Ricardo Andrade Jardí
Ahora que los panistas se hacen autocrítica y hablan de todas las irregularidades que muy probablemente propiciaron sus propios militantes, entrenados, desde el 2006, para eso, durante la Consulta Ciudadana, con el afán de desacreditar un ejercicio que, por más empeño que insistan “los demócratas” panistas, es el primero de muchos más que abrirán en la sociedad mexicana el imaginario para empezar a hacer de la democracia algo real, pero sobretodo es el inicio para que el pueblo de México reconozca, por fin, que la soberanía de su nación radica en su pueblo y por tanto es el único que tiene derecho a decidir sobre el futuro, entre muchas otras cosas, de sus recursos naturales y muy particularmente de sus recursos energéticos.
El PRIANNI y el poder telecrático no harán otra cosa que intentar desacreditar un ejercicio que es, a todas luces, el primer paso hacia la transformación de las formas de convivencia social, que no pueden ni seguirán siendo regidas por el agandalle empresarial.
Veremos en la telebasura miles de veces repetidas las imágenes supuestas de las irregularidades cometidas durante la consulta, hoy sabemos, muchas de ellas cometidas por simpatizantes y militantes panistas, curiosamente adiestrados en “las artes democráticas del fraude “patriótico”, muchas de las imágenes incluso son las que la telecracia nunca pasó sobre el fraudulento proceso electoral del 2006 que hoy, fuera de contexto, pretenden hacer pasar como lo que no son.
Pero la vocación antidemócrata del PAN y sus genéricos no deja de ser una peligrosa señal de alarma, dado que lo único que está claro es que esa tecnócrata clase política, educada bajo el adiestramiento del modelo norteamericano de la explotación sobre todas las cosas, no permitirá jamás el avance democrático de México, no cuando menos bajo las reglas de sus leyes siempre violentadas a su favor.
Puede ser que la Consulta Ciudadana pecara de cierta desorganización, se trata de un primer evento organizado por la ciudadanía, que siempre podrá ser perfectible, un evento donde no se derrocharon miles de millones como los que gasta el IFE y aun así 40 millones de mexicanos desconocen el proceso electoral que hasta el TRIFE tuvo que “calificar” como un proceso lleno de inconsistencias (fraude en castellano) y lo cierto es que más de un millón y medio de ciudadanos han registrado, para la memoria histórica, su derecho irrenunciable a la soberanía y es poco probable que la doble moral conservadora de la derecha (tan antidemocrática) pueda entender el evento del 27 de julio del 2008 y menos aún que la telecracia reconozca el valor del ejercicio ciudadano, ellos, los monopolios televisivos, saben que esta acción abrirá las puertas, más temprano que tarde, para que también sea la ciudadanía la que decida las formas y los comos de las concesiones a particulares de los bienes públicos, saben que de seguir por el camino de la mentira y la simulación, en oposición al bienestar social, se enfrentarán con el Despertar Ciudadano que cambiará por el bien de todos la realidad de mierda que la mediocridad telecrática nos esta imponiendo.
La Consulta Ciudadana aún no termina. El 10 de agosto se votará en los estados del Sur y el 24 en los estados del Norte, al millón y medio que salieron el 27 se sumarán los del resto del país. A nadie le conviene ignorar los resultados, pues por más esfuerzo que hagan, la realidad es que la Consulta Ciudadana, es el primer paso hacia la construcción de una verdadera democracia, donde lo que importe sea la voluntad popular y donde ésta sea defendida por la misma ciudadanía, desterrando el terrible vicio de una “democracia” de mercado, donde la única voluntad que se “respeta” es la del dinero.
No conviene que las tecnocratitas y (des)gobernantes autoridades y todos sus lacayos, olviden que el pequeño ejército loco, de Sandino, sólo sumaba veinte soldados y pudo detener la invasión gringa y abrir el camino indiscutible de la revolución sandinista…
El 27 de julio del 2008 ocho de cada diez ciudadanos que participaron en el soberano ejercicio de la Consulta Popular han manifestado su voluntad de rechazar la “reforma energética” del usurpador en turno. Del 10 al 24 habrá que sumar los nuevos resultados, del Sur y del Norte y la certeza es que la resistencia civil pacífica, con más de veinte ciudadanos, hará todo por defender su derecho a ser escuchada y sobretodo a decidir el futuro de los recursos de todos.
¡El 10 de agosto en Yucatán todos a la Consulta Nacional… por una decisión en manos de la gente!
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