Miguel Angel Velázquez
Sin dejar a la duda el menor espacio, los habitantes de la ciudad de México decidieron, en la elección pasada, no permitir a la derecha panista ocuparse de la reglas de convivencia que surgen desde el gobierno, sabedores de que esa forma de gobernar condena cualquier libertad que no les favorezca, por ejemplo, en sus negocios.
En su obsesión por someter al Distrito Federal a los dictados del más conservador neoliberalismo, Felipe Calderón ordenó el combate en contra de la ley que permite el aborto antes de las 12 semanas de gestación, no nada más por el interés religioso que lo obnubila, sino porque quiere advertir a los habitantes de la ciudad, y a sus gobernantes, que no son tan libres como suponen.
Entre los panistas se sabe que frente al fracaso de la Iglesia católica y de su mismo partido para crear un ambiente contrario a la reforma que aprobó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no hay otra salida que la imposición, y para eso se tiene en el arsenal de la farsa y el engaño a dos perfectos manipuladores de la verdad jurídica.
¿Quién mejor que José Luis Soberanes para manipular los derechos de los defeños después de su triunfo oficial, sobre la realidad, en el caso de la anciana asesinada en Zongolica? ¿Qué mejor que ocupar al procurador Medina Mora, que con la intervención del Ejército en el combate al narco, se ha quedado en la total inoperancia?
Aún así, las cosas no serán fáciles para la manipulación oficial. La resistencia del gobierno de la ciudad y de las organizaciones no gubernamentales en contra de la intromisión de Felipe Calderón en el asunto prepara, más allá de las fantochadas perredistas que "simbólicamente" clausuran edificios para salir en la foto, una defensa bien cimentada para no dejarse avasallar.
Y tal vez el mejor argumento para demostrar que es el odio de Calderón hacia los habitantes de la ciudad de México lo que le hizo lanzar a sus empleados a impugnar la ley, es que en nueve entidades de la República donde gobiernan los azules el aborto es legal, en ciertas circunstancias.
En Jalisco el aborto se permite por violación o porque pone en peligro de muerte a la mujer; en Aguascalientes son las mismas causales; en Baja California por violación, por inseminación realizada en contra de la voluntad de la mujer, y por razones terapéuticas; en Guanajuato por violación; en Morelos por violación y por una acción culposa de la mujer embarazada, por peligro de muerte, por causas económicamente graves, y por alteraciones congénitas del producto; en San Luis Potosí por violación y peligro de muerte; en Querétaro por violación y actos causados por la mujer embarazada; en Yucatán, por actos culposos de la mujer embarazada, violación, peligro de muerte y causas económicamente graves, y en Tlaxcala por violación y peligro de muerte.
Todo esto lo tienen muy claro abogados del tamaño de Raúl Carrancá y Jorge Carpizo, quienes muy probablemente tomarán la defensa de la habitantes del DF en este caso, en el muro legal con el que el gobierno de Marcelo Ebrard se defenderá de las embestidas del gobierno de la derecha. No obstante, los azules aseguran que ese litigio será el regalo que Calderón llevará al jefe de la Iglesia católica en su próxima gira a Europa.
De pasadita
Y ya que andamos con esto de los regalos, ahí les va el siguiente: Dicen los panistas que la delegada Gabriela Cuevas recibió, directo de la Secretaría de Hacienda, algunos cientos de millones de pesos que no están en el presupuesto de la ciudad, para la construcción de dos pasos a desnivel por el rumbo de Las Lomas. De ser cierta la especie que divulgan los azules con cierto orgullo, que se cuide la SHCP, porque los otros 15 delegados le irán a pedir, sin falta, los mismos o más recursos, que tanto les hacen falta. ¿Será?
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