por Fausto Fernández Ponte
Crisis del FMI
Cuestionado hasta por su propio patrón, el gobierno estadounidense, el FMI ha sido ineficiente como instrumento de dominación norteamericana, como prueban varios países en el mundo, donde sólo México y Chile se conservan dependientes como "territorio fondomonetarista".
I
Las acciones de los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela para desairse del yugo del Fondo Monetario Internacional son hoy, más que nunca, políticamente oportunas.
¿Por qué? Porque el FMI --uno de los instrumentos del imperialismo económico estadunidense para dominar y ejercer hegemonía-- padece una crisis severa de carácter financiero y es cuestionado por doquier.
Señálese que los cuestionamientos vienen, incluso, del propio Estado estadounidense, en el cual adviértesen frustraciones por la decreciente eficiencia del Fondo como instrumento de dominación.
Mas otra vertiente de los cuestionamientos estadounidenses se inpiran en una preocupación en el Poder Legislativo de Estados Unidos porque las políticas del FMI en México se traducen en mayor emigración.
En relación con México, esas políticas son draconianas; es decir, de secuelas brutales: mayor pobreza y miseria, más desempleo, inseguridad pública y social, ingobernabilidad, incertidumbre. Y guerrilla.
II
La crisis financiera del FMI tiene por gènesis que los etados llamados "de ingresos medios" han dejado de pedir prestado y algunos, como los ya citados, han pagado sus deudas por adelantado.
Y no sólo eso: algunos estados --como el venezolano y el argentino-- han cesado relaciones con el Fondo y otros, como el boliviano y el brasileño, han reducido considerablemente el perfil de su trato.
Ello ha provocado una caída diríase que estrepitosa en las finanzas del Fondo, cuyo funcionamiento y, desde luego, su alcance dependen de los intereses leoninos que cobra por sus préstamos.
Subráyese que el caso de la relación del Fondo con el Estado mexicano es excepcional y describe por sí mismo un fenómeno cuya existencia es ignorada por la inmensa mayoría de los mexicanos.
Trátase del fenómeno de la dependencia. México, dicho sin tapujos, es territorio del FMI. Es un caso al parecer único, comparable, tal vez, con el de Chile, otro paìs que también es ínsula del Fondo.
III
Pero en México el Fondo domina sin oposición y con la complicidad del propio Estado --sus tres instancias-- y el Gobierno que lo representa. Nuestro país es un paraíso de pingües negocios para las trasnacionales.
El gobierno calderonista garantiza que el FMI continúe obteniendo ingresos exaccionando al país. Esos ingresos, no huelga precisarlo, compensan ligeramente la crisis financiera de la institución.
Empero, esa crisis financiera preocupa al mentor mayor del Fondo, el Estado estadunidense, desde donde le han llovido críticas a la institución. Una crítica se centra sobre el papel del FMI en Mèxico.
Según proyecciones del Congreso de EU, se prevee un aumento considerable de la pobreza en México y, por ende, de la emigración indocumentada a territorio estadunidense. Ello atiza la histeria allá.
Pero el Estado estadounidense incurre en un dilema: mediante el Fondo y otros instrumentos le ha sido posible dominar totalmente la economía mexicana. Pero acerca de este asunto abundaremos mañana.
Glosario:
Hegemonía: supremacía que un Estado ejerce sobre otro.
Pingües: craso, gordo, mantecoso. Abundante, copioso,fértil.
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