Carpetazo

Lilia Arellano,

Estado de los ESTADOS

De riguroso negro, el ilegítimo recorre en 45 minutos la zona donde cayó y explotó el jet que provocó, según la cifra oficial, 14 muertos, entre ellos Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos / Recibió el reporte del avance de las indagaciones, pero sólo Luis Téllez le habló de “accidente”, los investigadores mexicanos y extranjeros NO

“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar más para sostener la certeza de esta primera”.

- Alexander Pope -

Al secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, le urge sacar de los medios informativos el caso del fallecimiento de Juan Camilo Mouriño y de José Luis Santiago Vasconcelos, archivarlo y fijar la atención en otras cuestiones alejadas de investigación de un presunto atentado. En el lugar del supuesto accidente, el funcionario puso énfasis en que las investigaciones sobre las causas del mismo tardarán al menos un año y anunció que la zona del desastre será despejada para el próximo lunes, a fin de que ese día ya sea posible circular por el área siniestrada.
Este sábado Felipe Calderón realizó un recorrido de 45 minutos por la zona donde cayó y explotó el Lear Jet 45, que provocó la muerte de 14 personas, cifra oficial hasta el momento; sin embargo, reportes de medios de comunicación hablan de alrededor de 100 afectadas. Se privilegió a las cámaras de televisión con el publicitado fin de dar transparencia y generar certidumbre sobre un resultado anunciado con anticipación aún y cuando todavía no se tienen ni los registros de las conversaciones y de lo que guardan tanto la caja negra como la grabadora de vuelo, y menos aún han concluido las investigaciones. Vestido de luto, el inquilino de Los Pinos recibió el reporte del avance de las indagaciones hasta el momento de parte Luis Téllez; del capitán Gilberto López Meyer, director general de Aeronáutica Civil; de Joseph Seder, integrante de la United Status of América National Transportation Board de los Estados Unidos; y de Robert Carter, investigador principal de la Air Accidental Branch del Reino Unido. A excepción del titular de Comunicaciones y Transportes, ninguno de los mencionados se atrevió a referirse a los hechos como un “accidente”.Al funcionario, quien se hizo acompañar de López Meyer, se le instruyó para proporcionar a los representantes de los medios de comunicación toda serie de datos que refuerzan SU hipótesis del “accidente”. Contrario a sus primeras versiones, ahora sostuvieron que la aeronave se desplomó a 500 kilómetros por hora, cuando hasta hace 48 horas aseguraban que la velocidad era de 300 kilómetros; afirmaron también que las dos turbinas venían funcionando a la misma velocidad, con lo cual en automático dejan descartado que podría tratarse de una falla técnica en el Lear Jet.También expusieron que no hubo despresurización dentro de la aeronave, ya que ésta ocurre a una mayor altitud; agregaron que el piloto iba consciente antes del desplome y que tuvo “una súbita, agresiva pérdida de control en los últimos segundos del vuelo”, lo cual aleja la posibilidad de que la pérdida del control sobre el aparato hubiese sido a causa de algún daño que sufriera el responsable de la aeronave. Es necesario puntualizar que en ningún momento explicaron a qué se debió ésta que llamaron “agresiva pérdida de control”.Tampoco revelaron cuál fue la causa de que el motor izquierdo de la unidad se desprendiera cuando su velocidad era de entre 250 y 300 kilómetros por hora, ya que hasta donde puede considerarse un motor no se desprende de manera automática, sin que exista una causa que pueda originar este hecho. En medio de caras que sólo revelaban incredulidad y muchas dudas, agregaron que la velocidad, la potencia y los automóviles permitieron la desaceleración del Lear Jet 45.Una vez más concluyeron que la aeronave no se incendió antes de caer y que el fuego y su desintegración se desencadenaron con el impacto; que tiró un poste de energía de concreto, el cual fue arrastrado junto con su cableado por 200 metros; que al primer impacto la aeronave se fracturó el ala izquierda y que el fuselaje junto con el ala derecha continuaron deslizándose de manera lateral y fue a dar contra el edificio de la esquina de Ferrocarril de Cuernavaca y Pedregal.Así, para el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la hipótesis del “accidente” prevalece, adelantándose al resultado de las investigaciones y de los peritajes que aún están pendientes y que realizan expertos norteamericanos y británicos. Día a día surgen más y más versiones en las que, por una parte, el gobierno parece muy empeñado en convencer a propios y ajenos de que el desplome del avión fue un mero accidente y, de esta intentona sólo viene logrando lo contrario.

Unen narcotráfico a terrorismo

Alvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia, es tal vez el único Mandatario latinoamericano que comparte los objetivos del calderonismo. Por eso, Uribe no dejo pasar la oportunidad de justificar las directrices de su mandato en la Cumbre de San Cristóbal, “Humanismo eficaz”, organizada por la Internacional Demócrata de Centro (IDC), que copreside Vicente Fox, en donde presentó una larga ponencia cuyo eje fue unir el narcotráfico al terrorismo, pedir la colaboración internacional contra estos dos flagelos y subrayar que “nosotros practicamos los valores democráticos”.El colombiano ocupó buena parte de su tiempo en halagar a Felipe Calderón; dijo que su guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado “es un ejemplo para el mundo”, “que nosotros la vemos con mucha ilusión, por lo terminará ganándola, pues no sólo es conveniente para México, sino para todo el continente”; destacó que la lucha contra las drogas es un componente fundamental en la lucha por la seguridad en cualquier país, y cerró endulzándole el oído también a Vicente Fox, al que calificó de “un ejemplo de valores democráticos”. Y ya entrando en materia, es decir “¿a qué venimos?” hasta Guanajuato, la Internacional Demócrata de Centro (IDC), que agrupa a alrededor de 100 partidos de centro derecha en 88 países, anunció el inicio de una campaña mundial para obligar al gobierno de Cuba al cumplimiento del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, así como del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales firmado por ese país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La IDC demandó al Gobierno de Raúl Castro la libertad incondicional de todos “los presos de conciencia que permanecen en las cárceles de la isla”; “que comience un verdadero y genuino proceso de cambios, dirigido a la construcción de una sociedad libre, abierta, democrática y pluralista como merece y anhela el pueblo cubano”; y también ratificó su respaldo al Partido Demócrata Cristiano (PDC) y al Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) en Cuba. Dentro de esta cumbre de partidos de centro derecha destacó la identificación de su nuevo enemigo: “el neopopulismo”. Pier Ferdinando Casini, copresidente de la IDC, alertó sobre la presencia de “fenómenos que no tienen contenidos ideológicos tradicionales ni que pueden ser clasificados como hijos de una herencia marxista o fascista”. Se trata, dijo, de otra historia, “la de un neopopulismo que viene a ser una amenaza esencial para la vida democrática” y para los pobres que pueden llegar a tener recetas solamente de “ilusiones”. Con el comportamiento de Vicente Fox y la propia realización de esta reunión de nuevo, el ex presidente interviene en las relaciones internacionales del país y vuelve a poner en jaque las que existen con Cuba, en clara señal de su necesidad de mantenerse en el poder y subrayar su servilismo hacia el país con el que la isla tiene los mayores enfrentamientos: Estados Unidos.

lilia_arellano@yahoo.com