sábado, agosto 05, 2006

La Jornada: Desfiladero

Desfiladero

Jaime Avilés

Tiene la palabra el tribunal electoral

Hoy, respuesta al voto por voto, casilla por casilla

Su fallo decidirá si acaban o se endurecen protestas

Nuevas crónicas de la sociedad que se organiza

Isela Vega, la actriz sonorense que escribió páginas inolvidables en la historia del teatro de carpa mexicano, estuvo el domingo pasado ayunando a las puertas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la institución que tiene en sus manos, hoy por hoy, el destino inmediato de la República.

Esa mañana Isela vio al vocero bongosero de la Presidencia, el inefable Rubén Aguilar, salir de allí al término de una visita que nunca fue explicada, pero tampoco desmentida, y que se produjo horas antes de que llegara el candidato presidencial del partido del gobierno, el heredero al trono designado a la antigua usanza por Vicente Fox.

Felipe Calderón Hinojosa se presentó más tarde y, relata Isela Vega, "entró por la puerta de atrás". Una vez en el interior, agrega la sonorense, antes de comparecer de manera oficial ante los magistrados para defender su dizque "victoria" en las elecciones del 2 de julio, les dijo en corto: "Abrir los paquetes y volver a contar todos los votos sería lo peor que le podría pasar a México".

Dos días más tarde, en una nota aparecida en la página 15 el martes 1º de agosto, La Jornada dio a conocer el contenido de una carta de Héctor Díaz Santana, coordinador de asesores de María de los Angeles Fromow, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), como quien dice el Ministerio Público creado por la Procuraduría General de la República (PGR) para investigar supuestamente a los infractores de las leyes que protegen el sano desarrollo de los comicios.

En esa comunicación, enviada por correo electrónico en hora y día laborales (el jueves 6 de julio a las 10 de la mañana), lo que significa que el funcionario de la PGR cometió el delito de peculado, Díaz Santana solicitó información estadística para "em-pezar a trabajar" en los preparativos de la defensa jurídica de Calderón Hinojosa. El mensaje fue recibido por Gisela Rubach, directora de la agencia Marketing Político SC, una de las empresas especializadas en diseño de imagen y realización de encuestas que participaron activamente en la campaña electoral del panista.

Gisela Rubach, a su vez, renvió la carta al joven Carlo Varela Maldonado, director de la firma Varela y Asociados, que intervino de manera relevante en la producción de espots de la propaganda negra, basada en mentiras cargadas de odio, en contra de Andrés Manuel López Obrador. Y al dirigirse a él, Rubach lo urgió a responderle cuanto antes al coordinador de asesores de la señora Fromow.

Pese a que la noticia la dio conocer este diario el martes pasado, la titular de la Fepade, su coordinador de asesores y los publicistas Rubach y Varela no se habían tomado la molestia de negar hasta anoche la veracidad de la información, actitud con la cual simplemente la confirman, añadiendo un eslabón más a la certeza colectiva, cada vez más extendida y profunda, de que antes, durante y después del 2 de julio el "gobierno" de Fox impulsó, toleró, apoyó, financió y protegió un sin fin de actividades constitutivas de delitos para robarse las elecciones presidenciales en favor de Calderón Hinojosa.

No contento con ello, además de instruir a la Fepade para que defienda a Calderón, lo que ya raya en el colmo de los colmos, Fox mandó a su vocero a hablar personalmente con los magistrados del TEPJF, cosa que después -de acuerdo con el testimonio de Isela Vega, quien está dispuesta a ratificarlo pero nunca a revelar sus fuentes- hizo también el panista.

campamentos al alza

Hoy, sábado 5 de agosto, si no hay cambios de última hora, los magistrados del TEPJF sacarán al país de la enorme duda que pesa sobre ellos: tendrán sesión pública y definirán su postura ante la demanda de la coalición Por el Bien de Todos, y de amplios sectores sociales, en el sentido de volver a contar los resultados de la elección presidencial, voto por voto y casilla por casilla.

De lo que resuelvan hoy los señores jueces dependerá que el movimiento encabezado por López Obrador levante el plantón que inició el pasado domingo en Paseo de la Reforma, desde la entrada a las Lomas de Chapultepec hasta el nacimiento de la avenida Juárez, arteria que también está bloqueada, al igual que la calle de Madero y el Zócalo en el primer cuadro del Distrito Federal.

Con esa decisión, López Obrador hizo visible la grave crisis política creada por Fox, pero también la sometió a un proceso de cuenta regresiva para resolverla a la menor brevedad y romper la lógica adoptada por los asesores del poder, a juicio de quienes -según lo escribió Jorge G. Castañeda hace dos semanas en Newsweek- "habrá protestas hasta finales de agosto y después será proclamado presidente Felipe Calderón".

La toma de Paseo de la Reforma echa por tierra esos cálculos. Cada día es mayor el número de habitantes de la capital, pero también del resto del país, que se incorporan a los campamentos y se suman con alegría y entusiasmo a los intensos programas culturales y recreativos en curso.

Sólo para este fin de semana están previstos 3 mil espectáculos artísticos -sí, leyeron bien, 3 mil- y el esperado concurso Bailando contra un fraude, cuya ronda eliminatoria comenzó anoche en los 47 puntos de resistencia que hay a lo largo de los nueve kilómetros que separan al Zócalo de la fuente de Petróleos.

Tras el pasmo que suscitó en millones de mexicanos la sorprendente determinación de colocar tiendas de campaña sobre Reforma, y en el marco de los debates y las deliberaciones que esta situación anómala ha creado, poco a poco la balanza se inclina en favor de una evidencia imposible de desmentir: si los ciudadanos inconformes con el atraco electoral hubieran instalado sus viviendas provisionales sobre las banquetas, sin duda se quedarían allí hasta convertirse en parte del mobiliario urbano... a finales de 2012.

Cinco días después de haber desafiado al poder de frente, sin armas, sin odio, pero con el corazón en la mano, sabedores de que la razón histórica, la razón jurídica y la razón moral están de su parte, los hombres y las mujeres de esos campamentos, y quienes los apoyan con agua, comida, medicinas y cobijas, esperan con serenidad, sin ilusiones, la decisión que tome el poder al respecto, sea la que fuere. Si buena, por buena; si mala porque sólo perjudicará a quienes a través del fraude apostaron todo su capital político a la carta de la injusticia.

En las especulaciones más elementales prevalece la certidumbre de que el movimiento que votó y ahora defiende a López Obrador se fortalecerá si el fallo de los magistrados es adverso. Si éstos no toman en cuenta las pruebas ofrecidas por la coalición -el hecho insultante en sí mismo de que en 72 mil de las 130 mil actas los resultados no fueron los mismos que presentó como oficiales el IFE o, en otras palabras, que hubo anomalías en por lo menos 60 por ciento de las casillas y que estos "errores" invariablemente beneficiaron a Calderón para construir la microscópica diferencia de medio punto de ventaja con que Fox se obstina en hacerlo presidente-, la resistencia civil, sin dejar de ser en absoluto pacífica, tendrá que endurecerse.

Por lo pronto, en las verdes tlayudas, en los dientones esquites, en los tamales envueltos con hoja de plátano y en las innovadoras quesadillas de tamal verde, pero también en los ataúdes de El Barzón, en los hombres crucificados de Convergencia, en el cementerio simbólico de los colonos de Tláhuac, en las canchas de futbol rápido de avenida Juárez, en los cerdos que se llaman como Fox y Calderón y en mil representaciones más, la cultura popular continúa brotando desde lo más hondo de sí misma en las nuevas crónicas de la sociedad que otra vez se organiza, en esta ocasión para frenar en seco a quienes creyeron que sería muy fácil atropellarla y reducirla a una mera protesta testimonial.

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