Se consolida la nacionalización de los hidrocarburos
Por la Redacción de APM |
La nueva Ley permitirá al país multiplicar ingresos y mejorar las condiciones sociales del país. Las empresas invertirán 3.000 millones de dólares en la prospección, exploración y explotación de yacimientos.
En Bolivia se espera que con la nacionalización de los hidrocarburos, queden sentadas las bases para el desarrollo del siglo XXI. Al menos esas fueron las palabras del ministro de Hidrocarburos y Energía, Carlos Villegas tras la promulgación de las 44 leyes de los acuerdos petroleros firmados en octubre pasado entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y doce empresas petroleras que operan en Bolivia. Así, se dio paso a la protocolización que inaugurará la “era de la industrialización en el país”.
Para la protocolización de los contratos, las empresas invertirán unos 3.000 millones de dólares en la prospección, exploración y explotación de yacimientos que satisfagan la demanda externa con nuevos mercados, como así también la interna.
Para esto, se construirán los gasoductos Carrasco-Cochabamba, Villamontes-Tarija y será ampliado el gasoducto del altiplano.
Esta política ratifica la decisión que el Gobierno tomó respecto al monopolio de la comercialización. “Ahora es el Estado quien define precios, negocia y abre nuevas oportunidades y define producción y exportación”, indicó el ministro Carlos Villegas.
En ese contexto, explicó que los contratos aprobados son una combinación de exploración, desarrollo de campo y producción. “No sólo vamos a consumir las reservas probadas sino vamos a tener una política agresiva de exploración porque sólo hasta el momento en el país se exploró el 11 por ciento del territorio potencial”.
En el 2004, los ingresos totales por hidrocarburos tanto en el mercado interno y externo fueron de 1.200 millones de dólares de los cuales quedaba para el Estado 328 millones de dólares, es decir un 25 por ciento del total.
Al año siguiente, con la Ley 3058 de Hidrocarburos, los ingresos totales subieron a 1.650 millones de dólares, quedando para el Estado 680 millones de dólares, esto es un 40 por ciento.
Sin embargo, en el 2006, producto de la nacionalización de los hidrocarburos, los ingresos se incrementaron a 2.168 millones de dólares, de los cuales el Estado recibe 1.649 millones de dólares, lo que constituye un 76 por ciento. Esto significa que de 328 millones de dólares que el país percibía con el entonces presidente neoliberal, Gonzalo Sánchez de Lozada, ahora gracias a la nacionalización, recibe 1.649 millones de dólares anuales.
En concreto, antes de cada 10 dólares por la venta de gas y petróleo los bolivianos recibían 2,5 dólares y 7,5 dólares era para las transnacionales. A partir de la nacionalización, el Estado recibirá 7,5 dólares y sólo 2,5 irá para las empresas transnacionales.
En ese “día histórico”, como lo calificó el mandatario Evo Morales, también se aprobaron dos decretos de control social que reglamentan la aplicación de la actual Ley de Hidrocarburos sobre la consulta a comunidades indígenas donde se desarrollen los proyectos energéticos.
“Se han escuchado duros cuestionamientos a los nuevos contratos por parte de aquellas familias, personas y partidos que privatizaron y subastaron los recursos naturales”, arremetió el presidente Evo Morales contra quienes a su juicio subastaron los recursos naturales de Bolivia.
Asimismo, el Gobierno tiene previsto la implementación de políticas para explorar zonas tradicionales y no tradicionales. El objetivo es obtener una relación ecuánime de consumo de reservas y descubrimientos de nuevas reservas.
Es que de acuerdo al Ministro de Hidrocarburos, con la industrialización Bolivia sentará en los hidrocarburos la base de su desarrollo en el siglo XXI, y se espera mejorar el nivel de vida de la población utilizando el excedente y los recursos económicos. Un punto crucial en Bolivia que las anteriores nacionalizaciones no tuvieron en cuenta.
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