La Jornada/Carlos Ramos Mamahua
Sique
Entre las muchas lecciones que AMLO ha dado a los mexicanos sobre libertad, justicia, política, historia, democracia y principios éticos, estuvo la de ayer, en lo que se refiere a la resistencia civil pacífica. El 1º de septiembre de 2006 va a ser recordado no sólo en México sino en el mundo como el día en que un pueblo logró pacíficamente poner un límite a la simulación de un gobierno corrupto, autoritario y traidor. Obviamente, coadyuvó la fuerza de sus dirigentes: el presidente electo López Obrador y los legisladores. En todos ha quedado guardada la experiencia de que cuando pueblo y dirigentes tienen CCC como dijo AMLO: cabeza, corazón y carácter hay una gran fuerza. Es decir, con razón, amor y firmeza siempre se gana.
El calificativo que en general se le ha dado a lo ocurrido ayer es que fue una situación "inédita". Pero fue inédita porque el pueblo tiene ahora dos elementos que las generaciones actuales nunca habían tenido: dirigente y legisladores honestos. Hoy, AMLO lo consideró como "extraordinario", porque es extraordinario que ninguno de tantos legisladores haya caído en la negociación en "lo oscurito", que no se hayan dejado comprar y se hayan mantenido fieles a sus principios y a la representación que les dio el pueblo con su voto.
En este momento histórico, creo que es importante que conozcamos a todos nuestros legisladores, que nos sepamos sus nombres, que podamos contactarlos, porque así debe ser, porque ellos nos están representando. Por lo general, fuera de algunos que son famosos en otra disciplina o porque dieron algún escándalo personal, no sabemos ni quiénes son. Lo que hoy dijo AMLO de que la política es de todos tiene que ver con esto, los mexicanos, aunque no nos dediquemos a la política debemos tener una conciencia política, estar al tanto de los manejos que los profesionales de esta disciplina realizan porque nos atañe, porque influye directamente en nuestra vida y en la de nuestra familia.
Recuerdo que cuando la Ley Televisa estaba para su aprobación en la Cámara de Diputados les escribí a todos los legisladores en varias ocasiones pidiéndoles que no fueran a aprobar semejante injusticia y ¿qué creen? todos los correos electrónicos se me regresaron y ya no hice nada. Eso no puede ser, tenemos que acostumbrarnos a estar al tanto de qué leyes se están proponiendo en el Congreso y tener un acceso directo a ellos para comunicarles nuestra voluntad. Nada de que no se puede uno contactar con ellos. Creo que la Convención Nacional Democrática va a permitir que nos ejercitemos en esa práctica porque estamos acostumbrados a que ellos deciden allá cuestiones que nos afectan y llegan a sus acuerdos que por lo general nada tienen que ver con nuestras necesidades y... ni modo. "¡Noooo!"
Paralelamente resulta importante que ellos se vean retroalimentados por nuestra aprobación o por nuestro rechazo. Si nosotros no hacemos caso de sus logros o de sus corruptelas pues entonces no se van a sentir gratificados por nuestro aprecio y sí se van a ver estimulados por las ofertas de "propuestas indecorosas", al fin que nosotros ni nos enteramos, ni parece importarnos.
Esta es una lección más sobre el espíritu democrático que estamos introyectando y que vamos a aprender gracias a la iniciativa de AMLO de una transformación de fondo en la forma de hacer política, lo cual incluye la forma en que nosotros respondemos políticamente a la clase gobernante para que ésta se guíe por la voluntad popular y no por intereses personales o de grupo. Y no se trata de ser analistas políticos, sino de al menos tener un poco de juicio crítico y ser capaces de diferenciar entre los profesionistas éticos y los tendenciosos y corruptos. Porque esa es otra, si acaso, gente común se interesa en las cuestiones políticas resulta que ha estado dependiendo de los que se dicen "analistas políticos"; ¡imagínense! depender de los: Aguilar Camín, Krauze, Rivapalacio, Dresser,... una bola de mamones y fantoches que aparentan saber mucho en la materia y que resulta que ni saben tanto y que están vendidos al régimen imperante y a los medios; o de la otra secta, la de los locutores nefastos que ya se creen politólogos: López Dóriga, Gomez Leyva, Maerker, Loret de Mola, Trujillo, Beteta, Páramo,... y toda ese serie de esclavos que por su condición son gente ruin que sólo envenena el pensamiento y el espíritu de televidentes, radioescuchas y lectores.
La conciencia política, histórica y ética que se está formando en los corredores de los campamentos a traves de materiales audiovisuales, conferencias, libros periódicos y manifestaciones artísticas es sumamente valiosa. Ha sido la primaria del aprendizaje que todos los mexicanos debemos tener para ser TODOS ciudadanos de primera y exigir nuestros derechos; lo más maravilloso es que todos los niños y adolescentes que han estado en esos campamentos o que son hijos de padres que participan en el movimiento ya son mexicanos con conciencia política. Ahora con la Convención Nacional Democrática estamos ya entrando a la secundaria. Ayer, terminamos un ciclo y ya empezamos el siguiente. ¡Feliz principio a clases!
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