viernes, marzo 21, 2008
Irak, un infierno interminable
Barómetro Internacional
Eduardo Andrade Bone
Agencia Indoamericana de prensa
Al tenor de una conversación sostenida recientemente con un ciudadano iraquí que estuvo recientemente de visita en su país para reencontrarse con su familia, precisamente cinco años después de la tragedia que ha tenido que padecer el pueblo de Irak, la desazón, la decepción y la tristeza de mi interlocutor no puede ser menor, ante la catástrofe de su país arrasado por las fuerzas de ocupación que han desatado el genocidio y la desesperación de un pueblo, al que además le han roto todo el tejido social.
Los medios de comunicación occidentales que están al servicio de los criminales de guerra que ocupan el país, suelen hablar de que con el aumento del contingente militar de las fuerzas ocupantes, se ha reestablecido la seguridad del país. Sin embargo nuestro interlocutor suele decir todo lo contrario, pues la vida de la población se encuentra hecha un infierno, la desesperanza cunde por todos lados y el desconcierto ante el futuro es cada vez más incierto.
El pueblo iraquí se ve enfrentado a los crímenes cometidos permanentemente por las fuerzas militares que ocupan el país, a los secuestros de personas de aquellos que hacen un negocio con esta tragedia, y a los enfrentamientos entre fanáticos religiosos. Nadie sabe si va a estar vivo al día siguiente, o que ocurrirá con sus familias, es la seguridad de la incertidumbre sin fin.
Pero las fuerzas neofascistas que han ocupado el país, que presuntamente venían a sacar del poder a Sadam y reestablecer el orden y la democracia, tienen la situación peor que hace más de cinco años atrás, en donde la anarquía es el pan de cada día, de lo que implica tener que sobrevivir en un país en donde todos sus derechos han sido conculcados y eso de construir una sociedad libre, solo forma parte de las falsas promesas de los criminales de guerra que asolan el país.
Los objetivos del Imperio y el mayor terrorista y criminal de guerra de la Casa Blanca, no solo han estado destinados a controlar el petróleo y el agua iraquí, sino que el objetivo ultimo y final es el control geopolítico de toda la región, para beneficio de las trasnacionales y el complejo militar industrial de los Estados Unidos.
Pero la tragedia del pueblo iraquí no solo tiene que ver con la violación sistemática de sus derechos humanos, producto del genocidio desatado por las fuerzas militares que desangran el país. Además tiene que ver con toda una tragedia socio-económica, en donde el 60% de la población laboralmente activa, se encuentra cesante, o sea sin futuro y sin esperanza.
La política imperial, saqueadora y guerrerísta de G.W. Bush y sus secuaces, ha significado además en que no todos han sido tan afortunados. Las cifras indican que entre 81.639 y 89.110 civiles han muerto en estos cinco años a causa de la ocupación y los crímenes de guerra, ahora esto de acuerdo a un informe, emitido por la organización independiente Iraq Body Count
(www.iraqbodycount.org).
Otras fuentes elevan esa cifra hasta cerca del millón, lo que también es factible a pesar de que han sido crímenes no documentados. De todas maneras, la gravedad de la situación se refleja en los casi 4,5 millones de iraquíes que se han visto en la obligación de tener que abandonar el país a causa del genocidio desatado por los Estados Unidos y sus aliados, el terrorismo patrocinado y alimentado por el propio Imperio y las fuerzas religiosas fanáticas que suelen enfrentarse entre si, o sea casi una quinta parte de la población de antes de la guerra. Unos dos millones se hallan desplazados dentro de Irak, el resto, refugiados en los países fronterizos, señalan diversas fuentes de prensa.
Además prácticamente de la gente que ha abandonado el país, a pesar de la propaganda existente en la que se indica que han mejorado las condiciones de “seguridad”, solamente 36 mil personas han regresado a Irak, muchos además lo hacen de forma transitoria. Hay que tener en cuenta que todos los meses 60.000 mil iraquíes abandona el territorio nacional.
Un medio de prensa de centro derecha español, que apoyaba o justificaba la intervención del Imperio en la región, señala en uno de sus artículos que “luego de cinco años después del derrocamiento de Sadam Husein, la mayor inseguridad que viven los iraquíes tiene que ver con sus necesidades básicas. Un 43% sobrevive con menos de un dólar al día, o sea, el umbral de la pobreza extrema. Seis millones de personas necesitan ayuda humanitaria, el doble que en 2004, inmediatamente después de la guerra, pero sólo el 60% de la población tiene acceso a las raciones que antes eran universales. Además, ante las presiones del Banco Mundial, el Gobierno títere iraquí estudia poner fin a esas raciones y al subsidio a los carburantes.
"Está bien que echaran a Sadam, pero sólo querían hundirnos en la miseria para que no podamos volver a levantarnos", expresa un vendedor de sanitarios. En su opinión, los estadounidenses han elegido a lo peor de lo peor para dirigir Irak. "Sean chiíes o suníes no tienen ninguna preparación, todos exhiben títulos falsos y sólo se preocupan de llenarse el bolsillo", señala repitiendo una queja habitual entre la gente de la calle. Esta misma gente lo único que desea es que las fuerzas militares que ocupan el país, se vayan lo mas pronto posible, para así poder normalizar sus vidas y el país.
Para los iraquíes agrega el medio de prensa, resulta incomprensible que las infraestructuras no hayan mejorado en cinco años. El 70% de la población sigue sin agua potable y el 80% carece de alcantarillado. En Bagdad, el suministro eléctrico resulta tan variable como imprevisible, frente a las 12 horas diarias -con cortes preanunciados semanalmente- que eran la norma en tiempos de Sadam. Ni siquiera la producción de petróleo ha logrado superar los niveles previos a la invasión (en torno a los 2,4 millones de barriles diarios), en parte debido a los ataques de los insurgentes a las instalaciones que sólo ahora empiezan presuntamente a funcionar con relativa normalidad.
De allí que después de cinco años del comienzo de la tragedia del pueblo iraquí, miles de personas en los más diversos países del mundo han realizado demostraciones en contra de la ocupación imperial y los países lacayos que le sirven de aliados y cómplices de sus crímenes y la enajenación de sus recursos naturales, en la cual se encuentran involucrados altos personeros del gobierno de Bush y de su propia familia.
Los más diversos tipos de organizaciones pacifistas, humanistas, progresistas y de izquierda, han realizado manifestaciones para protestar por la ocupación neofascista de los Estados Unidos en Irak y otros países del mundo, en esta guerra global que quiere imponerle el Imperio al mundo, con el único objetivo de establecer el control de todos los recursos naturales y energéticos del planeta, para su propio beneficio y necesidades. Miles de personas han salido a las calles para exigir la retirada de los criminales de guerra de Irak y Afganistán.
Pero no solo eso, en las manifestaciones también se han denunciado los intentos del Imperio por desarrollar una agresión militar a Irán con nuevas mentiras, se han condenado los intentos por crear un nuevo foco de conflicto en Latinoamérica entre Colombia, Venezuela y Ecuador, que forma parte de su planes de guerra preventiva y de baja intensidad, con el objetivo de controlar de lleno el petróleo de Ecuador, Venezuela y otros recursos naturales de estos países. De paso además instalar nuevas dictaduras militares en la región, que sean encabezadas por los lacayos y testaferros de centro derecha a su servicio, existentes en la región.
Finalmente ante la grave crisis financiera y económica empujada por los señores de las sombras y la guerra del Imperio, antes los intentos de establecer su propia hegemonía al resto de las naciones del mundo y cuando la crisis económica aún no ha tocado fondo, y que puede conducir al mundo a una tragedia de impredecibles consecuencias, no cabe otra cosa que levantar las banderas de la lucha por la paz y por mejores condiciones de vida para todos los pueblos del planeta, sobretodo en un mundo que se va tornando cada vez más peligroso.
E-mail: edomalme@gmail.com
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