martes, mayo 08, 2007

El activismo de UN JEFE DE ESTADO

De Blogotitlan

López Obrador, Un Organizador Social
Por Dagoberto Márquez

Mientras el “presidente de la mayoría” se esconde tras barricadas militares para desorganizar al país, Andrés Manuel López Obrador —incansable y congruente— se reúne con multitudes no para mentirles, sino para darle cauce pacífico a la inconformidad social.

Andrés Manuel López Obrador está trabajando, y duro, por si usted no lo sabe.

Su trabajo, de naturaleza política como era de esperarse, se desarrolla en el espectro nacional, yendo de aquí para allá, casi todo el tiempo, en un incesante como itinerante peregrinar donde explica cosas y alerta a la gente, reuniendo para ello a cientos, a miles de personas con frecuencia, siempre con la responsabilidad de quien nació y se preparó para ser un hombre de Estado, un activista político preocupado no por los problemas ordinarios ni inmediatos, como lo harían otros, sino por el futuro de las masas y las próximas generaciones.

Su ir y venir lo ha llevado en lo que va del presente año a cerca ya de 400 municipios de diversas entidades. En paralelo con eso, parte del equipo que le acompaña en esta tarea ha registrado a más de 700 mil ciudadanos en lo que desde el 20 de noviembre anterior se definió como Gobierno Legítimo de México, un asunto de carácter político sin precedentes en el país, por lo menos en lo que respecta a esta época.

Estimado lector, Fina lectora, López Obrador está esforzándose con la finalidad de que el país no entre en una etapa de más grave deterioro, porque si eso ocurre podría haber disturbios e inconformidad, al grado de que las cosas podrían salir de control y algo así nos expondría a todos.

¿A qué nos expondría? es la pregunta. A una revuelta, a un movimiento violento y probablemente armado, es la respuesta. Sí, a un movimiento probablemente armado, toda vez que hay mucha gente inconforme que en medio de la indignación y el hartazgo podría convocar a una salida de tal naturaleza. Así de simple. ¿Que por qué..? Bueno, porque las cosas tienen una lógica y un límite, y quienes gobiernan hoy día lo rebasaron, sórdidamente, valiéndoles madre el que hubiera consecuencias funestas. Tal como lo hicieron sus padres putativos de hace cien años, cuando de otra forma, pero con la idea centrada en la retención del poder, susurraban al oído de Porfirio Díaz para que se reeligiera, importándoles un carajo el que con ello se generaran disturbios y a la postre indignación y consecuencias... Hasta que llegó el fracaso.

El fracaso del que hablamos costó a México más de un millón de vidas así como horrores mil, cuando menos. Fue la época sangrienta de la reelección constante de don Porfirio, así como la de la Revolución Mexicana.

López Obrador va y viene, se organiza con la gente que coadyuva y asiste a mítines. De esta forma lo mismo está en el DF atendiendo cosas múltiples, que yendo a las entidades, visitando ciudades importantes, ciudades intermedias, comunidades y pueblos. Es un constante ir y venir donde reseña cosas y organiza a la gente, siempre con claridad, puesto que AMLO es un hombre de palabra, un hombre honrado y de fiar, que habla con la verdad y a quien razón no le falta. Por eso y porque el activismo requiere conciencia, vocación, integridad, reputación, firmeza y tiempo completo, Andrés Manuel está empleándose a fondo, sin sobresaltos, sin temores de conciencia y sin prisa, aguantando el temporal tras de que le robaran la Presidencia de la República, resistiendo heroicamente, preocupándose por la situación nacional y por el análisis, conduciendo y dando cauce a lo que hace poco pudo desbocarse hasta crear un caos.

¿Que poco o nada se sabe de lo que señalo? No se crea, si usted es acucioso o acuciosa, y revisa bien los medios (escritos), podrá encontrar la información pertinente, aunque, claro está, no siempre es información clara ni fidedigna. Si piensa que la televisión de cobertura nacional debe informar con frecuencia, sólo entienda que los dueños de la misma son contrarios a la política y al ideario de Andrés Manuel y que en semejante tesitura es normal que esa gente, aunque envíe a reportear sus actividades, veta todo lo que podría servir al pueblo y al ciudadano común. Sin embargo, los medios escritos sí informan de lo que hoy tratamos, aunque haya algunos que lo hacen nimiamente y otros sólo para emporcar las cosas. Desde esa óptica, si le interesa conocer cómo van estos asuntos, diríjase a los medios serios, éticos y comprometidos con la sociedad, con el pueblo, no a los comprometidos con el dinero o con el gobierno. Sí, diríjase a los medios honestos y busque y constate que López Obrador está bien y trabajando, haciéndolo por el pueblo, sin maldecir a nadie aunque se reconozca que al ladrón de la Presidencia no lo baja de espurio en ocasiones y de pelele, recurrentemente.

Estimado lector, Fina lectora, ¿Ha visto “La verdad sea dicha” ? ¿Sí? ¿No? Se trata de un programa de televisión. De uno muy especial que se transmite una vez cada semana, la noche de los días lunes (pasada la medianoche, una hora después). Un programa de información y análisis donde se revisan muchas cosas, cosas que atañen a la sociedad, cosas que atañen al pueblo. Cosas que perjudican generalmente a la gente, al grueso de la gente. Cosas mediante las cuales una casta de cabrones se enriquece, burlándose de la gente en México. El programa se transmite por el Canal 13. Sí me refiero a Tv Azteca, la empresa de Salinas Pliego. La que antes de ser vendida fue conocida como Imevisión, la empresa paraestatal que producía, adquiría y transmitía cosas buenas y, con excepción de algunas cosas, no toda la basura de ahora.

El programa al que me refiero lo produce otra gente, gente honesta, honesta políticamente. La transmisión hecha vía Tv Azteca se paga, a razón de un precio de 200 mil pesos más IVA, por cada programa. Dicho programa dura sólo 30 minutos. Por esta razón el programa es como es y no va a cambiar, así se paren de cabeza quienes lo repudian y quienes intentaron censurarlo o sacarle del aire.

El programa es ameno y claro, muy claro. Lleva ya cuatro meses de emisión al aire, de tal suerte que muchos asuntos ya ha abordado. Ojalá lo vea, si es que no lo ha hecho. Se trata de un asunto recomendable, altamente recomendable de tal manera que este opinante los ha visto todos.

“La verdad sea dicha” es un programa donde usted puede ver y escuchar las explicaciones de López Obrador semana tras semana, aunque se desvele un poco, sólo los días lunes, ¿de acuerdo?

Ya para concluir por el momento, una advertencia nada más, si ustedes me lo permiten. El gobierno de Felipe Calderón surgió de la comisión de un gran fraude y como consecuencia de ello no es confiable, en ningún plano. En concordancia con esto, su gente y sus testaferros tratarán de urdir algo con la finalidad de que la sociedad les muestre su confianza, al tiempo que intrigarán para confundir y hacer creer que la izquierda en México es incendiaria, oportunista y dogmática, con la intención de convertir a simpatizantes y adeptos en alineados políticos y gente hipócrita y convenenciera que hable mal de todo lo relacionado con AMLO, pues dada la naturaleza de las cosas y siendo como son, ésa ha de ser la consigna.

En este orden, la advertencia debe verse cada vez que usted lea o escuche algo distorsionado con lo que conoce de la izquierda porque, toda vez que existe un grave diferendo, no es posible confiar en todos los medios, por la sola razón de que interactúan o existen, pues recordemos que los medios tienen dueños y los dueños tienen aspiraciones, ambiciones o expectativas. Todo esto tiene relación con la credibilidad o falta de la misma. Todo esto tiene relación con el activismo político, con la reacción del gobierno, con la posición de la sociedad, así como con el daño creado tanto a las instituciones como con el daño infringido al propio pueblo.

De la misma forma, con la posición de Andrés Manuel López Obrador, quien de no habérsele arrebatado la elección de julio de 2006 sería ahora el Presidente Constitucional de México.

Pero no todo está perdido en este México nuestro, y como él mismo dice, “sonrían, porque vamos a ganar”...tarde o temprano.

Es todo.

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