Obsesión con Mouriño

Así califica la diputada federal Layda Sansores la actitud de Felipe Calderón ante la muerte del ex titular espurio de Gobernación / “Estamos viendo en él una obsesión insana de querer imponernos la imagen del amigo muerto, para traducirla en votos a favor de su partido”

CAMPECHE, Camp., 24 de diciembre (APRO).- La diputada federal Layda Sansores San Román afirmó que la actitud que Felipe Calderón ha mostrado frente a la nación por la muerte de Juan Camilo Mouriño evidencia “un tremendo sentimiento de culpabilidad para con su amigo muerto” y ello amerita tratamiento psicológico.Sansores alertó sobre la aparente intención de Calderón Hinojosa de interferir, “en memoria de su amigo Juan Camilo”, en los comicios locales de 2009, cuando habrá de renovarse la gubernatura, el Congreso y los ayuntamientos. “Esto es preocupante, porque lo que Calderón ha hecho, sus actos y sus discursos, en torno de la figura de Mouriño, van más allá de la ofrenda al amigo. Estamos viendo en él una obsesión insana de querer imponernos la imagen del amigo muerto, para traducirla en votos a favor de su partido”, añadió. Destacó que es de llamar la atención, sobre todo ante la proximidad del proceso electoral, los recurrentes viajes que desde la muerte de Mouriño, ocurrida el pasado 4 de noviembre, ha realizado la familia Calderón a Campeche. Abundó:“A finales del mes pasado, la esposa de Calderón, Margarita Zavala Gómez del Campo, vino a Campeche, sola, para visitar a la viuda de Mouriño, María de los Ángeles Escalante Castillo, y a mediados de este mes Luisa María Calderón Hinojosa, la hermana del mandatario, vino también, aunque invitada por la dirigencia estatal del PAN. En tanto, el pasado domingo, Felipe Calderón, acompañado por toda su familia, estuvo en esta ciudad para pasar el día con la familia del extinto exsecretario de Gobernación.“Llegó al extremo de idealizar a su amigo y ponerle virtudes que no tenía. Fue un muchacho que siempre estuvo en el centro del huracán y la controversia. Movió los hilos del poder para darle la fuerza política que no tenía, porque todo lo que alcanzó en política lo hizo a base de prebendas y cultivando el cuatismo”. La legisladora de Convergencia reiteró que en la actitud de Calderón “son notorios sus sentimientos de culpa”. Y comentó:“Uno llora a sus muertos, más que por dolor, por sentimientos de culpa. Y en Calderón, desde el principio de esta situación, todas sus expresiones han sido como potencializadas, como exageradamente intensas, porque como que subyace en él un enorme sentimiento de culpa”. Prosiguió:“Estaba a punto de removerlo de la Secretaría de Gobernación, y aunque después lo negó, era una situación ya sabida por todos. (Calderón) tiene la responsabilidad de haber expuesto a su amigo en un cargo que estaba más allá de sus límites y capacidades, aunque no de su voluntad. La losa pesó más que sus capacidades y lo dobló ante la opinión pública. “Por eso, Calderón quiere vendernos ahora en estampitas sagradas la imagen de Mouriño. Por eso de muerto está logrando lo que en vida no le vimos los mexicanos”. Sansores consideró que la obsesión de Calderón por Mouriño “está ya fuera de lo aceptable. Ha contenido las lágrimas, pero no la lengua. Creo que preferíamos haberlo visto llorar, que oírlo dibujar a su Cid Campeador”. Y se quejó:“No se vale que un mito basado en la memoria de un muerto venga a encabezar una competencia electoral por demás inequitativa”. No obstante, advirtió al mandatario que “los sentimientos de culpa mal manejados son traicioneros”, por lo que le aconsejó buscar ayuda profesional. “Entendemos que está ofuscado, que vive momentos que requieren mucha reflexión, por lo que le vendría bien recurrir a un psicólogo para que le ayude a descifrar sus sentimientos que ya nadie entiende, esa inexplicable veneración que siente por Juan Camilo, que era un joven con muchas debilidades y fragilidades...”.Irónica, comentó que “con todo respeto a su recuerdo, de ninguna manera es el Cid Campeador que ahora vendrá a ganar las batallas electorales con Calderón al frente de su ejército.“Debe pedir ayuda profesional, tratarse con un especialista. Los sentimientos de culpa son traicioneros y salen por cualquier poro. Calderón tiene que entender que hizo lo que pudo por Mouriño en vida y que se perdone a sí mismo, por su salud personal... antes de que nos contamine a los mexicanos”, concluyó.