Navarra seguirá gobernada por un partido de derecha

ARMANDO G. TEJEDA

Madrid, 3 de agosto. Dos meses y medio después de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo pasado, se despejó el futuro político de la Comunidad Foral de Navarra, que seguirá gobernada por la Unión del Pueblo Navarro (UPN, marca electoral del derechista Partido Popular en la región), la cual además podrá elegir en minoría a su candidato, Miguel Sanz, debido a que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) rompió el pacto de gobierno que había alcanzado su filial en Navarra (PSN) con los nacionalistas de Nafarroa Bai (NaBai) e Izquierda Unida (IU).

En Navarra habrá continuidad y no "alternancia", como exigió en las urnas la mayoría de la población. UPN, a pesar de ser el partido más votado en los comicios, con 22 escaños, perdió por primera vez la mayoría absoluta, con lo cual se abrió la puerta a un gobierno de coalición entre el resto de las formaciones políticas. NaBai y el PSN, con 12 diputados cada una, e IU, con dos, alcanzaron el pasado lunes un preacuerdo de gobierno después de semanas de intensas negociaciones, en las que incluso consensuaron las políticas de gobierno y la distribución de las consejerías públicas.

Sin embargo, cuando se anunció el acuerdo, el dirigente del PSN y aspirante a presidir el gobierno de Navarra, Fernando Puras, fue convocado en la sede central del PSOE, en Madrid, para comunicarle la negativa adoptada por el partido sobre el acuerdo de gobierno.

La respuesta fue un tajante no, con lo que hoy anunció José Blanco, secretario de organización del PSOE, que "no se dan las condiciones para gobernar con NaBai e IU en Navarra".

Unica solución viable, que UPN gobierne en minoría: PSOE

El PSOE señaló que "la única solución viable" para evitar una nueva convocatoria a elecciones, tal como advirtió la Junta Electoral, que había establecido como fecha límite para formar gobierno el 18 de agosto, es permitir que UPN gobierne en minoría.

Eso significa que en la sesión de investidura los 12 diputados socialistas se abstendrán en la votación que elegirá a su eterno rival, el conservador Miguel Sanz, como presidente de la comunidad autónoma. "Esto no es un cheque en blanco a nadie, sino un compromiso con Navarra por encima de los intereses partidistas a corto plazo", manifestó Blanco para justificar una decisión motivada en gran medida por la cercanía de las elecciones generales del año próximo.

Patxi Zabaleta, líder de NaBai, exigió que se convoque a nuevas elecciones, al tiempo que calificó de "fraude electoral en toda regla" la medida adoptada por el PSOE, que "decide el futuro de Navarra en Madrid". Mientras, IU tildó de "esperpento político" la estrategia seguida por el PSOE en este caso.

En Pamplona, la capital de Navarra, cientos de personas se concentraron este día ante la sede del PSN para protestar ante lo que consideran una "traición" al sentir popular de la región, que expresaron gritando la consigna "Zapatero, embustero".