Estoy hasta la madre de encontrarme con gente que cuando le pregunto que posición tienen frente al fraude, me contestan que ellos “no se meten en política”. Que no mamen, no meterse en política es imposible, ya que al ser gente y no vivir solos en una isla no pueden deslindarse de ser parte del “polis”. No meterse en política es una postura política de indiferencia a algo que les atañe. No se dan cuenta que esa actitud sólo fortalece a las peores opciones, porque a los que más les conviene que la gente no participe es a quienes quieren decidir desde el poder quien gobierne al país en el que ellos los dizque "apolíticos" viven. Es increíble que haya gente que no se interese por quiénes van a ser los que decidan sus vidas en lo económico, en lo profesional, en lo social y obvio, en lo político. Se comportan como borregos ante quienes quieren seguir manipulando rebaños.
Ayer una amiga me dijo que no le interesaba lo que sucedía porque ni AMLO ni Fecal le gustaban. Cuando le pregunté por qué, me contestó que López Obrador no le "latía", pero que Fecal tampoco le caía bien. Obviamente no tenía información de ninguno de los dos para saber porque uno “no le latía” ni porqué el otro “no le caía bien” pero tampoco estaba interesada en investigar porque le daba flojera, que todos eran lo mismo. Lo más que le pude sacar es que lo que sí no le parecía era que bloquearan Reforma. Y pensar que tenemos un 40% de gente así y que también por estos huevones estamos luchando, me encabrona. A veces hasta prefiero a los panistas que ya sea por malinformados o por cabrones privilegiados, al menos tienen una postura.
Cuando me encuentro con estos "apolíticos" trato de convencerlos de que es importante que participen y bla,bla,bla… pero ayer, de plano me dio tanto coraje con esta amiga que le dije que era una pinche huevona, sangre de atole, y que si no le daba vergüenza que gente de condición más humilde que ella y sin recursos estuviera luchando para que ella tuviera un país mejor y que ahora era a mí a quien no le interesaba ni su vida ni su amistad ni sus pinches preocupaciones. Y es que la verdad, como que se me está acabando la paciencia.
Comento: Te entiendo muy bien, creo que dependiendo de la persona y también del ánimo que uno traiga, convencer a la buena o un buen regaño, ambos pueden funcionar. Ni modo hay que seguir convenciendo.
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