lunes, enero 22, 2007

¿Por qué el traidor quiere volver?

Independientemente de lo cargante que resulta que un traidor sinvergüenza no tenga ni dos meses de haberse largado sin haber podido dar su último informe y después de todas las manifestaciones de rechazo que tuvo al final de su gestión y que ahora quiera regresar sin el más mínimo pudor al espacio público, es curioso que fox no haya podido guardarse al menos por un tiempo, a pesar de que dijo que lo haría, de aparecer de nuevo en la escena política.

Se me ocurren dos razones, la primera, que es un inconsciente ajeno al flagrante repudio de los mexicanos que en general no quieren verlo ni en pintura después del desastre que ocasionó a la nación y de su traición a la democracia que sigue viviendo en foxilandia, sin poder reprimir su exhibicionismo, o segundo, que dada su situación maníaco depresiva esté en la fase de manía viviendo un delirio de grandeza como contraparte a sus profundos sentimientos devaluatorios y culpígenos.


Nunca he de olvidarme de la expresión de pájaro loco filmada en uno de los documentales de Mandoki cuando el desafuero en que dice que ese día México ha dado un paso a la justicia y que nadie está por encima de la ley o una mamada de ésas, misma que repitió después del desafuero cuando tuvo que aparecer a recular y a decir que siempre no. Este señor sufre de un severo delirio de grandeza, de ahí su museo y sus "conferencias" en las que está haciendo el ridículo, que en este momento resulta peligroso y que debe alertar a todos. Evidentemente trae culpa porque sabe lo que hizo, sabe perfectamente que ayudó a orquestar el fraude y está operando lo que es del dominio común que ocurre con el asesino, siempre vuelve al lugar del crimen. Hay un deseo perverso de dominar la escena y de reto a salirse con la suya esperando que se le aplauda para convencerse de que le tomó el pelo a todos los mexicanos.

Este traidor no va a estar quieto hasta volver a instalarse en la palestra pública, y ahí entre subidas y bajadas anímicas (manía y depresión), dosificándose su Prozac, va a estar metiéndose donde no lo llaman, de tal forma que dentro de los actos de resistencia civil valdría la pena recordarle cada vez que se pueda que tiene que largarse de una vez por todas y que deje de seguir perjudicando al país. Ahora lo quieren meter a presidente de la democracia cristiana cuando este pillo no tiene nada de demócrata ni de cristiano.

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