Columna: Asimetrías
Evasores y Elusores
La "reforma fiscal" que promueve el gobierno deja intocados a miles, si no es que millones, de personas que lucran haciendo que otros paguen los impuestos que les corresponden. Y no se trata sólo de gigantescas empresas industriales, comerciales y bancarias.
por Fausto Fernández Ponte
I
Técnicamente, un evasor es quien evade algo --una obligación o un compromiso-- o a alguien. Medido bajo el mismo rasero lingüístico, un elusor es quien elude algo o a alguien.
En términos tributarios, un evasor evade el pago de impuestos independientemente de sus motivaciones, pues es el hecho de la evasión el que prevalece desde la perspectiva de la autoridad fiscal.
Bajo los mismos términos tributarios, un elusor elude --aunque parezca redundancia-- enfrentar sus obligaciones fiscales, independientemente de cualesquier causales. No hay atenuantes.
¿Qué distingue a un evasor de un elusor? ¿O a un elusor de un evasor? Desde la óptica de la autoridad tributaria, la diferencia es cualitativa en materia de sustancia jurídica y cualidad valorativa.
En efecto. La ley establece con nitidez esas diferencias cualitativas: premeditación, alevosía y ventaja en el caso de los elusores, cuya definición, a la luz de los códigos penales, es nítida.
¿Y en el caso de los evasores? Los códigos penales son diáfanos: evadir el pago de impuestos, por las razones que fueren, desestima la premeditación y privilegia la alevosía y la ventaja. Provecho inmoral.
II
El tema es atañedero dada la grotesca manipulación mediática de la reforma fiscal --así la llama su promotor principal, el Presidente (espurio) Felipe Calderón-- que obsérvase por estos días.
Mediante esa reforma, el Presidente y sus operadores pretenden aumentar la recaudación tributaria. Es decir, el objetivo es aumentar los recursos por la vía fiscal.
¿Y cómo piensan don Felipe y sus allegados lograr esa meta? ¿Aumentando el padrón de causantes de impuestos sobre la renta, tanto particulares o personas físicas como personas morales o empresas?
Ello dejaría intocadas las grandes empresas que son, precisamente, las que apoyaron con financiamientos ocultos e ilegales la campaña de proselitismo electoral de 2006 del entonces candidato Calderón.
En el padrón de causantes figuran millones de profesionales --médicos, abogados, ingenieros, propietarios y terratenientes a mediana escala, hombres (y mujeres) de negocios, etcétera.
Pero de esos millones, sólo unos cuantos pagan impuestos con arreglo a sus ingresos. Y otros millones lisa y llanamente evaden y/o eluden cumplir con ese compromiso.
Este escribidor conoce a cierto ingeniero de apellido Montalvo (no su nombre real), quien es propietario y administrador de varios bienes raíces en el Distrito Federal, pero no paga impuestos sobre la renta.
III
Este ingeniero celebra contratos de arrendamiento ilegales --jamás los registra ante las autoridades hacendarias locales-- por los cuales sus arrendatarios se obligan a pagar cargas fiscales prediales.
Ello configura, si no es que tipifica, la comisión de un delito: hay premeditación, alevosía y ventaja al eludir el pago de impuestos y evadir el cumplimiento de sus obligaciones.
Empero, sus arrendatarios, ignorantes acerca de la ley, se intimidan ante las tácticas de acosos del citado ingeniero, quien esgrime los contratos ilegales como espada de Damocles.
El acoso es gansteril. El aludido ingeniero amenaza inclusive con embargos a arrendatarios y sus fiadores y avales esgrimiento la validez --ciertamente muy ilegal-- de sus contratos de arrendamiento.
Empero, esos depredadores no son objetivo de la reforma fiscal, pese a conformar miles --si no es que millones-- de evasores y elusores. ¿Por qué? Por los motivos reales de la reforma.
Y esos motivos --sabríaselo bien el muy perceptivo leyente-- son los de aumentar la recaudación mediante la coacción de evasores, mas no de elusores, que conforman una masa de contribuyentes cautivos.
Así, los muchos ingenieros Montalvo de México continuarán eludiendo sus deberes tributarios porque la prioridad del Estado no les toca. Esa prioridad es reforzar el cautiverio de los que ya pagan su ISR.
Por ello, cuando en la reforma fiscal se habla de aumentar la base de contribuyentes en realidad se intenta aumentar los impuestos a quienes ya los pagan; es decir, a los contribuyentes cautivos.
Glosario:
Alevosía: en derecho, circunstancia de haberse asegurado el que comete un delito de que no hay peligro para él al cometerlo.
Cautiverio: privación de libertad causada por un enemigo.
Cautivos: que están dominados por algo.
Premeditación: en derecho, circunstancia que agrava la responsabilidad criminal de un acusado y que consiste en una actitud más reflexiva de lo normal por parte de éste a la hora de perpretar un delito.
Ventaja: superioridad de una persona o cosa sobre otra.
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