domingo, mayo 04, 2008

Reforma petrolera: su primer tropiezo

José Agustín Ortiz Pinchetti

La resistencia a la reforma petrolera, apoyada por gran parte de la población, ganó el primer round. No hay que cantar victoria, la pelea es a 15 asaltos o más. El balance es claro: la reforma no fue aprobada en el periodo ordinario y se obligó a sus promotores a una (para ellos indeseable) discusión pública que abarcará casi todo el receso. ¿Cómo pudieron lograr AMLO y sus aliados bloquear un propósito compartido por los controladores del PRI y del PAN?

Muy importante fue la huelga legislativa, que los medios volvieron espectacular para dañar el prestigio de sus promotores, pero el factor decisivo fue la movilización de los resistentes y su excelente organización. Hay decenas de miles de activistas organizados en brigadas, con mandos bien definidos, con gran articulación y con mística, capaces de escalar la resistencia hasta llegar a la desobediencia civil. Es un hecho insólito sin precedentes. Este factor no es accidental ni marginal, sino es la línea central de la defensa.

¿Qué hemos aprendido de este episodio? Calderón ha confiado en el control autoritario que ejerce sobre los medios. Estos han lanzado una ofensiva “demoledora” contra AMLO y contra el PRD. Pero no los han vencido; han subido un poco en su aceptación en lugar de caer. La concentración del domingo pasado fue la mayor de todas de este ciclo.

Calderón, Mouriño y el PAN se han puesto en manos de Beltrones, y éste ha demostrado que puede ser cómplice y victimario, pero no aliado confiable. Cualquier apoyo que brinde lo cobrará caro. Después de las elecciones de 2009 se dedicará a descuartizar a Calderón y al PAN.

AMLO ejerce un liderazgo sólido en esta causa estratégica. El PRD, inclusive la fracción de Nueva Izquierda, y el FAP lo han aceptado. Muchos priístas reconocen que este personaje está nucleando la defensa de Pemex.

La reforma puede abortar o convertirse en un proyecto inocuo, o incluso iniciar una reorganización sana de Pemex si AMLO y sus aliados logran dos cosas: primera, que la discusión sobre las iniciativas sea expuesta a la opinión pública a través de los medios. Atrapada en los recintos parlamentarios todo terminaría con un mayoriteo previsible. Segunda: que no pare la movilización y que alcance una estructura sólida, de gran disciplina y movilidad, que garantice un efecto disuasivo contra la iniciativa desnacionalizadora de Calderón.

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