería que le contestáramos inmediatamente sino que fuera materia de análisis y de discusión, no había posibilidades de un sí cuando ya el pueblo ha recuperado su dignidad y su firme convicción de luchar por sus derechos y los de sus hijos.


Vino entonces su propuesta, entre muchas otras que habrá al respecto advirtió, y un silencio cubrió la plaza: habíamos de deliberar a partir del voto libre de todos los delegados de la Convención, si formamos un legítimo Gobierno de la República o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil Pacífica. Esto implicará, en el primer caso, decidir democráticamente, si reconocemos y ratificamos a un Presidente legítimo de los Estados Unidos Mexicanos o si la Convención elige a un Jefe de Gobierno en Resistencia, a un encargado del Poder Ejecutivo o a un Coordinador Nacional de la Resistencia Civil Pacífica, mientras dure la usurpación.



Era imposible ya para mi estar bajo el sol, estaba cansada y comencé a salir del tumulto, me metí a la sombra del campamento de Campeche donde amablemente me ofrecieron una silla.


También se debatirá sobre si los acuerdos que se tomen en la Convención deben asumirse de manera voluntaria por ciudadanos libres de todas las condiciones sociales, pueblos, religiones e ideología y si desechamos apoyos corporativos, es decir, que no se permita incondicionalidad de nadie, y respetar las decisiones que tomen partidos políticos, legisladores, gobernadores e integrantes miembros de los ayuntamientos del país. Y lo explicó claramente: “que los acuerdos que se tomen en la Convención sean aceptados por voluntad, que no se solicite incondicionalidad a nadie, que el que quiera adherirse, lo haga de manera voluntaria”.

Ahí está la tarea para pensar, debatir y llegar a acuerdos. Estamos aprendiendo la democracia y para ello habremos de quitarnos tanto atavismo y tanta “telaraña” como dijo él, adquiridos en las prácticas antidemocráticas a las que hemos sido sujetos por tantos años.

Nos advirtió que se iban a reír de nosotros pero que tuviéramos presente la historia, así se burlaban de Hidalgo, de Morelos, de Juárez diciéndole “indio mugroso” pero nos dio como antídoto las palabras de Ghandi: “Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Después te atacan. Entonces ganas” y la sentencia de Juárez: “El pueblo que quiere ser libre, lo será”.


Exclamamos nuestros vivas a la resistencia civil pacífica, a la Convención Nacional Democrática y a México. Al final el himno. Compré el video de “Teletiranía” a un muchacho. Nos retiramos en silencio, pensando, después de una cuadra intercambiamos ideas. Pero el ajetreo cultural del recorrido por los campamentos nos hizo guardarlas para meditarlas por la noche y quizás desde mañana empezar a debatirlas: ¿un Gobierno de la República o una Coordinación de Resistencia Civil Pacífica?


Hasta el monumento a la Revolución.

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