Julio Hernández López
Nocturna traslación autista
¿Cámaras? las de la tv
Calderón social militarizado
Equipo antimotines depositado en el piso en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, en la víspera de la ceremonia en que Felipe Calderón Hinojosa debe rendir protesta como presidente ante el Congreso de la Unión Foto: Imelda Medina /Reuters
La historia calderónica no comenzó de día sino de noche, con el primer minuto de un viernes lleno de presagios igualmente oscuros. Toma de posesión felipense en la fuente verdadera y original de su presunto triunfo electoral: Los Pinos. El verdadero congreso de la unción no sería otro que una sala de la casa presidencial en donde Vicente Saliente y Felipe Entrante realizarían sin público molesto la desolada faena de traslación autista. Y luego, ya en detentación del poder burocrático, el Entrante habría de hablar ante las cámaras que importan; es decir, no las legislativas sino las televisivas, que se enlazarían para transmitir el mensaje de autoservicio político al que sólo faltarían aplausos grabados (el que a ficciones mediáticas gana, con ficciones mediáticas asume).
Pero las delicias nocturnas de lo virtual no tuvieron reciprocidad en el mundo real del día a día. Feas murallas metálicas, rijosos diputados (que, para peor, de madrugada se vuelven cantores), toscos contingentes militares e increíbles rumores de desalojo de legisladores de su propia casa formaban un mundo distante de los primores de Los Pinos. Acá, en el universo de verdad, la crisis política derivada del fraude electoral seguía su curso, sin salida posible a la vista y con una creciente concentración de pruebas de ruptura de lo que quedara de orden constitucional e institucional. Como en las peores páginas de la historia latinoamericana, la fuerza militar impone reglas y condiciones a un Poder Legislativo secuestrado.
El neofranquismo anunciado aparece con toda claridad, mediante la continuación de la guerra de propaganda negativa (esta vez acusando directamente al PRD de pretender apropiarse del país) y mediante el imparable uso de las fuerzas armadas-policiales en tareas de control social que los encargados del poder político no han podido cumplir. La extrema ineficacia del Saliente y del Entrante han llevado al país a una situación desbocada que el michoacano cree que podrá manejar con el simple hecho de que formalmente le sean entregadas las riendas muy rompibles de un poder formal.
El presidente de medianoche por eso ha formado un gabinete de bostezos y tenebrosidad, en una sabia combinación de mediocridades premiadas sólo por su pertenencia al partido en el poder y de sombríos personajes encargados de áreas represivas. Al vuelo de halcón que aletea en Bucareli se sumó ayer el ascenso del controvertido Genaro García Luna a la secretaría federal de PFPs que a su vez deja Eduardo Medina Mora para pasar a la procuraduría federal de justicia. Los sótanos del sistema se han convertido en vestíbulos de recepción, y los espías y represores se visten de gala burocrática.
En el Zócalo de la capital del país, el lopezobradorismo llega a la que posiblemente dependerá de lo que suceda hoy sea la última muestra de fuerza conjunta que den la corriente del tabasqueño en resistencia y el aparato partidista-legislativo-delegacional que sigue acompañándolo en la lucha contra la imposición de San Felipe pero que cada día está más urgido ese aparato de tomar vida propia y negociar lo que sea necesario para acomodarse a la realidad política ajena a luchas que serán muy legítimas pero a esos héroes del presupuesto les resultan imprácticas a la hora de los cambalaches y los arreglos en la oscuridad también de medianoche. Llegará el día en que se sepa si el acelere panista de tomar la tribuna de San Lázaro (porque un pitazo del Cisen les hizo creer que el PRD estaba por hacer lo mismo) obligó a la bancada del sol azteca a una reacción más o menos unificada y más o menos perdurable cuando justamente entre los legisladores perredistas bullía la discusión sobre el grado de resistencia que se debería presentar a la toma de posesión felipense.
Ese error panista que llevó a los diputados del PRD a cerrar filas podría ser repetido hoy si triunfa la visión bélica que pretende imponer en San Lázaro al impuesto al costo que sea. En la medida en que hoy haya represión habrá reacción no sólo del turbio entorno estructural del frente dizque progresista sino de la masa social defraudada, discriminada, socialmente arrinconada y mediáticamente burlada que no ha podido remontar el trauma del 2 de julio más que a base de fe y esperanza, pero que en un contexto de brutal ejercicio político (como el que ya se realiza en el Oaxaca que no debe ser olvidado) podría encontrar razones válidas para revigorizar su movimiento y para reinstalarse en la discusión pública más allá de lo estrictamente electoral.
Sea cual sea finalmente la forma en que Calderón cubra la segunda mitad de su toma de posesión (la primera la habría hecho en el primer minuto del viernes, ya instalándose junto con su equipo en Los Pinos), es alto el riesgo de la violencia política, y de su extensión a lo social. Lo grave no son los presuntos desfiguros que estarían cometiendo los diputados en el plantón obligado que mantienen en San Lázaro (peores escenas cometen varios de los comentaristas que al aire o en sus columnas se escandalizan por los "excesos" de los legisladores), sino la militarización creciente de lo político y la persistencia en el uso de mecanismos (propagandísticos, periodísticos, policiales) para reprimir con ánimos de exterminio a la expresión social de inconformidad con un sistema agonizante y con una conformación del nuevo poder sexenal que proviene del fraude electoral. Lo que hoy sucede en México no es una ocurrencia ni un artificio. Es el resultado acumulado tanto de una pésima administración gerencial foxista (que sólo consiguió buenos resultados para sus familias) como de una pésima elección presidencial que dejó a la sociedad dividida y a un presunto presidente de la República aferrado a la condición porcentual precaria de un 0.5 por ciento de sustento.
(A propósito: a pesar de los graves problemas tecnológicos que sospechosamente asaltan a la Otratele en fechas clave como el pasado 20 de noviembre, cuando se ofreció (y no se pudo cumplir) un reporte hora tras hora de la toma de posesión de AMLO, hoy habrá un equipo de La Jornada Tv que con paciencia franciscana enviará información desde las 7 horas a la página de Internet de La Jornada sobre lo que suceda en el Zócalo y en San Lázaro.) Y, bueno, ¡feliz...! Perdón, nada más, ¡fin de semana!
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