martes, noviembre 14, 2006

PRIAN TAMAULIPECO

...." y de allí que a los inconformes no nos quede más remedio que pensar". La rebeldía de pensar. Oscar de la Borbolla.

Por el PROFR. y LIC. MIGUEL TREVIÑO RABAGO

EL ALCALDE panista se sentía ya el próximo gobernador del Estado. Así se lo había prometido el gobernador priísta en funciones. Aunque no eran del mismo partido político, había un acuerdo secreto para ir proyectando al prepotente, altanero y abusivo alcalde, con miras a entregarle la gubernatura, no importando que se traicionara al partido tricolor, si lo que se buscaba era quedar bien con el nuevo gobierno de los azules a quienes apodaban "los de la ceja levantada". Típico gesto de los petulantes que a todos ven más chiquitos que ellos, y por lo tanto, los miran con desprecio por encima del hombro. Ellos, los del poder, nos miran a los simples mortales, como Dios mira a las hormigas.

NO DE OTRA manera se explicaban los politólogos, la actitud sumisa y pasiva del gobernador en turno, ante todos los desmanes y majaderías del alcalde panista que no vacilaba en presumir y hacer alarde de sus poderosas influencias no solo con el presidente saliente, sino también con el entrante que -aunque producto de un colosal fraude electoral- se disponía a usurpar el poder que a la fuerza intentaban retener los del partido azul. Y aunque todo el pueblo y los dirigentes de los partidos y las organizaciones sociales del municipio, conocían los antecedentes penales de vandalismo, su insportable altanería, sus insolencias, raterías, vicios y abusos, sus sinverguenzadas, mañas y perversidades, aún con todo y eso, inexplicablemente lo seguían apoyando en sus absurdas iniciativas; el gobernador tricolor lo toleraba, y había quienes hasta murmuraban discretamente, que el jefe estatal hasta le temía. Por qué, las razones eran muy graves y delicadas.....Lo cierto era que todo despedía un "tufo" a pleito de esos "arreglados" o muy cuchareados.

RESULTABA IRONICO que siendo un reconocido y fichado delincuente juvenil en territorio norteamericano, hasta fotos le permitían tomarse con el genocida Bush. Nacido en el extranjero, sin conocerle ofico ni beneficio, sin títulos a la vista, sin trayectoria laboral, mucho menos empresarial (?), sin un solo trabajo que lo recomendara ni para administar un hotel de paso, la suerte le había sonreído casándose con la hija de un adinerado del pueblo, también reconocido por sus tejes y manejes no muy honestos ni transparentes. Había quien afirmaba que su padre había sido el autor intelectual de la muerte de un líder campesino que invadió terrenos de su propiedad y que hoy son propiedad de muchos campesinos. "Los pericos" se llamaba el lugar que tuvo que ser fertilizado con la sangre de un líder muy apreciado por sus compañeros y que cayó bajo las balas de los asesinos contratados.

EL CASO ES que a pesar de ser un tipo antipático, fingido, deshonesto, grosero y torpe para la negociación política,incapaz de dialogar y lograr concensos, los pobladores del municipio, cansados y hartos de los abusos de los del partido tricolor, decidieron -en mala hora- votar por los azules pensando ingenuamente que las cosas iban a mejor y a cambiar. Y si mejoraron, pero para favorecer económica y políticamente a la pandilla del alcalde panista que de ser un vendedor de chamoyadas "patentadas", ahora, se había convertido en un multimillonario con prósperas empresas creadas de la noche a la mañana; con propiedades en varios Estados del país y de Estados Unidos. Había quién aseguraba que los gringos ya la tenían bien fichado por sus nexos con los hombres dedicados al narcotráfico. Eso, los "gueros" se lo harían saber al presidente entrante, acompañado todo de una larga lista de todos los bienes inmuebles adquiridos en solo dos años al frente de la alcaldía. La lista era kilométrica y los pruebas contundentes. Los nombres de los "mañosos" no eran la novedad; la novedad era el alcalde panista bailando feliz en medio de ellos.

ERA COMO UN SUEÑO hecho realidad: de pandillero a presidente. Pero él ahora tenía su ambición puesta en la gubernatura del Estado. El manifestaba a voz en cuello que nadie se lo impediría porque simple y sencillamente los hombres y mujeres importantes de la ciudad y del Estado se habian amedrentado y doblegado ante sus gritos, amenazas, manotazos, insultos y agresiones no sólo de palabra sino también de hecho; el reyezuelo se pavoneaba de repartir mucho dinero para comprar silencios y vociferaba cada vez que tenía oportunidad, de contar con la complicidad de muchos militantes tricolores que como ratas abandonaban el barco semi-hundido por sus propios dirigentes y candidatos, los mismos mafiosos de siempre y cuya ineptitud era reconocida en todo el Estado. Los pocos militantes del partido tricolor estaban desmoralizados y decepcionados, casi muertos. Y los amarillos seguían en sus reyertas internas sin dar oportunidad a los auténticos líderes naturales y populares.

LO QUE RESULTABA más curioso era la actitud del gobernador tricolor. El dictadorzuelo panista de banqueta lo insultaba, lo retaba, lo exponía a la burla, lo amenazaba y chantajeaba y se podía decir que hasta lo manipulaba a su pleno antojo, pues, inexplicablemente no lo frenaba en sus excesos ni en sus abusos. El mismo Congreso del Estado había recibido puntapiés y escupitajos en su propio recinto legislativo y los más de 40 legisladores de todos los colores partidistas habían sido incapaces de sancionarlo con toda la fuerza de la ley. Apenas y se habían atrevido a enviarle un insignificante oficio recomendándole "que se portara bien".....y que "no lo volviera a hacer"....así, como quien manda una notita para un párvulo de jardín de niños. El Poder Legislativo del Estado arrodillado a los pies de un delincuente panista. Era verdaderamente lastimoso llegar a esa conclusión, pero los hechos así lo demostraban.

AHORA YA casi se sentía gobernador del Estado. Y era muy probable que lo lograra. Nadie era capaz de interponerse en su camino. Los que lo habían hecho ya estaban muertos o en lista negra. Había periodistas que recibían golpizas, otros recibían amenazas, a otros más tercos les destruían su autos y a los más renuentes a plegarse a sus caprichos, los mandaría "eliminar" en el momento oportuno. Decían que hasta su esposa ya tenía elaborada también su propia "lista negra" de indeseables y molestos comunicólogos.

DICEN QUE el poder marea a los hombres inteligentes, pero a los tontos los enloquece; y éste era el típico caso del mozalbete insolente y vengativo, que lejor de conciliar y escuchar al pueblo, sólo gozaba llevando a cabo sus caprichos personales sin tomar en cuenta a nadie. Ni siquiera a su cabildo, en donde la mayoría nomás le seguía la coriente y cobraba jugosos sueldos por no hacer nada. Bueno su función promodial era jugar a los changuitos: se hacían los ciegos, mudos y sordos. Era el típico municipio mexicano, -hay muchos así en el territorio nacional- gobernados por un caciquillo, con vocación delincuencial y con patente de impunidad gracias a sus amigotes en el partido y en el gobierno. Lo más triste era ver a los periodistas recibiendo mendrugos a cambio de ocultar las pillerías del edil panista.

MUY SEGURO de ser intocable, todos los días hacía burla de sus adversarios a quienes consideraba sus enemigos y detractores; a unos los ignoraba y a otros simple y sencillamente les mentaba la madre; pero de lo que si estaba muy pendiente era de la cotización diaria del dólar norteamericano, de sus cuentas bancarias, de sus fraccionamientos en desarrollo, de sus nuevas "empresas" y sobre todo, de los millones que iban y venían por la tesorería del municipio. Todo ello, solapado y tolerado por los gobiernos estatal y federal. Nadie se atrevía siquiera a practicarle una mínima auditoría. Millones de pesos y dólares danzaban sin control de cuenta en cuenta sin que nadie exigiera aclaraciones.

MIENTRAS EL pueblo-ciudad-rancho grande, estaba igual o peor. Los famosos promotores "del cambio" no trabajaban en nada que no fuera lucimiento y negocio personal. Hasta por cortar listones cobraba el cínico alcalde panista. Afuera de su mansión-palacete estaban las mismas calles destrozadas, los policías y tránsitos corruptos, los jueces venales, los periodistas vendidos, el hampa destada, el vicio floreciente, las colonias inundadas, la prostitución tolerada, las nóminas llenas de "aviadores", el transporte era chatarra rodante, las escuelas cayéndose a pedazos, los maestros domesticados y aplaudidores, la basura desbordante, las patrullas inservibles; los semáforos cayéndose, los derechos de trabajadoras violentados, etc; etc; etc. Y los modestos ciudadanos se preguntaban...¿ Y dónde están los "notables" del pueblo ??...

ERA LA VOLUNTAD de un solo hombre-pandillero-delincuente-alcalde que se sentía casi gobernador del Estado. ¿ Algunos se preguntaban hasta dónde llegaría con sus abusos y locuras? ¿Quién sería capaz de ponerle un hasta aquí a tan perverso y vicioso sujeto ? ¿Cuál partido político podría enfrentársele con un candidato verdaderamente respetado y reconocido, con solvencia moral ante toda la comunidad fronteriza ? Los grupos políticos conspiraban ya en lo clandestino porque todavía no habían aprendido a ser oposición franca y abierta. Habría que enseñarles cómo se derrumban los seudolíderes comunitarios con pies de barro.

POR LO PRONTO, el alcalde panista del pueblo gritaba a a los cuatro vientos que él sería el próximo gobernador del Estado y que no había quién se lo impidiera. Presumía de acuerdos con los tricolores que ya andaban coqueteando con los azules del nuevo presidente a quién él presumía también de haberlo hecho ganar en las urnas con un buen monton de chanchullos. Incluída la compra-soborno de los representantes de los tricolores, amarillos y demás paleros satélites. Se decía compadre de todos los que estan por ingresar de las benditas nóminas oficiales del panismo.

ESTA ERA LA historia de un municipio saqueado por un mozalbete y su pandilla. Ahora el municipio ya les quedaba chiquito. Ahora querían apoderarse del Palacio de Gobierno en la capital del Estado. Tal vez lo podrían lograr con el apoyo de los tricolores que ya habían perdido la brújula y el rumbo de lo que alguna vez fué el partido de la Revolución Mexicana, el partido de los obreros y de los campesinos de México. Todos, parecían haber claudicado. El alcalde panista mientras tanto, frotaba sus manos para asaltar el poder con el apoyo del nuevo pelele que habían impuesto los banqueros, los jerarcas pederastas, la extrema derecha yunquista, los empresarios millonarios y el gobierno yanqui. El futuro del Estado y del país pintaba no de color azul, sino de un color roji-negro, así como con olor a sangre y luto.

GUARDEMOS TODOS un recuerdo respetuoso por todos los hermanos muertos en Oaxaca.

trabago49@hotmail.com elobservadorpolitico@hotmail.com

Cd. Reynosa, Tamaulipas; Noviembre 14 de 2006.

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