josé gil olmos y pedro matias
* Marchan miles de simpatizantes de la APPO en protesta por la represión
“Hoy el verdadero triunfador fue el movimiento de la APPO y no Ulises Ruiz, quien tuvo que recurrir al uso de la policía, de retenes y cercos militares para llevara a cabo su fiesta, no fue popular, sino un acto político”.
Oaxaca, Oax., 23 de Julio (apro).- En medio de un fuerte dispositivo policiaco-militar, el gobierno de Ulises Ruiz celebró la fiesta de la Guelaguetza en el cerro de El Fortín. En tanto, en esta ciudad, miles de simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) protestaron por la represión que han sufrido en 14 meses de lucha y demandaron la salida de Ulises Ruiz.No hubo enfrentamientos como se esperaba, luego del enfrentamiento entre policías y simpatizantes de la APPO el pasado 16 de julio, que dejó como saldo cuatro heridos y 62 detenidos, según organizaciones de derechos humanos. La fiesta popular no tuvo el mismo ánimo que en años pasados.Desde la madrugada, en cientos de camiones, miles de campesinos afiliados al PRI, así como burócratas y sus familias, llegaron al auditorio del cerro de El Fortín donde se realizó la Guelaguetza. A diferencia de otros años, esta vez no se percibió el ambiente festivo entre los asistentes, sino de preocupación ante la amenaza de un boicot por parte de los manifestantes de la APPO.Rodeados de policías fuertemente armados, los asistentes presenciaron los bailables de las ocho regiones de Oaxaca, y sólo al inicio se escucharon gritos esporádicos de “Si se pudo” y “Oaxaca, Oaxaca”, que arrancaron la sonrisa del gobernador Ulises Ruiz.El control del gobierno del estado fue tan estricto que hubo algunos medios, como la revista Proceso y la estación de radio W, que conduce la periodista Carmen Aristegui, a los que se les negó la acreditación. La explicación de la Secretaría de Turismo fue que ya no habían alcanzado acreditaciones.En años pasados, la Guelaguetza ha sido una verdadera fiesta, a la que asisten miles de turistas nacionales y extranjeros, así como personalidades, como los presidentes de la República en turno y los Reyes de España. Hoy, el inicio de la Guelaguetza fue un acto político, resguardado por la policía.La Secretaría de Turismo del estado estuvo propalando entre los reporteros enviados desde la ciudad de México que estarían “grandes personalidades”, como el embajador de Palestina y la actriz Gabriela Goldsmith, y que se había vendido la totalidad de los boletos.Sin embargo, los reporteros registraron que el auditorio fue llenado con acarreados y burócratas, que fueron amenazados con perder sus empleos si no asistían.Aun así, el gobernador Ulises Ruiz celebró ante los fotógrafos la realización de la Guelaguetza alzando el dedo índice, en señal de victoria. Pero un sinnúmero de boletos de 100 y 400 pesos fueron regalados entre los funcionarios e, incluso, entre los mismos reporteros, y la ciudad resintió una disminución drástica de turismo, luego de que se difundió la imagen de violencia de hace una semana con la represión policiaca a los miembros de la APPO.Extraoficialmente, se manejó que sólo el 25 por ciento de los 12 mil boletos del auditorio de la Guelaguetza se vendió y que la ocupación hotelera fue de 30 por ciento.Dividida en dos horarios, por la mañana, cuando el gobernador inauguró los festejos, el auditorio estuvo lleno, pero en la tarde, luego de una fuerte lluvia, ya lucía con espacios vacíos. El lunes de la próxima semana se espera la segunda parte de la celebración de la Guelaguetza. La APPO, en su marcha, anunció que volverían a realizar actos de protesta contra el “dictador”, Ulises Ruiz.Estricta vigilancia policiacaLejos del cerro El Fortín se reunieron simpatizante de la APPO, para realizar una marcha que cruzó la ciudad y llegó al zócalo de la capital oaxaqueña. Asistieron unas siete mil personas que caminaron durante casi tres horas.En el camino, los appistas denunciaron la represión que han sufrido en 14 meses de lucha, principalmente la detención de maestros y colonos de la capital. Además, la violación a los derechos humanos, con detenciones arbitrarias en domicilios y en las calles, y el establecimiento de retenes militares y policiacos a las entradas de la ciudad.Manifestaron que fue en uno de estos retenes donde fueron detenidos cuatro camiones con gente de sindicatos universitarios de la ciudad de México que venían a apoyarlos.Denunciaron también que, en la víspera de esta manifestación, los lideres de la APPO fueron objeto de una estricta vigilancia policiaca, y que algunos de los simpatizantes fueron detenidos, como fue el caso de Rode Adorán Velazco, Faustino Alvarado, Juan Velásquez y Judith Méndez, que durante cuatro horas estuvieron en manos de la policía, el sábado pasado, y fueron interrogados sobre el nombre de los dirigentes del movimiento.A la mitad de la manifestación fueron detenidos dos militares que aprehendieron a uno de los encargados de seguridad de la marcha. Y es que algunos appistas se adelantaron a la vanguardia para detener los vehículos que circulaban por las principales avenidas. Uno de ellos, cuyo nombre no se informó, fue detenido por un grupo de hombres vestidos de negro que viajaban en una camioneta blanca, sin placas. Y cuando sus compañeros se dieron cuenta, ya se lo habían llevado, pero alcanzaron a detectar la presencia de los dos militares, a los que corretearon hasta detenerlos.Se trata de los soldados del 98 batallón de Infantería,Jorge Adelaido Hernández Nicolás y Guillermo López Mendoza, quienes se identificaron con credenciales militares. Aunque por un tiempo negaron su participación, al final de la marcha, antes de que los soltaran, en las inmediaciones del zócalo, aceptaron que habían participado en el operativo de vigilancia oficial contra la APPO.Sin mayores incidentes la marcha concluyó en el zócalo, donde Ezequiel Rosales Carreño, líder de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), señaló que no fueron ellos quienes boicotearon la Guelaguetza, sino el propio Ulises Ruiz, al permitir que se instalaran los retenes militares y policiacos, los patrullajes constantes, y utilizar acarreados para llenar el auditorio.Destacó que se haya realizado una marcha pacífica, y anunció que el magisterio continuará con el plantón en el zócalo de la ciudad. Dijo que, para el sábado, domingo y lunes próximos, cuando se realice la segunda parte de la Guelaguetza, realizaran una nueva concentración masiva.Rosales Carreño exigió la reinstalación inmediata de una mesa de diálogo con la secretaría de Gobernación para atender la problemática de Oaxaca. “Hemos dado todo tipo de emplazamiento; han hecho oídos sordos. No han querido atender su responsabilidad que les compete como encargados de la política interna del país, y si no atienden a tiempo este conflicto, esto puede alcanzar dimensiones que a nadie favorece”, advirtió.Posteriormente, en entrevista, Rosales Carreño manifestó que “la marcha pacífica fue una muestra de madurez política de la APPO, que le demostró al gobierno que son capaces de orientar la inconformidad social y que el movimiento es totalmente pacífico”.Aseguró que “hoy el verdadero triunfador fue el movimiento de la APPO y no Ulises Ruiz, quien tuvo que recurrir al uso de la policía, de retenes y cercos militares para llevara a cabo su fiesta, no fue popular, sino un acto político”.
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